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“La energía eólica es el futuro de este departamento, para surtir a Colombia de energías renovables. También adelantamos diseños para tener 11.000 soluciones con paneles solares de aquí a un año, de tal manera que atendamos poblaciones dispersas”, agregó González.
La misión humanitaria que desplegó el presidente Juan Manuel Santos en La Guajira ha dado buenos resultados en algunos municipios y ha hecho evidente, también, la falencia del Estado en aspectos administrativos. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) logró, en la primera semana, rescatar a una bebé de siete meses con desnutrición severa y posible neumonía. El jueves pasado, en la ranchería Cangrejito lograron trasladar a tres niñas al Hospital Nuestra Señora de los Remedios en Rioacha y atender a 122 menores de edad que necesitaban valoración nutricional.
Con 10 unidades móviles recorriendo La Guajira , el Icbf ha intentado prevenir más muertes por densutrición en el departamento (en lo corrido del año van nueve). Se espera que en los próximos días el instituto presente a los nuevos operadores que contrató en 2016 para atender a los niños en La Guajira. Según la directora de la entidad, había casos de corrupción y clientelismo con los antiguos operadores.
En la mañana de ayer, el presidente Santos viajó a La Guajira para constatar la situación de la población. Su viaje se presenta en un contexto adverso para el Gobierno, pues la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) le otorgó medidas cautelares a la comunidad wayúu por las muertes de desnutrición en el departamento (según el Gobierno, han fallecido 294 niños en los últimos ocho años, cifra que no corresponde con la de las autoridades indígenas, que han denunciado la muerte de 4.770 niños en el mismo período).
La visita de la delegación del Gobierno no ha estado exenta de tropiezos. Habitantes wayúu denunciaron que no les está llegando la bienestarina que debería entregar el Icbf. La directora del institución asumió el problema: “Yo misma iré a la Fiscalía a presentar las denuncias que recibamos de cada una de las comunidades. Precisamente por eso hicimos los contratos a cuatro meses, para evaluar cómo prestan el servicio. En cuatro meses seguirán solo los buenos operadores que presten el servicio, como los niños y las niñas lo merecen”.
Antes de llegar a la Guajira, Santos le ordenó a la fuerza pública que entregara 30.000 litros de agua y 5.000 mercados con bienestarina. Un buque de la Armada tuvo que trasladar 10.000 galones de agua adicionales para suplir la demanda en las zonas cercanas a la frontera con Venezuela.
La directora del Icbf, al conocer las condiciones de los indígenas wayúu en terreno, notó que algunas familias no creían en el Icbf ni en las Eps. “Queremos que los papás y las mamás wayúu crean en nosotros y hago un llamado a los padres, pues hemos visto negligencia. No esperen que niños estén en estado lamentable”, dijo.
Pozos, salud y energía
Antes de abandonar La Guajira, el presidente Santos entregó un pozo de agua subterránea en el corregimiento de Porshina, municipio de Uribia. Con este pozo, 14.400 personas accederán al consumo de agua potable, dijo el Gobierno.
Actualmente, el Ministerio de Vivienda está interviniendo 222 pozos de agua mineral con la Fundación Oxfam. Además de extraer aguas, el ministerio quiere potabilizar y desalinizar el líquido con energía eléctrica renovable, instalando paneles solares. Según el Minvivienda, a la fecha se han invertido 1.307 millones de pesos para beneficiar a 51.360 habitantes.
En cuanto a la salud, el ministro Alejandro Gaviria sostuvo que “la atención a los niños se da al interior de las comunidades. Los niños con desnutrición aguda se atenderán en las comunidades. Se han capacitado a 400 médicos y trabajadores de la salud para la atención de 30.000 niños”.
De otro lado, el ministro de Minas y Energía, Tomás González, aseguró que en el segundo semestre de este año comenzará la adjudicación de dos líneas de transmisión e interconexión de energía en La Guajira. Las obras costarán cerca de 3 billones de pesos.
Piden continuidad
Pedro Gonzalo Carrillo, miembro wayúu de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), le dijo a EL COLOMBIANO que “las obras, por lo que he visto, ayudarán a mejorar la calidad de vida de la población si se terminan y se mantienen. Esos pozos necesitan unos tratamientos. Hace cuatro años que no llueve en algunas regiones de La Guajira ; ahí necesita llegar el Gobierno y es lo que estamos esperando. La construcción de pozos profundos en estas zonas es muy importante, solo esperamos que Santos cumpla y que no haya venido hoy solo para cumplir con compromisos políticos”.
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