EGP organizó un evento el pasado 27 de octubre en el marco de la Semana Europea de la Energía Sostenible. En el centro, la necesidad de abordar cuestiones económicas y medioambientales para lograr una transición justa que no deje a nadie atrás.
Durante este mes el mundo entero ha puesto su atención en la COP26 de Glasgow, pero la semana pasada tuvo lugar otro evento significativo en términos del futuro del medioambiente: la decimosexta edición de la Semana Europea de la Energía Sostenible (#EUSEW2021), una iniciativa de la Comisión Europea. El tema de este año fue “Hacia 2030: reformando el sistema energético europeo” y, en este marco, Enel Green Power organizó un evento el pasado 27 de octubre, con una serie de mesas redondas sobre el tema “Empoderando la energía sostenible”. No solo brindó un análisis detallado con los retos de la transición energética, sino que también debatió algunas de las soluciones que EGP puede ofrecer. Contó con la participación de miembros senior de nuestra empresa e invitados distinguidos, incluidos representantes de empresas del sector energético, como Iberdrola, EDP y Wind Europe, y otras instituciones como CSR Europe, la Agrupación de Bioeconomía y Medioambiente de Macedonia Occidental, así como el profesor de Economía Energética de la Escuela de Administración SDA Bocconi, en Milán, Matteo di Castelnuovo.
Aristotelis Chantavas, director del área de Europa de EGP, pronunció el discurso de apertura. Sostuvo que, a la luz de la reciente crisis energética europea, es más importante que nunca contar con una visión compacta a nivel comunitario para lograr la neutralidad climática en 2050. También subrayó la importancia del Pacto Verde Europeo y del paquete “Objetivo 55” (el compromiso para reducir las emisiones de CO2 en un 55% con respecto a los niveles de 1990), al tiempo que pidió a la Unión Europea que “proceda con un marco regulatorio firme para todos los países, que facilite la rápida y justa expansión de las energías renovables.” Añadió que este marco debe ir “acompañado de un sólido plan financiero que apoye las inversiones verdes en todos los sectores, desde la producción de electricidad hasta la movilidad y la calefacción.”
Electrificación
La primera de las tres mesas redondas se dedicó al tema de la electrificación. Daniele Agostini, director de Políticas Energéticas y Clima del Grupo Enel, sostuvo que es el mejor modo de satisfacer las necesidades de energía en los sectores de la industria, la construcción y el transporte. No solo es esencial para lograr la neutralidad en carbono, con los numerosos beneficios que eso implica, como aire más limpio y mayor eficiencia energética, sino que además ofrece un mayor grado de seguridad, ya que ayudará a Europa a superar su dependencia del gas importado del exterior. El panel también observó algunos de los factores que han frenado la electrificación y la sesión terminó con un simple pero apasionado llamamiento por parte de la moderadora, Claudia Brandus, coordinadora de Asuntos de la UE para los países Enel: “¡Necesitamos electrificar ahora!”.
Una transición justa
La segunda mesa redonda se focalizó en la cuestión de la “transición justa”, que debería ser “impulsada social y medioambientalmente”. Uno de los mayores retos asociados a la descarbonización es la necesidad de equilibrar las prioridades medioambientales y las socioeconómicas. Chiara Palmisani, directora de Sostenibilidad en Europa de EGP, enfatizó que la sostenibilidad debe también incluir la justicia social e incidió en la necesidad de políticas más inclusivas. Debemos adoptar un “enfoque ecosistémico” para que las transiciones de sostenibilidad sean justas y podamos aprender de los procesos de consolidación de paz. Eso significa encontrar a la gente allí donde esté, hablar su idioma y construir puentes entre grupos con diferentes identidades y necesidades. “Los desequilibrios deben abordarse más pronto que tarde, porque la transición energética también representa una oportunidad única”, dijo. Y agregó: “El aspecto más delicado concierne a las regiones cuyas economías se basan principalmente en los combustibles fósiles. Aunque la desaparición de algunos trabajos es inevitable, los gobiernos nacionales y las agencias supranacionales pueden intervenir con programas de capacitación para empleados y brindar formación profesional para ofrecer nuevas oportunidades de empleo, comenzando por la reubicación en nuevas actividades vinculadas con las fuentes renovables. Al mismo tiempo, el sector privado también debe desempeñar su papel, invirtiendo en la creación de valor local”.
Una alianza global
La tercera y última mesa redonda sobre la Alianza Mundial para la Energía Sostenible fue una oportunidad para profundizar en los objetivos de esta nueva organización. La sesión se abrió con un mensaje en vídeo del portavoz de la Alianza, el CEO de EGP, Salvatore Bernabei, quien subrayó que “esta es una alianza realmente global porque es inclusiva y representa a todos los sectores energéticos. Necesitamos tener un impacto colectivo para desarrollar la energía sostenible”.
La inclusividad, particularmente en el caso de la generación más joven, que literalmente heredará la Tierra, ocupó un lugar destacado en esta mesa redonda. Los miembros del panel incluyeron a Fernanda Matsuoka, cofundadora y directora de operaciones de Youth Climate Leaders. Cuando se le preguntó qué se podía hacer para incluir a la gente joven en el proceso de descarbonización, dio una divertida respuesta: “¿Cuánto tiempo tenemos?” Luego continuó diciendo que los jóvenes necesitan ser empoderados: eso se puede hacer mediante campamentos de formación, contratándolos, capacitándolos para nuevas profesiones y construyendo un programa para jóvenes. La reciente manifestación liderada por Greta Thunberg en la COP26 de Glasgow fue una dura evidencia de que muchos jóvenes se muestran escépticos ante los compromisos de los políticos para frenar el cambio climático. Por eso, cuando se trata de energía sostenible, tenemos que subirlos a bordo. En realidad, a todas las generaciones, no solo a los jóvenes.
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