NextEra, decepcióna por el caos regulatorio del PP que afecta a la termosolar y a las energías renovables

REVE

La compañía estadounidense de energías renovables «manifiesta su decepción ante el incumplimiento de España de sus obligaciones legales, de tal modo que han privado a Nextera del valor y los beneficios económicos de la inversión realizada en el sector termosolar español».

Según ha explicado el grupo estadounidense en diversos comunicados enviados al regulador del mercado de EE UU, la SEC, en 2008 creó una filial en España para construir dos plantas termosolares en Navalvillar de Pela, Badajoz, lo que suponía la creación de 100 puestos de trabajo y una inversión superior a los 600 millones de euros.

El 28 de abril de 2011 la compañía y varios bancos firmaron un contrato de préstamo de 589 millones de euros que contemplaba una cláusula vinculada a posibles cambios legislativos que afectaran a las inversiones. En ese préstamo participan BBVA (lidera el sindicado, con 74 millones); Santander (aportó otros 74 millones de euros); Banesto (entregó 24,3 millones); Caja Madrid (74 millones); Popular (30,4 millones); Sabadell (30,4 millones); y La Caixa (30,4 millones). Las entidades extranjeras que participaron en la operación fueron Société Générale (64,1 millones); Bayerische Landesbank (50 millones); Banca IMI (45,7 millones); BNP Paribas (30,4 millones); The Bank of Tokyo-Mitsubishi (30,4 millones) y UniCredit Bank (30,4 millones).

Los cambios normativos aplicados por el Ministerio de Industria español entre finales de 2012 y principios de 2013 suponen, en opinión de Nextera, motivos suficientes como para activar dicha cláusula, y evitar que la banca acreedora ejecutara las garantías comprometidas. En uno de sus últimos comunicados a la SEC, Nextera explica que las entidades financieras y la compañía se habían dado de plazo hasta el próximo día 1 de junio para refinanciar. Fuentes conocedoras de las negociaciones señalaron a este diario que Nextera no ha solicitado concurso de acreedores para su filial española.

El grupo añade que por esta razón «y adicionalmente a otros daños sufridos, Nextera se vio obligada a cancelar el valor de su inversión». La multinacional termina su comunicado advirtiendo que «defenderá activamente sus derechos al amparo de los tratados internacionales aplicables que protegen las inversiones en proyectos energéticos».