Ecologistas en Acción valora la inclusión del alargamiento de la vida de las centrales nucleares en el diálogo social como algo que “raya el surrealismo”. La organización ecologista considera que los sindicatos UGT y CC OO defenderían mejor los intereses de lo trabajadores y la creación de puestos de trabajo si apoyarán más las energías renovables, en lugar de dar alas a la industria nuclear”.
Ecologistas en Acción denuncia como “un sinsentido la postura de los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, al apoyar la prolongación de la vida de las centrales nucleares dentro del diálogo social con el Gobierno”.
La confederación ecologista recuerda una vez más que la prolongación de la vida de las centrales nucleares no supone la creación de puestos de trabajo, ni ninguna otra ventaja adicional para los intereses de los/as trabajadores. Al contrario, “las centrales nucleares una vez amortizadas, dan unos pingües beneficios a sus dueños, puesto que se les paga la electricidad producida al triple de lo que les cuesta generarla, en una clara perversión de la competencia que tanto se dice defender en el Ministerio de Industria”.
Freno a las renovables
Por el contrario, Ecologistas en Acción opina que el mantenimiento de un parque nuclear como el actual supone un freno al desarrollo de las energías renovables, puesto que las centrales nucleares han obligado ya en varias ocasiones a paralizar la producción de energía eléctrica de origen eólico.
Si los sindicatos quieren defender los intereses de los trabajadores, mejor harían en trabajar por el desarrollo de las renovables, verdaderas creadoras de empleo. “De hecho, se estima que las renovables generan cinco veces más puestos de trabajo por unidad de dinero invertida que la energía nuclear”, afirma esta organización. Sería más sensato, por tanto, incluir en el diálogo social un cambio en el modelo productivo hacia formas más sostenibles que incluya un desarrollo de las energías renovables.
A Ecologistas en Acción le llama también la atención la postura del Gobierno, que se está desdiciendo una por una de todas las promesas que le auparon al poder. “El alargamiento de vida de las centrales no hace sino satisfacer los intereses de los sectores empresariales que provocaron la crisis”, indica. En estos momentos en que se debería aprovechar la actual situación para reformular el modelo productivo, “el Gobierno decide potenciar lo más rancio y contaminante de nuestro sistema de generación de electricidad: el carbón y la nuclear”, se añade.
La posición de Greenpeace
Por su parte, Greenpeace consideró, por su parte, inaceptable el acuerdo para alcanzar un pacto energético que incluya la apuesta por la energía nuclear y el alargamiento de vida de las centrales nucleares, que están planteando el Gobierno socialista y los sindicatos CC.OO. y UGT en el marco de las negociaciones sobre el retraso de la edad de jubilación y el cambio del sistema de pensiones.
La organización ecologista rechaza que el Gobierno y los sindicatos CC.OO. y UGT dejen al margen al resto de agentes interesados, entre ellos las ONG, en un asunto de este calibre y rechaza esta negociación a puerta cerrada sobre el modelo energético, demandando formar parte de las negociaciones sobre el modelo energético.
”¿Cómo piensa Zapatero crear ese millón de empleos verdes que anunció en la cumbre del G-20 en Seúl si decide apoyar la energía nuclear y el carbón, y mientras tanto destruir el sector de las energías renovables, que son las únicas que pueden garantizar la creación de decenas de miles de empleos sostenibles?”, se preguntó Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace.
La postura de CC.OO. y UGT al apoyar las energías sucias en ese acuerdo energético en detrimento de las renovables es, para Greenpeace, del todo incomprensible, ya que estos mismos sindicatos han publicado diversos estudios donde se reconoce el escaso potencial laboral de la energía nuclear en comparación con el enorme potencial que al respecto tienen las renovables.
Sorpresa mayúscula
”Nos sorprende especialmente que CC.OO., que en sus congresos ha acordado apostar por el abandono de la energía nuclear, ahora plantee todo lo contrario, aceptando alargar la vida de unas centrales nucleares viejas, peligrosas y totalmente amortizadas”, indicó Carlos Bravo, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.
"Pedimos a CC.OO. y UGT que reflexionen seriamente sobre las negativas consecuencias para el empleo verde y el medio ambiente que tendría apostar por energías sucias y peligrosas y marginalizar a las energías renovables", añadió Bravo.
En concreto, el 11 de noviembre de 2010, CC.OO. presentó, junto al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía del Ministerio de Industria, un "Estudio sobre el empleo asociado al impulso de las energías renovables en España" que cifraba en más de 128.000 empleos directos el potencial laboral de las renovables para el 2020, teniendo en cuenta sólo las previsiones oficiales de crecimiento de éstas.
Según otros estudios, como el Estudio del impacto macroeconómico de las energías renovables en España, de la asociación empresarial APPA, las renovables hicieron que producir electricidad fuese más barato, pues redujeron el coste total en 4.830 millones de euros en 2009 (más de lo que recibieron como primas), contribuyeron al PIB nacional con 8.525 millones, lograron exportaciones por valor de 3.042 millones y dieron empleo a cerca de 100.000 personas.
Desde el punto de vista socio-laboral, la nuclear es la fuente de energía que menos empleo genera por unidad de energía producida. En cambio, las renovables generan mucho más. Numerosos estudios e informes de organismos internacionales, ONG y sindicatos, entre ellos los realizados en España por Comisiones Obreras, así lo demuestran, arguye Greenpeace.
La realidad es, según datos de un estudio de Comisiones Obreras de 2006, que el sector nuclear contaba en 2005 con 4.124 empleados de los cuales el 52,8% pertenecían a la plantilla fija de las centrales nucleares. Estas cifras de empleo en las centrales nucleares aumentaban a 10.930 durante el periodo de recarga de las centrales, de los cuales el 20% pertenecía a la plantilla de la central. Incluso el Foro Nuclear, en contextos menos mediáticos, reconoce que el número de trabajadores del parque nuclear (empleados por contrata y de plantilla) ascendió a 8.152 en 2007 (Foro Nuclear, 2008).
"Las energías renovables y el ahorro y eficiencia energética son los únicos recursos energéticos limpios capaces de reducir de forma eficaz las emisiones de CO2 y al tiempo generar cientos de miles de puestos de trabajo, dotando de sostenibilidad energética a nuestra economía. Esperemos que los sindicatos y el Gobierno no olviden estos hechos, sobradamente demostrados", añadió Bravo.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
Por Antonio Cerrillo, www.lavanguardia.es