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Un pequeño número de promotores está recurriendo al crowdfunding para conseguir los fondos necesarios para desarrollar sus proyectos de termosolar.
¿Hasta qué punto es viable una iniciativa basada en la donación para financiar proyectos de energía termosolar? Andrew Williams, de CSP Today, ha buscado respuestas.
En 2013 se estableció en Australia el Fondo Corena (Citizens Own Renewable Energy Network Australia, red de ciudadanos propietarios de energías renovables) con el objetivo de conseguir financiación para construir una planta CSP de 50 MW en el país. El mecanismo de financiación de la red es muy simple: los partidarios hacen sus aportaciones directamente en una cuenta específicamente abierta para desarrollar el proyecto, y en ella permanecen los fondos hasta acumular el suficiente dinero que permita su realización.
Margaret Hender, directora de Corena, explica: “si alrededor de 720.000 personas estuvieran dispuestas a donar cada semana 8 dólares, se reunirían 300 millones de dólares en sólo un año, cantidad suficiente para financiar una planta de 50 MW con tres horas de almacenamiento en sales fundidas .
Para Hender, hay «varias ventajas importantes» en financiar un proyecto termosolar a través de donaciones en lugar de la inversión tradicional, incluido el hecho de que permite acometer “proyectos altamente deseables que aún no son comercialmente viables”. Sin embargo, admite que “recaudar sumas tan grandes a través de contribuciones voluntarias” es un enorme desafío, sobre todo porque este modelo aún no es familiar para la mayoría de la gente.
Hasta el momento Corena ha recaudado 37.436 dólares. Una cifra “muy por debajo del importe objetivo”, reconoce Hender, “pero que demuestra que el objetivo y el modelo de financiación» ha interesado a bastantes personas. La directora de Corena opina, además, que al igual que ha ocurrido con la financiación de plantas fotovoltaicas en comunidades, “las donaciones pueden comenzar de forma relativamente lenta, pero los últimos pocos miles de dólares se consiguen rápidamente”.
Hender explica que, en cualquier caso, si no se lograr el dinero necesario para desarrollar la CSP, Corena asegura a los donantes que su dinero será invertido en otro proyecto más pequeño relacionado con la energía solar, como el desarrollo de una instalación fotovoltaica.
La compañía estadounidense Focused Sun también ha recurrido al crowdfunding, en su caso para abri fábricas donde desarrollar sus módulos híbridos CPV-CSP. Shawn Buckley, presidente de la compañía, explica que la compañía había intentado previamente apalancar los recursos necesarios para el desarrollo de esta tecnología, pero la quiebra de Solyndra lo impidió.
“Los paneles fotovoltaicos asiáticos rompieron los precios y todo el mundo consideraba que eran imbatibles (..), así que decidimos comprobar si éramos capaces de conseguir fondos por vías alternativas”, dice Buckley. Nuestro esfuerzo se centró en publicitar nuestro producto entre potenciales inversores, y el crowdfunding fue un brazo de la campaña de publicidad, que incluía anuncios en prensa y artículos en revistas. En cuanto a la publicidad nos quedamos satisfechos con los resultados”.
Sin embargo, en perspectivas de donación, Buckley admite que la iniciativa “fue decepcionante” y sólo logró recaudar «poco más del 1% de la meta”. Cifra muy inferior a la necesaria para poder abrir una fábrica.
El artículo entero, en inglés, se puede leer en: http://social.csptoday.com/markets/crowdfunding