Este proyecto innovador consiste en el desarrollo de un nuevo autobús eléctrico que supere los retos tecnológicos existentes en cuando a estructura, sistema de tracción, generación y almacenamiento de energía, comunicaciones, control y operación, y para impulsar de forma definitiva el autobús como la mejor alternativa para el transporte masivo de personas en entornos urbanos.
Se ha demostrado que la circulación de vehículos por la ciudad se realiza a baja velocidad y éstos pasan entre el 25 y el 40% del tiempo detenidos en paradas y semáforos, lo que hace que las emisiones de CO2 se disparen. Este cambio está provocando alteraciones en el ecosistema mundial, por lo que el Consejo Europeo ha fijado un objetivo de reducción de las emisiones de gases efecto invernadero cifrado en el 20% para el 2020.
Por ello, el sector del transporte está trabajando intensamente con la idea de desarrollar vehículos eléctricos que reduzcan la dependencia de los combustibles fósiles y, a su vez, las emisiones de gases contaminantes. Sin embargo, este tipo de vehículos están condicionados por el desarrollo de las baterías y su impacto en la autonomía y precio de los mismos. Esto hace que a fecha de hoy los nuevos desarrollos se estén realizando fundamentalmente con autobuses híbridos, en los que se combina la propulsión eléctrica con un motor de combustión convencional.
El nuevo e innovador proyecto de investigación que ha comenzado en el primer semestre de 2011 y tiene una duración estimada de 3 años, tendrá como resultado un prototipo de autobús eléctrico, así como estaciones de recarga que faciliten la gestión operativa. Dbus será la empresa que teste el prototipo de autobús, adecuándolo a las necesidades de los usuarios donostiarras. JEMA e I&T, empresas del Grupo IRIZAR aportarán su conocimiento sobre electrónica de potencia y control y la gestión operativa de flotas respectivamente y la empresa IRIZAR será el fabricante del autobús.
Los objetivos del proyecto son:
• Garantizar una autonomía de 350 Km., mediante el desarrollo de módulos de baterías óptimos, generación de energía auxiliar a través de paneles solares, y sobre todo, del desarrollo de una carga inductiva por corrientes electromagnéticas durante el recorrido del vehículo, que permitirán disponer de la energía eléctrica necesaria para realizar las operaciones de un autobús de estas características.
• Eliminar completamente las emisiones contaminantes de CO2 y otros gases contaminantes (CO, HC, NOx, PM) derivados del transporte colectivo en entornos urbanos
• Aumentar sustancialmente la seguridad de los autobuses urbanos a través de la incorporación de criterios específicos del sector de gama alta en los que trabaja IRIZAR:
o Funciones de alto nivel, como el control antipatinaje, control de estabilidad,, filtros especiales de gradiente, etc., que serán accionados eléctricamente mediante la estrategia de control.
o Estructura rígida y robusta, capaz de soportar situaciones de choque y vuelco lateral
o Cumplimiento del R66/01, que no se exige en este tipo de autobuses.
• Reducir drásticamente el peso del vehículo a través de la incorporación del aluminio y otras aleaciones ligeras como material principal de su estructura, lo cual supondrá un reto tecnológico muy relevante.
• Incrementar el rendimiento energético del conjunto máquina eléctrica + inversor, superando incluso el 95% en los puntos de máxima eficiencia, mediante el desarrollo de electrónicas de control optimizadas y fiables, y recuperando energía en los procesos de frenada.
• Aumentar la fiabilidad del vehículo a través de nuevos algoritmos de control energético más eficientes y de respuesta más rápida, eliminando, en los casos en los que sea posible, la utilización de sensores (sensorless), lo cual redundará en un sistema mucho más robusto.
• Fomentar la seguridad y confort en la conducción de los nuevos vehículos para el transporte urbano, con nuevos sistemas de ayuda, información y control del vehículo que reduzcan los riesgos de distracción y colisión.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.