Colombia no aprovecha sus energías renovables, eólica, fotovoltaica y geotérmica

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Colombia posee un incalculable potencial en generación de energía solar, geotérmica, eólica y de biomasa, falta, desde luego, en la dirigencia la necesaria voluntad política.

Una reciente publicación en un diario nacional se hizo del artículo del Profesor Michael Spence, Premio Nobel de Economía 2001, referido al informe de la Comisión Global sobre Economía y Clima, en el que se desestima el argumento según el cual medidas encaminadas a reducir emisiones de dióxido de carbono y a mitigar el cambio climático son imposibles de tomar, dada la fragilidad de la recuperación económica.

Explica el Profesor Spence que del mismo modo como el exceso de deuda y pasivos sin financiar, la insuficiente inversión en capital humano, infraestructura deficiente, poca base tecnológica y el desconocimiento de la economía, conducen a obtener balances que imposibilitan el crecimiento sostenido de la economía, en lo referido al cambio climático, el problema es, en esencia, de hoja de balance pero esta vez basado en la cantidad de CO2 lanzado a la atmósfera, cuyo resultado podría ser una situación ambientalmente insostenible.

Se estima que, al ritmo actual, en tres o cuatro décadas, quizá en menos tiempo, las emisiones de CO2 alcanzarán niveles que afectarán no sólo los patrones climáticos, sino también el sistema económico y social. El agotamiento del llamado “capital natural” del mundo, es decir, de los recursos naturales y ecosistemas, no sería cosa distinta que una subinversión destructiva.

Un claro ejemplo de que sí es posible que la economía crezca al tiempo que se toman medidas para mitigar el cambio climático, lo tenemos en Dinamarca, pequeño país europeo con una superficie no mayor de 45 mil kilómetros cuadrados surcada de planicies y suaves ondulaciones, una población de apenas 4,5 millones de habitantes, exportador de energía y con un nivel de vida superior al promedio europeo. Dinamarca es, nada más y nada menos, que el líder mundial en producción de energía eólica y de biomasa, fijándose para el año 2050 la meta de superar totalmente su dependencia de los combustibles fósiles. En tanto que el 51% de los colombianos continúa utilizando la leña como combustible para cocinar, en Dinamarca el 40% de la calefacción urbana se obtiene de fuentes de energía renovables como la biomasa; en un futuro no muy lejano Dinamarca dará un nuevo salto cualitativo: alimentar su sistema de calefacción con energías de origen eólico, solar, geotérmico o provenientes de bombas de calor.

La Nación