La lluvia que cae en estados del noreste de Estados Unidos como Massachusetts, Pensilvania o Virginia transporta ya la radiación procedentes de la central nuclear de Fukushima (Japón). California, Hawai, Washington, Colorado y Oregón eran, hasta ahora, los únicos estados que habían detectado partículas radiactivas procedentes del accidente nuclear.
Los departamentos de salud de esos estados han emitido sendas alertas en las que advierten a sus ciudadanos que no beban el agua de la lluvia, aunque insisten en que el agua corriente no está contaminada y en que los niveles de radiactividad son mínimos y no entrañan ningún peligro para la salud pública.
La Agencia de Protección Medioambiental (EPA) confirmó que está analizando muestras de Pensilvania y Masachusets y que comienza a prepararse por si aparecieran en otros estados. Cuatro reactores de la central de Fukushima Daiichi (N.1) resultaron dañados gravemente al detenerse su sistema de enfriamiento tras el mayor seísmo registrado en Japón y su posterior tsunami.
Tepco ha informado que el hallazgo de plutonio no va a hacer que se suspendan las tareas que se están realizando en la central nuclear. También ha informado que ha detectado un nivel de radiación de 1.000 milisieverts por hora, diez veces superior al normal, en el agua de dos fosas y un túnel subterráno conectados con el edificio que alberga el reactor 2 de la central nuclear Fukushima-1.
En el túnel hay varias tuberías y cables eléctricos del reactor 2 y une los cimientos del edificio del reactor y la costa. Estas instalaciones fueron investigadas tras descubrirse un charco de agua en los sótanos del edificio, informa la agencia de noticias japonesa Kiodo. Las dos fosas, llenas de agua y conectadas con el túnel, se encuentran a unos 55 metros de la costa, por lo que no se espera que el agua contaminada llegue al mar. Ambas fosas tienen una profundidad de unos 16 metros.
El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, consideró que los altos niveles de radiación detectados en zonas del edificio de turbinas del reactor 2 fueron causados por barras de combustible nuclear parcialmente fundidas. Edano afirmó que esa fusión parcial fue además temporal, aunque ha provocado que el agua que anega partes del edificio de turbinas de la unidad 2 registre altos niveles de radiactividad y dificulte el trabajo de los operarios.
La Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa ha reconocido este lunes que el hallazgo de plutonio supone la confirmación de que se ha producido la fusión parcial de las barras de combustible de alguno de los reactores. Un portavoz de la Agencia, Hidehiko Nishiyama, ha calificado de "deplorable" que se haya detectado material radiactivo tóxico a pesar de la existencia de varios sistemas de contención en los reactores. Nishiyama ha señalado que aún se desconoce de cuál de los seis reactores de la central procede el plutonio, por lo que las autoridades y Tepco, tienen previsto reforzar las inspecciones medioambientales tanto en la planta como en el exterior.
Por otro lado, nuevas pruebas en el agua de mar alrededor de Fukushima han confirmado que la contaminación radiactiva se ha extendido a 1,6 kilómetros más al norte de la instalación nuclear que en la última medición. Las autoridades japonesas, sin embargo, han asegurado que no se está pescando en esa área. Los equipos técnicos de la empresa operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), intentan desde el 12 de marzo restablecer la energía eléctrica en la central, para poner en funcionamiento las bombas del sistema de enfriamiento.
Reactor 1: La electricidad ha sido parcialmente restablecida en la sala de control, donde la luz ha vuelto a encenderse. El sistema de enfriamiento sigue aún paralizado. Agua radiactiva (0,4 milisieverts) ha sido hallada en el subsuelo de la sala de máquinas, así como en un túnel que desemboca en el exterior del edificio. Una bomba eléctrica ha sido instalada para evacuar esa capa en la vasija del condensador.
Reactor 2: La electricidad ha sido parcialmente restablecida en la sala de control, donde la luz ha vuelto a encenderse. El sistema de enfriamiento sigue aún paralizado. La piscina de combustible gastado, situada en el edificio del reactor por encima del recinto de contención, volvió por fin a su nivel normal. Agua altamente radiactiva (1.000 milisievert) ha sido hallada en el subsuelo de la sala de máquinas, así como en un túnel subterráneo que desemboca en el exterior del edificio (6.000 m3). El bombeo no ha podido comenzar a causa de la fuerte radiactividad.
Reactor 3: El más averiado por una explosión y un conato de incendio. La electricidad fue restablecida parcialmente el 22 de marzo en la sala de control, donde se encendió la iluminación. El nivel del agua en la piscina de combustible gastado sigue siendo incierto. Agua altamente radiactiva (750 milisievert) ha inundado el subsuelo de la sala de máquinas, así como un túnel subterráneo que desemboca en el exterior del edificio. No ha sido posible bombear a causa de la radiactividad.
Reactor 4: la red eléctrica funciona, pero ningún equipo ha sido conectado. El nivel de agua en la piscina de combustible gastado ha vuelto al nivel normal. Agua contaminada ha invadido también el subsuelo de la sala de la turbina. El nivel de radiactividad es lo suficientemente débil como para permitir trabajos de bombeo.
Reactor 5: El sistema de enfriamiento es alimentado con electricidad y funciona.
Reactor 6: El sistema de enfriamiento es alimentado con electricidad y funciona.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón dijo que se espera que los cuatro primeros reactores de la central nuclear se refrigeren con agua dulce en lugar de salada, que deja sedimentos y podrían impedir el enfriamiento de las piscinas de combustible usado. La agencia indicó que se está estudiando cómo drenar el agua que inunda algunas zonas del edificio de turbinas de las unidades 2 y 3, mientras las labores de bombeo de agua altamente radiactiva desde el reactor 1 ya han comenzado. Ese agua con altas concentraciones de material radiactivo, que ya causó quemaduras a dos trabajadores de la planta la pasada semana, está retrasando las labores de los operarios para restablecer los sistemas de refrigeración de los reactores.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.