Un laboratorio dedicado al vehículo eléctrico

Cataluñ albergará el primer laboratorio al aire libre de España dedicado al vehículo eléctrico, que se situará en un perímetro de 30 kilómetros entre Cerdanyola y Sant Cugat del Vallès (Barcelona), y para el que se invertirán 1,2 millones de euros.

El proyecto Parkinetics, anunciado durante el foro anual organizado por Ascamm en Esade, estará cofinanciado en un 30% por la Geneneralitat a través de ACC1Ó, dentro del Programa de Núcleos de Alta Innovación Tecnológica, que recibe cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

El proyecto se desarrollará a lo largo de los próximos dos años por parte de las empresas Tradisa, Simon y Grupo AIA, con la coordinación tecnológica de la Fundación Ascamm y la participación del Centro de Innovación del Transporte (Cenit), el Puerto de Información Científica (PIC), la UAB y la Universitat Politècnica de Barcelona (UPC).

La flota inicial del laboratorio tendrá 20 vehículos eléctricos ligeros, una cifra que puede incrementarse posteriormente. El proyecto también contempla habilitar varios puntos de recarga eléctrica en distintas zonas del sector delimitado.

El objetivo del ‘living lab’ es analizar la evolución y el comportamiento de los componentes de los vehículos eléctricos en circulación, como baterías, motor eléctrico y sistemas de gestión de energía, con el objetivo de mejorar su eficiencia y rendimiento. También pretende determinar posibles anomalías y los patrones de movilidad de los usuarios.

El Centro Tecnológico de Ascamm ya está ejecutando distintos proyectos de investigación y desarrollo tecnológico en el ámbito del vehículo eléctrico y ya tiene comprometida una inversión de 2 millones de euros en proyectos de I+D relacionados con este sector.

Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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