Acuerdo climático marca fin de los combustibles fósiles

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Andrew Deutz, portavoz de The Nature Conservancy, afirmó que el pacto de París «es el inicio de una senda hacia una economía baja en carbono, un camino forjado por innovación continua en los sectores de tecnología, energía, finanzas y conservación».

«Esto significa que el mundo tendrá que dejarle de apostar a la energía fósil e incentivar la revolución de energías renovables ya en marcha. Latinoamérica tiene un potencial enorme y ya está demostrando que sí es posible un desarrollo energético diferente», añadió Panucio.

La portavoz de WWF recordó que Uruguay y Costa Rica ya están en camino hacia una economía carbono neutra, ya que más del 80% de su electricidad está basada en energías renovables (incluyendo hidroeléctrica), y que de 2008 a 2012 Nicaragua tuvo el mayor crecimiento anual de energía renovable diferente a la hidroeléctrica en la región.

Además, citó que, en 2030, Chile va a generar 20 veces más energía eólica de la que genera hoy en día.

El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, también valoró el compromiso de casi 200 países de limitar a 1,5 grados el calentamiento global si bien opinó que el acuerdo «no fija los medios para lograrlo».

«Este tratado, marca un objetivo que solo es posible alcanzar con el abandono total del los combustibles fósiles en 2050 como tarde», agregó Naidoo.

«Después de años de trabajo, el acuerdo es una afirmación de un nuevo paradigma de cooperación global para atender el cambio climático que apunta hacia un futuro más próspero, sano y seguro», agregó Deutz.