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EY realiza esta medición dos veces al año y en la versión anterior, de mayo, el país se ubicó dos posiciones más abajo, es decir, cayó de la sexta a la octava posición.
La sobrecapacidad de generación que por estos días exhibe el país en relación con una demanda que no repunta, es sólo uno de los factores que explican el descenso que Chile evidenció en el índice de países más atractivos para la inversión en energía renovable (Recai, por su sigla en inglés).
La socia líder de Sostenibilidad de la consultora en Chile, Alejandra Medina, comenta que si bien el modelo Recai recopila una gran cantidad de datos y eso hace difícil identificar una razón específica para explicar este descenso, más aún en el caso nacional, donde se trata de dos escalones en el listado, hay al menos dos factores que inciden en esta pérdida de atractivo.
Una de ellas son las continuas dificultades que evidencia la transmisión de energía desde la zona norte del Sistema Interconectado Central (SIC). A ello se suman el impacto de indicadores macro negativos, que reducen las estimaciones de consumo eléctrico, algo que quedó en evidencia -añade- en el recorte del volumen que se ofertó al mercado en la reciente licitación de suministro para clientes residenciales.
El informe adjudica esta nueva posición del país a que este año se observa una disminución de las nuevas inversiones en renovables, debido al exceso de capacidad de la red y adelanta que se espera que la interconexión entre los principales sistemas eléctricos nacionales podría ayudar a resolver este nudo en el mercado.
La especialista local destacó que quizás lo que podría haberle jugado más en contra a Chile fueron noticias muy positivas registradas en Francia, uno de los países que lo desplazó, aunque es destacable que se mantenga dentro del top ten.
Sin embargo, el retroceso es más notorio al comparar con la mejor posición que el país ocupó en este modelo y que se registró en mayo del año pasado, cuando se alzó como el cuarto país más atractivo para invertir en este tipo de generación.
En el caso local el predominio lo tienen las centrales eólicas y fotovoltaicas.
“Estas ubicaciones identifican y consolidan a Chile como uno de los países más atractivos en general para la inversión en energía renovable”, asegura Medina.
En el análisis del ránking por tecnología, Chile cayó un lugar en energía eólica, lo que no es significativo, dice Medina. Donde el retroceso es más evidente, añade, es en el plano solar, donde el descenso fue de tres puestos, lo que es coincidente con el retraso en el desarrollo de los proyectos.
Argentina al acecho Al revisar el listado, las cinco primeras ubicaciones se mantuvieron sin novedad respecto de mayo, con China encabezando con un total de 67,4 puntos (Chile obtuvo 56,1). Del resto, llamó la atención del avance de Argentina, que trepó un lugar, de la posición doce a la once.
Claro que si la comparación se hace respecto del resultado del ránking de hace un año, cuando la nación trasandina figuró en la posición 16, el ascenso es mucho mayor.
El salto se explica, según el Recai, por los contratos (PPA, por su sigla en inglés) de tipo privado que están impulsando este tipo de producción eléctrica en el país vecino.
“A los grandes consumidores de energía en Argentina se les permitirá entrar en PPA directamente con generadores de energía renovable, para cumplir con sus obligaciones de energía verde bajo las nuevas reglas del gobierno”, explican en EY.
Esto implica un cambio importante respecto del modelo anterior, en que todos los generadores estaban obligados a entregar su producción al administrador del mercado, la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
En paralelo, el gobierno de ese país acaba de lanzar la segunda licitación RenovAr, que considera la instalación de 1.200 MW de nuevas energías renovables, lo que incluye 550 MW eólicos, 450 MW solares y 100 MW de biomasa, así como proyectos de hidroelectricidad y biogás. En este caso, se trata de contratos a 20 años con Cammesa y que entrarán en vigencia en 2019.
“Los países del resto de la región están incorporando iniciativas que vienen desarrollándose hace bastante tiempo en Chile. Sin duda, esto hace que el mercado latinoamericano sea más competitivo y pone presión a Chile para ir mejorando en las brechas detectadas, como son la interconexión de los dos sistemas y su capacidad”, apunta la socia líder de sostenibilidad de EY Chile.
Esta presión se evidencia también con el caso de Brasil, que pese a su compleja situación económica, en tanto, se mantiene dentro de los veinte países con mayor atractivo para invertir en este tipo de energías.