Este megacomplejo de energía eólica de 714 megavatios estará a pleno rendimiento a mediados de 2020.
Iberdrola ha iniciado la fase final de construcción del parque eólico marino East Anglia One, ubicado en aguas inglesas del Mar del Norte, con la instalación desde este fin de semana de las primeras unidades del total de 102 aerogeneradores de 7 megavatios (MW) suministrados por Siemens Gamesa.
Así lo explicó el director del proyecto eólico marino de Iberdrola en Saint Brieuc (Francia) y uno de los pioneros en el impulso de este tipo de instalaciones en la compañía, Rafael Vara, durante una visita a las obras de East Anglia, la mayor iniciativa de una empresa española en la historia de las renovables, con una inversión récord de más de 2.500 millones de libras (unos 2.800 millones de euros).
Con una potencia prevista de 714 MW, East Anglia One se sitúa a unos 50 kilómetros de la costa de Suffolk (Reino Unido) y cubre un área de 300 kilómetros cuadrados, lo que equivale a 40.000 campos de fútbol. De hecho, este parque se convertirá, cuando se ponga en marcha a pleno rendimiento a mediados de 2020, en el segundo parque eólico marino más grande del mundo y generará energía limpia para abastecer a más de 630.000 hogares británicos.
Vara indicó que el proceso de instalación de los aerogeneradores se llevará a cabo a un ritmo de cuatro cada 10 días, a través de viajes en barco, lo que permitirá culminar este proceso en abril de 2020. Una vez vayan siendo instalados, los aerogeneradores empezarán a producir electricidad.
Iberdrola ya ha instalado todos los pilotes (la parte inferior de las cimentaciones que se coloca en el fondo del mar para formar una base segura) de esta infraestructura y gran parte de los jackets (plataforma en donde se instalan los aerogeneradores) y tiene la subestación marina Andalucía II en fase final de instalación y puesta en marcha.
La construcción de esta gran iniciativa está impulsando la industria eólica marina en Europa, dando ocupación a más de 1.300 personas en varios países y siendo clave para varios sectores, como el naval. En España, Iberdrola, además de con Siemens Gamesa, ha contado con la participación de empresas locales como Navantia o Windar.
Siemens Gamesa está construyendo las 306 palas para los aerogeneradores en sus instalaciones de Green Port Hull, para lo que está requiriendo de un equipo de 850 personas. Están fabricadas de fibra de vidrio y miden 75 metros de largo, similar a la envergadura del avión gigante Airbus A380.
El astillero público se encargó de la construcción de la subestación, la ‘Andalucía II’, fabricada por Navantia en Puerto Real (Cádiz). Se trata de la mayor subestación marina en corriente alterna construida en el mundo, e incluye innovaciones en materia de diseño desarrolladas por Iberdrola para hacerla más compacta, reduciendo su peso a 3.900 toneladas, lo que facilita su instalación a los navíos.
La subestación inició su travesía de Puerto Real a aguas inglesas en agosto de 2018, donde se instaló a finales de ese mismo mes, y está siendo activada en estos momentos.
Además, de las 102 cimentaciones tipo jacket, Navantia fabricó 42 en Fene (España) y Windar construyó los pilotes en Avilés (Asturias). Las otras 60 cimentaciones las fabricó Lamprell en los Emiratos Árabes Unidos y Harland & Wolff en Belfast.
La instalación de las cimentaciones del proyecto se ha llevado a cabo desde el puerto holandés de Vlissingen, mientras que los componentes de los aerogeneradores se están montando previamente en el puerto británico de Great Yarmouth.
Por otro lado, el Puerto de Lowestoft será la base del centro operación y mantenimiento durante los más de 30 años de vida operativa prevista para East Anglia One. Cuando el parque eólico entre en operación, más de 100 personas serán empleadas a tiempo completo en el puerto.
Este nuevo parque eólico marino forma parte de un proyecto aún más ambicioso. Iberdrola, a través de su filial británica ScottishPower Renewables, también está desarrollando otros tres parques eólicos en el entorno de East Anglia One, que se encuentran en distintas etapas de progreso: East Anglia ONE Norte (hasta 800 MW), East Anglia TWO (con una capacidad de hasta 900 MW) e East Anglia THREE (con una capacidad de hasta 1 200 MW).
APUESTA POR LA EÓLICA MARINA
Actualmente, Iberdrola ya tiene en operación dos instalaciones: por un lado, el parque de West of Duddon Sands. Puesto en marcha en 2014 en el Mar del Norte, se convirtió en la primera planta de estas características promovida por una empresa española. Por otro, el parque Wikinger, en aguas alemanas del Mar Báltico y en funcionamiento desde diciembre de 2017.
Pero la apuesta pionera y decidida de Iberdrola por la generación eólica marina se consolidará en los próximos años, gracias a una cartera de proyectos mediante esta tecnología que alcanza los 12,4 gigavatios (GW).
En Estados Unidos, Iberdrola, a través de su filial Avangrid, dispone de proyectos de eólica marina en construcción o en cartera que totalizan 7.300 megavatios (MW) de capacidad. La compañía ya está promoviendo el mayor parque eólico marino a gran escala en Estados Unidos, Vineyard Wind, frente a las costas del estado de Massachusetts, cuyos 800 MW de potencia serán capaces de atender las necesidades energéticas de 1 millón de hogares.
Asimismo, Avangrid dispone de una cartera de 6.500 MW adicionales en las costas de Estados Unidos, que podría llegar a desarrollar en los próximos años. En concreto, la filial de Iberdrola tiene la posibilidad de promover, para el año 2027, otros tres grandes proyectos de eólica marina: alrededor de 2.000 MW adicionales en la primera fase de Vineyard Wind, otros aproximadamente 2.000 MW en la segunda fase de Vineyard Wind y alrededor de 2.500 MW en Kitty Hawk (Carolina del Norte).
En Europa, además del complejo East Anglia, la empresa desarrolla en Alemania dos nuevos parques eólicos marinos en aguas del Báltico con una potencia total de 486 MW: Baltic Eagle y Wikinger Süd.
A estas nuevas instalaciones se sumará la de Saint Brieuc, en aguas francesas, cuya entrada en operación se prevé para 2022. Este parque eólico tendrá una potencia de 496 MW y estará ubicado en la bahía de Saint-Brieuc, frente a la costa de la Bretaña francesa, 20 kilómetros mar adentro.