Un scooter, más o menos, igual a cualquier otro, pero empiezas a notar que falta algo, “aahhh”, el escape, pero claro es una moto eléctrica, luego en cuanto me la dieron, “toma, ya está en marcha, acuérdate de utilizar el freno motor……”,¡¡ estaba en marcha!! y no se oía nada de nada…., bien me siento, muy cómoda por cierto, y le doy al acelerador, sorpresa, empieza a moverse y sólo se oye un pequeño zumbido, como el de la moto de juguete de mi hija, pero mucho más suave y así estuve durante todo el tiempo que pude disfrutar de ella, sorprendiéndome en cada momento. Pero vamos a empezar a detallarla un poco más a fondo.
Primeramente, tenemos un scooter de gran tamaño, con muy buena presencia y cómodo. El asiento del conductor es ancho y mullido con un pequeño apoyo trasero, que hace más agradable este espacio, luego tenemos a nuestra disposición dos huecos para guardar nuestras cosas, uno bajo el asiento del copiloto en el que podemos poner un casco y chaqueta, en el que también encontraremos el cable de recarga para las baterías y bajo el cuadro de instrumentos, a la izquierda, se localiza una pequeña guantera, para documentos, carteras, móvil, o cualquier otro utensilio, por cierto, es de los mas grandes que he visto para un scooter. Como podréis comprobar, no tiene nada que envidiar a cualquier scooter de la competencia, ni por tamaño ni por espacio utilizable.
En conducción puedo deciros que es tremendamente ágil, teniendo en cuenta que pesa 210kg, se mueve con soltura, además el motor acelera de 0 a 80 Km./h en 6.8 segundos, su respuesta es más que suficiente para la ciudad. La velocidad está limitada a 110 Km./h, para homologarla en la categoría del carnet A1(125) y los del carnet de coche. Pero con una autonomía entre 70- 100 Km, está más dirigida para uso urbano, que para extraurbano, aunque si donde nos dirigimos, podemos recargar las baterías, las distancias podrán aumentarse, eso si, la recarga de la batería, contando desde cero, es de 2 horas para el 80% y 2 más para el 100%.
Aunque, volviendo al principio, sus mejores puntos fuertes, empezando por el ruido, cero emisiones de co2 y su sistema de freno-motor con recuperación de carga, este último, funciona al mover el acelerador hacia delante, activa un freno eléctrico, el cual frena la moto de manera gradual y segura, y, al mismo tiempo recarga las baterías. En cuando aprendes a utilizar el sistema de frenado, casi no usas los frenos, pues sólo en frenadas fuertes tendrás que accionar las manetas, sientes como si llevases un bicilíndrico y redujeras una o dos marchas de golpe. También fue muy útil al subir un pequeño puerto de montaña, poco transitado y estrecho, pues al bajarlo, ayudaba a entrar la moto con tracción en la rueda trasera, como en una moto de marchas, cosa que no tiene ningún scooter y no cargas tanto en los frenos. Por último, en parado, si accionas el acelerador en sentido contrario, funciona como marcha atrás a baja velocidad, no teniendo que preocuparte si aparcas la moto en pendiente y fastidiarte la espalda moviendo tanto peso.
Estamos ante una gran alternativa para los vehículos de combustión interna, aunque de momento limitado por su autonomía y tiempo de carga, pero todo se andará, con el tiempo las baterías de litio podrán generar más energía, reducir su peso y el tiempo de carga, llegando a colocar en gasolineras puntos de recarga rápida para este tipo de vehículos.
De momento, estarás en la situación, de que si eres poseedor de un vehículo como el probado hoy, los ojos de los demás conductores estarán pendientes de él, y en algún semáforo, tendrás al curioso de turno preguntándote algo sobre tu moto y poniéndote cara de sorprendido.
Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.