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México apuesta por la energía eólica. Entre otras cosas, porque la energía solar es más cara debido a los impuestos de importaciones, la demanda de energía aumentará 4 por ciento anual en la próxima década, estima el gobierno, y las energías renovables impulsarán su crecimiento, exponeBloomberg.
En los próximos 25 años se agregará un total de 22 gigavatios de esa energía alternativa, lo cual requerirá una inversión de 46 mil millones de dólares. ¿Por qué? La agencia internacional identifica dos razones: el cambio histórico de México del monopolio energético controlado por el Estado, y sus esfuerzos por transformar una red eléctrica que dependa de los combustibles fósiles para generar tres cuartos de la electricidad del país.
“México proyecta cuadruplicar su capacidad en el área de la energía eólica”, adelanta la agencia.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Eólica, en el Istmo de Tehuantepec existen 21 parques eólicos y se espera que para 2016 haya dos más en la región.
Alejandro Peraza, director general del ente regulador de la energía CRE, aseguró aBloomberg que el país se está volviendo “más limpio”. ”Hay una política nacional clara en relación al cambio climático”, dijo. “Vamos en la dirección de una economía con bajo consumo de carbono”.
México es el mayor productor de crudo de América Latina y el décimo productor mundial de emisiones de gases de efecto invernadero. Fue el primer país en desarrollo que presentó su plan para reducir las emisiones de carbono.
Se comprometió a reducir en un 22 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. La mayor utilización de energía renovable reducirá en un 45 por ciento la generación de electricidad con combustibles fósiles.
El texto de la agencia internacional refiere que el gobierno prevé que la demanda de energía aumentará 4 por ciento anual en la próxima década y que el crecimiento de México (2.4 por ciento de acuerdo con una encuesta de la agencia) será impulsado por el cambio hacia las energías renovables.
La mayor parte provendrá del viento, agrega, en parte debido a que los impuestos sobre las importaciones hacen subir los costos de la energía solar.
“Los inversores están empezando a alinear sus caballos”, dijo Lilian Alves, analista de New Energy Finance en Sao Paulo.
Para facilitar la transición energética, el gobierno proyecta llevar a cabo subastas anuales de energía. La primera está prevista para marzo.
Los productores de electricidad recibirán certificados por cada megawatt/hora de energía limpia que generen, y venderán certificados a 20 años a través de subastas a grandes usuarios de electricidad.
En 2018, los grandes consumidores deberán recibir un 5 por ciento de su electricidad de fuentes limpias. El gobierno también emitió una resolución en 2012 destinada a obtener 35 por ciento de la energía nacional de fuentes que no sean combustibles fósiles para 2024, en comparación con un 21 por ciento en la actualidad.
Quienes no cumplan la resolución serán pasibles de multas de hasta 200 dólares por megawatt/hora consumido, según Peraza. Posiblemente a los grandes usuarios industriales se les exigirá adquirir certificados de energía limpia en el mercado al contado.
Las compañías de electricidad están ansiosas por dar el salto al mercado de la energía limpia mexicano en cuanto se completen las normas para las subastas y los certificados, según Adrián Escofet, presidente de la Asociación de Energía Eólica, citado por Bloomberg.
“Soy optimista”, dijo el máximo responsable ejecutivo de Gauss Energía, una compañía propietaria del parque solar más grande del país. Prevé registrar proyectos energéticos por 100 megavatios para la subasta de marzo.”Los certificados no pueden incluirse en los documentos financieros del proyecto dado que desconocemos sus precios”, dijo.
Las nuevas políticas gubernamentales quizá no basten para estimular la energía renovable a corto plazo, según Luis Alberto Salomón Arguedas, experto en energía limpia en International Finance Corp.
“Los desarrolladores están esperando más beneficios, como posibles exenciones impositivas para la energía renovable o precios tope diferentes para cada fuente energética”, dijo Arguedas. “Si las reglas del juego no cambian demasiado, creo que la meta del gobierno será difícil de alcanzar”.