Vehículos eléctricos para las smart cities

REVE

Con una autonomía de 400 km y con unos costes a lo largo de su vida inferiores a los de gasolina, el coche eléctrico se posiciona como  la mejor alternativa para la movilidad diaria.

El coche 100% eléctrico propicia importantes beneficios medioambientales en comparación con el de gasolina: en el suroeste de Europa está comprobado que el transporte por carretera es responsable del 20% de las emisiones de CO2 y el 35% de las partículas PM2,5, especialmente perjudiciales para las personas. Además, a día de hoy, el vehículo eléctrico puro es el doble de eficiente que uno de gasolina, diferencia que se acrecentará en las smart cities del futuro con una mayor generación de energías renovables.

 

Antes de fin de año,  se van a poner a la venta coches eléctricos puros con autonomías alrededor de los 400 kms., lo que reducirá su dependencia de la carga y facilitará que sus usuarios (particulares o empresas) puedan instalar cargadores de 3,7 kW en las plazas de garaje, por ejemplo, que permitirán conectar y recargar la batería por las noches. Todos estos factores contribuyen a que la movilidad eléctrica se convierta en un factor clave para potenciar la sostenibilidad en las smart cities.

 

Por otro lado, la Fundación para el Fomento de la Innovación Industrial ha realizado recientemente una comparativa entre el Nissan Leaf (100% eléctrico) y el Nissan Pulsar (gasolina) en la que concluye que a los 130.000 kms. se amortiza el sobre coste del primero sobre el segundo, sin considerar las subvenciones actuales. Con ayudas, este punto de equilibrio se alcanza a los 75.000 km. A partir de ese momento, el ahorro para el propietario es de 1.300€ por cada 15.000 km.

 

En palabras de Diego García Carvajal, Director de la Oficina en España del Instituto Europeo del Cobre, “con la movilidad eléctrica podemos cuidar nuestro entorno natural, con un ahorro de recursos naturales y de contaminación atmosférica, a la vez que potenciamos la  rentabilidad para sus usuarios. La industria del cobre se ha consolidado como un elemento fundamental en el desarrollo de los vehículos eléctricos, tanto para la fabricación de sus componentes- 50 kgs. de media frente a los 25 kgs. de uno de gasolina- como para la de los equipos de carga y conexión a la red eléctrica. De esta manera, contribuimos a la implantación de un sistema de transporte sostenible, que es uno de los pilares básicos de cualquier smart city”.