Para obtener un panorama concreto de la situación actual de la región, el país y el mundo nos pusimos en contacto con dos especialistas del sector: Rosío Antinori, tresarroyense, abogada y diputada provincial, y con Regina Ranieri, ingeniera, Business Development Manager en UL Renovables y líder en el ámbito. Con ellas dialogamos acerca de tres ejes: Sudoeste Bonaerense, contexto internacional y una mirada al futuro.
El Sudoeste Bonaerense
Rosío Antinori: “Tenemos el privilegio de que Bahía Blanca y su región se destaquen por la calidad de sus vientos, la disponibilidad de áreas rurales para el desarrollo de los parques, la infraestructura del puerto, las redes de transporte vial, entre otros grandes beneficios. Esto dio lugar a que el 60% del total de los parques adjudicados en el programa RenovAR se concentre en esta zona.
Estamos orgullosos de lo logrado. Hoy tenemos 10 parques eólicos funcionando, con impacto en lo inmediato. Según una estimación de la Secretaría de Energía de Nación, el sector eólico generó 8 mil puestos de trabajo. Y el de las energías renovables en su totalidad, 17 mil. Y el 70% de los parques eólicos en el país son de empresas argentinas.
En cuanto a lo energético, los resultados son notables. El municipio de Bahía Blanca, por ejemplo, ya produce más energía con el viento de la que consumen sus hogares. En los dos primeros meses de 2019 los molinos eólicos inyectaron a la red 170 GWh, mientras que la distribuidora local de energía entregó en la ciudad 120 GWh en el mismo período”.
Regina Ranieri: “El triunfo de Biden tiene un beneficio internacional para las energías renovables. Estados Unidos y China son los principales emisores de gases de efecto invernadero en el mundo. Para nuestro país (que significa el 1% de la contaminación global) el resultado de la elección puede beneficiar en que hay fondos norteamericanos invirtiendo en Argentina que podrían tener más incentivos para desarrollar renovables. Pero en la medida que no podamos mostrar que tenemos visión a largo plazo, seguridad jurídica o incentivos para invertir, no va a ser posible. Dependemos de cómo se propicia el país para recibir inversiones”.
La mirada al futuro
Regina Ranieri: “Al no tener visibilidad ni visión a largo plazo, las empresas que generan empleo y actividad en industria (manufactura, ingeniería, electricidad, etc.) se van o deciden invertir en otros países. Al momento se ha priorizado Vaca Muerta, que va en contra de las renovables, pero a favor del empleo, algo necesario en el contexto pandémico. Esto hizo que se descuide el plan de las renovables y, al no comunicarse la visión, las chances son difíciles.
Se está trabajando en dos proyectos de ley: 1) Logística sustentable y electromovilidad y 2) Hidrógeno. Con esas dos industrias hay posibilidades de almacenar energía y generar un nuevo escenario de oferta/demanda para expandir el mercado de energía renovable.
A diferencia de lo que se cree, las energías renovables no son costosas. Son aún más baratas que las tradicionales. Y la clave está en los beneficios que trae. Ahí tiene que radicar la inteligencia de Argentina para promover las condiciones de las renovables: generar condiciones viables para que se acerquen los inversores”.
Antinori: “Estoy convencida que hemos superado uno de los mayores inconvenientes: salir de la inercia y entrar en movimiento. Es decir, poner a girar la rueda de las renovables. Ahora el desafío será lograr que siga girando. Y para eso, el rol nuestro, de los intendentes, de los inversionistas, y de todo aquel que crea que por acá es el camino, será determinante y fundamental”.
Las energías renovables, incluida la energía eólica, son el presente y el futuro del mundo, no hay discusión posible respecto a ese enunciado. El Sudoeste Bonaerense es pionero en el país debido a la construcción de varios parques eólicos en el marco del programa RenovAR y puede ser clave para el desarrollo debido a la calidad de sus vientos, la cercanía con el puerto y la Zona Franca.
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