Tal vez el nombre BYD no le suene cercano. En una entrevista en 2003, Wang contaba que las letras no tenían un significado especial y bromeó diciendo que eran por "bring you dollars". Hoy, tienen un nuevo significado: Build Your Dreams (construye tus sueños). Pero la empresa está presente en Chile a través de Empresas Indumotora, y es posible ver sus autos en las calles de nuestro país.
Aunque hay que decir que los autos no son, hasta ahora, el negocio central de la compañía. Veamos: BYD es el mayor fabricante mundial de baterías para teléfonos celulares y otros dispositivos móviles, con un 60% de participación en las baterías de níquel y un 30% en las de ión de litio. No sólo fabrican baterías y aparatos según las especificaciones de multinacionales como Nokia o Motorola, también son capaces de diseñar un producto desde cero para sus clientes. BYD, que se abrió a la bolsa en Hong Kong en 2002, exhibe múltiples distinciones: es una de las cien mayores empresas de tecnología electrónica de China, una de las cien principales empresas privadas de China y ocupó el primer lugar en el ranking de empresas tecnológicas de BusinessWeek en 2010.
Lo que ha conseguido la empresa en sus quince años es impresionante. Su casa matriz forma parte de un complejo industrial de 1.800.000 metros cuadrados, junto con uno de sus tres institutos de investigación (autos, electrónica y materiales) y planta de fabricación de motores y ensamblaje de autos, que se construyó en apenas 18 meses y que incluyó aplanar varias colinas y rellenar algunas lagunas en la zona de Pingshan, en Shenzhen.
Pero la empresa no se ha dormido en los laureles. En lugar de defender una posición cómoda en electrónica y baterías, anónima, ya que sus productos se vendían bajo otras marcas, optó por lanzarse a la aventura. En 2003 compró Tsinchuan Automobile, lo que le dio una licencia para fabricar automóviles en China, con la idea de abordar el naciente mercado para los autos eléctricos aprovechando su experiencia con las baterías. Entonces, la idea de un coche eléctrico era poco más que una quimera y hubo desconcierto entre los inversionistas. Pero la determinación de BYD comenzó a llamar la atención y en septiembre de 2008 recibió el espaldarazo de Warren Buffett, quien compró el 10% de la firma en US$ 230 millones (con el alza en el precio de la acción, esa participación asciende hoy a unos US$ 1.200 millones). Más recientemente, compró otra empresa que le dio la posibilidad de fabricar autobuses: ya hay un bus eléctrico, el K9, que el próximo año entrará en operación comercial en la provincia china de Hunan.
BYD Auto ha estado a la altura del desafío: es la marca de autos independiente más vendida en China y la tercera tras Volskwagen y GM, aunque hasta ahora se trata de modelos convencionales a gasolina. Y sus metas no son menores: quiere ser la principal automotriz en China en 2015 y la mayor del mundo para 2025.
Esto no significa descuidar las otras líneas de negocios. BYD destina el 8% de sus ingresos a investigación y desarrollo cada año y está reforzando también sus operaciones en nuevas energías, aplicando sus conocimientos de baterías a la creación de sistemas que permiten acumular electricidad generada en instalaciones solares y eólicas. Hay experiencias a nivel de hogares, mediante una alianza con KB Home en California, y otras a nivel de operadores, que buscan gestionar de mejor modo la oferta energética. Para seguir soñando.
La vida del futuro
En Lancaster, California, hay unas 500 casas con paneles solares en el techo y baterías en el garage. Gracias a una alianza entre KB Home y BYD, las familias que residen en estas viviendas pueden probar la vida del futuro, con autos eléctricos (sin emisiones) que pueden conducirse a un costo mucho menor que uno convencional. Las baterías permiten almacenar electricidad de la red en horario de baja demanda y energía captada por los paneles solares, para utilizarla en horarios de mayor consumo.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
El mismo principio puede aplicarse a instalaciones industriales e incluso, a nivel de distribución. En la casa matriz de BYD ya funciona un sistema de 1 MW que se carga durante la noche y complementa la energía suministrada por la red convencional en horarios punta, permitiendo una mejor gestión de la electricidad.
En Estados Unidos, BYD construyó para MidAmerican Energy, filial de Berkshire Hathaway, una central de 2 MW que servirá para pruebas antes de avanzar hacia instalaciones de mayor tamaño y que podrían llegar a 100 MW o 200 MW.
Marcela Corvalán Moyano, www.df.cl