Los aerogeneradores se han convertido en parte de nuestro paisaje moderno. En 2020, Europa instaló 14,7 GW de nueva capacidad eólica y este éxito continuó en 2021, y la instalación en alta mar, en particular, alcanzó niveles récord.
lorenzo palombi
Y no hay desaceleración. Se espera que en el tiempo entre 2021 y 2025, Europa instale 105 GW de nueva capacidad eólica, siempre que los gobiernos cumplan con los objetivos que se han fijado.
Con estos audaces compromisos con los objetivos de cero emisiones netas y Europa preparada para aumentar su cartera de proyectos de energía eólica terrestre y marina para cumplirlos, ¿dónde están las oportunidades para los desarrolladores de energía eólica, los responsables políticos y las comunidades locales?
¿Y qué barreras para una implementación exitosa debemos abordar con urgencia en el próximo año?
Maduración del mercado
El mercado eólico europeo se ha desarrollado significativamente en los últimos 25 años.
Las continuas mejoras tecnológicas, así como la mejora de los factores de capacidad, han reducido los costos, ayudando a la energía eólica a consolidar su posición como impulsor clave de la transición hacia la energía limpia.
Históricamente, mecanismos como las tarifas de alimentación, diseñadas para estimular la inversión en energía renovable, han jugado un papel importante para ayudar a impulsar el sector eólico.
Sin embargo, a medida que el mercado ha madurado a lo largo de los años, con una mayor competencia y la caída de los precios, los subsidios se han reducido y ahora nos encontramos en una etapa en la que la electricidad generada por el viento se puede proporcionar en el nivel de paridad de la red.
No es solo una caída constante en los costos lo que ha ayudado a que la energía eólica se vuelva cada vez más popular, la rápida innovación tecnológica también ha impulsado el sector.
Los avances en el diseño de fabricación, como un tamaño de pala más grande y turbinas más altas, han reforzado la capacidad de producción.
Mientras tanto, la digitalización está aumentando la capacidad de optimizar las operaciones, integrar las granjas en el paisaje físico y optimizar la producción de energía. La tecnología de inteligencia artificial incluso ayuda con el mantenimiento de parques eólicos y ayuda a reducir la posibilidad de fallas en la planta.
Ahora tenemos tecnologías de energía eólica para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero a nuestra disposición y a un costo competitivo, pero debemos avanzar significativamente más rápido en lo que respecta a la implementación.
Reconocer el potencial de la energía eólica marina
Para alcanzar el cero neto para 2050, los gobiernos y las instituciones deben instalar energía eólica a nivel mundial a una tasa tres veces superior a la actual durante la próxima década, creando 180 GW de nueva energía eólica cada año.
Se necesitan expansiones urgentes en la energía eólica terrestre y marina para ayudar a alcanzar estos objetivos. El potencial de la eólica terrestre está demostrado, representando el 80% de las nuevas instalaciones eólicas en 2020.
Pero ahora, para acelerar el sector al ritmo necesario, se está poniendo cada vez más énfasis en el desarrollo de la energía eólica marina. La energía eólica marina flotante, en particular, estimulará el crecimiento y proporcionará una opción más viable para las regiones que necesitan considerar instalaciones en aguas más profundas.
Con empresas europeas que representan un impresionante 90% del mercado global offshore, la región está bien posicionada para liderar el desarrollo del sector.
De hecho, la energía eólica marina tiene el mayor potencial de crecimiento de cualquier tecnología de energía renovable, pero una serie de factores, incluido el entorno político, deben mejorar rápidamente para que la tecnología alcance este potencial.
Superar las barreras normativas y de infraestructura
Con demasiada frecuencia, las normas de licitación complejas y onerosas ralentizan el proceso de desarrollo de los proyectos eólicos marinos. Un marco regulatorio claro que facilite el desarrollo, la implementación y la operación de proyectos eólicos marinos comerciales es una condición clave para una adopción más generalizada.
Un marco de libre mercado en el que los desarrolladores exploren directamente sitios potenciales, luego soliciten y obtengan un permiso de forma independiente, es la forma más efectiva de permitir la aceleración de la industria al ritmo necesario para alcanzar el cero neto.
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Además de abordar los desafíos regulatorios, debemos aliviar la presión sobre la capacidad de la red, que actualmente es uno de los mayores cuellos de botella para la implementación generalizada de la energía eólica marina.
Se necesita un enfoque más holístico que permita al desarrollador tener en cuenta la planificación de la red en el proceso de desarrollo de un proyecto eólico marino desde el principio.
Superar estas barreras ayudará a escalar el mercado para permitir la estandarización de la tecnología necesaria, especialmente con respecto a las estructuras flotantes y las turbinas.
En última instancia, esto conducirá al costo nivelado competitivo de la electricidad (LCOE), que es esencial para impulsar la adopción generalizada.
Lograr una mayor adopción
La rápida aceleración del viento es esencial si queremos alcanzar los objetivos climáticos y fortalecer la independencia global de los combustibles fósiles. También ayudará a protegerse contra los altos precios de la electricidad que estamos experimentando actualmente.
Sin embargo, quedan demasiados desafíos para la implementación concreta de esta tecnología. El problema que enfrentamos es que los objetivos climáticos trazados a nivel nacional e internacional no tienen suficientemente en cuenta los cambios requeridos a nivel local. Mientras tanto, la innovación está superando a la política regional.
Para abordar estos desafíos e implementar la tecnología eólica a la velocidad requerida, es vital que sigamos educando e involucrando a las partes interesadas clave, desde políticos, instituciones y administraciones hasta residentes locales, para que entiendan las enormes oportunidades que representa un cambio a las energías renovables.
Las comunidades deben participar en cada paso del camino en el desarrollo de un proyecto eólico. Asociarse con empresas locales, permitir la participación económica u ofrecer fondos comunitarios a partir de las ganancias de los proyectos son formas de resaltar el compromiso de beneficiar a los residentes locales.
Con la expansión de la industria de la energía eólica prevista para crear 3,3 millones de puestos de trabajo en los próximos cinco años, no se pueden subestimar las ventajas socioeconómicas del desarrollo del mercado, junto con los claros beneficios de sostenibilidad.
A pesar de estos desafíos, lo cierto es que la energía eólica es una parte esencial del futuro sostenible que el planeta y sus habitantes necesitan con urgencia.
Se avecina una gran oportunidad para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas; sin embargo, solo será posible desaprovechar este potencial al ritmo requerido cuando abordemos los desafíos normativos y de infraestructura y permitamos una mayor participación a nivel local.
Lorenzo Palombi es Director Global de Proyectos Eólicos en BayWa r.e.