El intercambio de conocimiento entre personal técnico de China y Argentina es uno de los avances concretos en los grandes proyectos de infraestructura que anuncian ambos países, en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta, destacaron trabajadores argentinos de la empresa Power China.
La compañía china contribuye actualmente al desarrollo del complejo de energía eólica «Loma Blanca», ubicado en la provincia argentina del Chubut, en el centro-sur de la región patagónica.
Al proyecto están sumados empleados chinos y argentinos de distintas áreas, en una dinámica que comenzó con el entendimiento sobre las formas propias del trabajo y que ahora trasciende al aprendizaje mutuo.
Betiana Caramelli, responsable del Departamento de Calidad de los parques eólicos, es una de las jóvenes trabajadoras argentinas que acompaña la obra desde sus inicios en julio de 2018.
La joven compartió en entrevista con Xinhua que al principio la relación fue difícil, aunque rápida, ya que antes de lograr un buen engranaje en el trabajo, el personal chino debía conocer todo lo referente a las leyes argentinas y el argentino a las normas de la empresa.
«Creo que ha sido un ida y vuelta de los conocimientos, más que nada para ellos en la normativa argentina que no la conocían, que es diferente de la normativa que tienen en China», expuso Caramelli.
«Todo eso fue un proceso de aprendizaje para los dos (equipos), porque nosotros teníamos que explicarles a ellos y ellos nos comentaban cómo era que lo hacían ellos: fue un aprendizaje mutuo», agregó.
El desarrollo de la obra cuenta con profesionales en áreas como ingeniería eléctrica, civil, mecánica, electromecánica, topografía, traductores y operarios de máquinas, entre otras.
El ingeniero electromecánico José Luis Pintos destacó la «buena relación» que día a día construye el personal de China y Argentina, la cual a su juicio tiene un enfoque pragmático en virtud del avance de la obra.
«Ellos mismos, la empresa china, se está adaptando a nosotros, y creo que es algo mutuo: nosotros también tratando de adaptarnos a ellos», dijo Pintos.
«Y aquí hay que buscar el equilibrio y buscar un punto en común. Esta es una obra que tiene un principio y un fin, y a la cual debemos encauzarnos todos hasta lograr la meta», complementó.
Pintos consideró que en la interacción se genera «un acuerdo mutuo, donde estamos aprendiendo sus metodologías, sus tendencias, sus formas de trabajo, y opino que ellos también con nosotros», dijo.
«El personal que viene de China pregunta principalmente por las reglamentaciones, resoluciones o leyes en Argentina (…) vienen con una cultura de mente abierta, y opino que buscan el equilibrio y que esto (la obra) salga de la mejor manera posible», agregó.
A ojos de los trabajadores consultados por Xinhua, la iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China en 2013, además de producir resultados concretos como las obras de infraestructura instaladas o la cooperación tecnológica, tiene también un importante saldo educativo y contribuye al acercamiento cultural.
Por su parte, el director de Campo de la obra, el ingeniero Gabriel Hernández la consideró una «excelente iniciativa».
«Primero, porque los dos países físicamente están muy alejados», mencionó, para agregar que en lo cultural es positivo el complemento, «que unos a otros nos conozcamos y sepamos lo que uno piensa del otro y adaptarnos a trabajar en conjunto».
Se tiene previsto finalizar en diciembre próximo los cuatro parques eólicos que se construyen en el sur patagónico argentino, los cuales aportarán unos 256 megavatios (MV) a la red de suministro eléctrico del país.