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Las principales asociaciones empresariales del sector de energías renovables, organizaciones medioambientales y entidades de la sociedad civil, reclaman al Gobierno en funciones y a los grupos parlamentarios la puesta en marcha de medidas urgentes para sacar a las energías renovables de su actual situación de bloqueo y reorientar la política energética hacia la sostenibilidad.
En los últimos informes sectoriales se ha reiterado el contraste existente entre el rápido desarrollo que están registrando las energías renovables a nivel internacional, gracias a que países como China e India están apostando fuertemente por ellas, y la situación de España, donde el sector de las renovables se encuentra en una absurda situación de parálisis.
Las energías renovables son una fuente de energía limpia y competitiva en términos económicos, como demuestran las recientes experiencias de las subastas energéticas llevadas a cabo en Latinoamérica. Estos datos demuestran que a día de hoy las energías renovables son competitivas, por lo que es incorrecto afirmar que hay que esperar más tiempo para llegar a una situación ideal.
Por esta razón, instamos a las formaciones políticas a priorizar en sus negociaciones la Transición Energética a un modelo eficiente y 100% renovable y el fomento de las energías renovables, que además representan un importante sector económico que puede contribuir a la creación de empleo cualificado y capilar.
Damos la bienvenida al anuncio de la Unión Europea de acelerar la ratificación del Acuerdo de París. Esperamos que España haga su parte y tome también medidas urgentes para ratificarlo. Llevar al Congreso la propuesta de ratificación es la única forma de que los compromisos adquiridos en París se materialicen en hechos. España debe comprometerse y adherirse formalmente al acuerdo, como han hecho recientemente potencias mundiales como Brasil, China y Estados Unidos.
Urge empezar a realizar cambios sustanciales en la legislación vigente para dotar al sector renovable de un marco regulatorio estable, que le dé estabilidad, acabe con la incertidumbre actual y permita atraer de nuevo a inversores con voluntad de desarrollar proyectos. Es preciso encontrar una fórmula para recuperar la seguridad jurídica, tanto para las instalaciones en funcionamiento como para las nuevas. Mientras tanto, es importante asegurar que haya estabilidad en los parámetros retributivos. Asimismo, urge revisar la tremenda e injusta fiscalidad que tienen que soportar las energías renovables y que se aplique bajo el principio de «el que contamina paga».
En cuanto a la adjudicación de nueva potencia renovable, si se pretende seguir con el instrumento de las subastas, y a la vista de los resultados de las realizadas, habría que llevar a cabo importantes cambios en los procedimientos actuales para que puedan ser una herramienta adecuada para la adjudicación de proyectos. Para ello, habría que aprovechar las mejores prácticas de las subastas llevadas a cabo a nivel internacional y suprimir el mecanismo marginalista, de forma que el precio ofertado coincida con el que se recibirá.
Reclamamos la eliminación de las barreras económicas, técnicas y administrativas al autoconsumo y la derogación del llamado Impuesto al Sol, la normativa sobre autoconsumo más restrictiva del mundo, ideada para desincentivar al consumidor y dificultarle su posible práctica. Autoconsumir energía eléctrica sin ningún tipo de cargo, con posibilidad de recibir una remuneración por los excedentes de energía producida y sin sufrir trámites administrativos complicados e innecesarios es un derecho ciudadano por lo que prolongar este régimen sancionador absurdo hasta la formación de un nuevo Gobierno no tiene ningún sentido, menos aun cuando el propio ejecutivo se comprometió, hace tan solo unos días, a anularlo en el pacto PP- Ciudadanos.
Instamos al Gobierno en funciones a extremar las medidas para aumentar el nivel de transparencia en toda la política energética, por ejemplo, respecto a planes, pagos y ayudas para minería, energías fósiles, nucleares, para poder realizar un debate informado sobre los costes reales del sistema eléctrico de cuyos detalles sólo se conocen los debidos a las renovables.
Por último, demandamos al actual Secretario de Estado de la Energía, que cese en su ataque al sector renovable, que puede y debe ser pieza fundamental en el desarrollo económico e industrial del país y que, en contra de sus reiteradas declaraciones, es un sector que ha demostrado su competitividad