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La misma incluye una línea de transmisión que abarca mil 790 kilómetros con una tensión de 230 mil voltios y una capacidad de transmisión de 300 Megavatios de Guatemala a Panamá, al tiempo que cuenta con una fase adicional para interconectar la red -en sus extremos- con México y Colombia.
Ese sistema, de acuerdo con especialistas del ramo, permite aliviar la escasez de energía periódica en la región, reducir costos de operación y optimizar el uso compartido, así como la dinámica de un mercado energético competitivo que atraiga más inversión extranjera hacia el área.
Pero para entender esta capacidad exportadora que hoy presenta Nicaragua hacia sus vecinos en dicho contexto, es clave comprender el avance de la cobertura eléctrica a nivel nacional, realidad que muchos califican de sorprendente.
En octubre del pasado año el país más grande de Centroamérica, con una superficie de 130 mil 370 kilómetros cuadrados y una población de más seis millones de habitantes, alcanzó un 90 por ciento de cobertura eléctrica a nivel nacional, tras una inversión de más de 600 millones de dólares en 10 años.
Este registro es considerado un hito histórico para Nicaragua, si se tiene en cuenta que en 2006 el país apenas alcanzaba 54 por ciento de cobertura, en medio de apagones y una severa crisis energética.
Al respecto, el presidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel), Salvador Mansell, recordó que ante esa realidad sufrida por la mayoría de los nicaragüenses durante los gobiernos neoliberales, Daniel Ortega ordenó inmediatamente tras su asunción al poder, la ejecución de un plan nacional para ampliar la cobertura eléctrica.
De esa manera, si hace 10 años el servicio eléctrico llegaba a apenas a unas 580 mil viviendas, en la actualidad son un millón 80 mil hogares los que cuentan con este beneficio.
Por otra parte, Mansell explicó que para el período 2017-2021, Enatrel continuará con el programa de electrificación, por lo cual tiene previsto instalar este año 12 mil paneles solares en la costa Caribe, a fin de fortalecer el suministro en esas zonas remotas.
En tanto, en 2016 se instalaron siete mil paneles solares y mil 500 sistemas adicionales para dar cobertura a regiones de difícil acceso, al tiempo que para este nuevo año la meta es llegar a un 93 o 94 por ciento de cobertura a nivel nacional.
Hay que tener en cuenta que en Nicaragua más de la mitad de la energía es renovable, eólica, solar, biomasa, geotérmica e hidroeléctrica, como parte de la transformación y diversificación de la matriz energética que impulsa el gobierno sandinista.
Este factor le permite al país una mayor eficiencia energética, con un impacto significativo favorable para el medio ambiente, al eliminar miles de toneladas de emisiones de CO2 (dióxido de carbono) al año.
Al respecto el presidente de la Cámara de Energía, César Zamora, confirmó recientemente que se evalúan o ejecutan proyectos energéticos, hidroeléctricos, de biomasa, geotérmicos y solares.
‘Tenemos proyectos completos con financiamiento disponible y con plazos específicos para cumplir las metas que requieran las autoridades, para que los proyectos no entren en quiebre, hay proyectos de todos’, puntualizó.
A su vez, subrayó que será el gobierno central quien determinará las prioridades para la realización de las iniciativas a mediano plazo.
‘Este es un mercado consolidado y queremos desde el sector privado seguir invirtiendo en el país’, enfatizó.
Alberto Corona
prensa-latina.cu