REVE
En menos de 10 años, México estará en condiciones de generar un 35 por ciento de la electricidad empleando energías renovables como la energía solar fotovoltaica, termosolar, eólica y geotérmica, afirmaron expertos en la materia.
En un foro auspiciado conjuntamente por el Grupo Guadalajara del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y la Cámara Americana de Comercio de México (AmCham), se resaltó que el reto inmediato es impulsar inversiones para ampliar la infraestructura de transmisión enlazando campos eólicos y fotovoltaicos ya instalados.
En este panel, participó la consultora alemana Diana Sasse, con más de tres décadas de experiencia en el sector energético mexicano, y el director General de Planeación e Información Energética de la Secretaría de Energía (Sener), Javier Estrada Estrada, quienes analizaron aspectos del nuevo modelo energético de México.
Los expertos también hablaron del proceso de transición para modernizar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Al respecto, el presidente del Grupo Guadalajara del IMEF, Benjamín Villanueva Rivera, dijo que México se encuentra ante una oportunidad histórica, pues tiene la posibilidad de emprender una Reforma Energética a fondo, capaz de transformar y elevar la calidad de vida de todos los mexicanos.
Advirtió que gracias a las innovaciones tecnológicas y a los trabajos de exploración, se sabe que México tiene la oportunidad de un nuevo crecimiento energético, pues cuenta con vastos recursos que se encuentran en yacimientos no convencionales, es decir, en aguas profundas, de donde se puede extraer petróleo y gas “shale”.
Resaltó que en esos recursos energéticos, que antes eran técnica y económicamente inviables, está la nueva oportunidad del país, aunque para aprovecharlos se requieren tecnologías de vanguardia, conocimientos especializados y, sobre todo, una Reforma Energética de fondo.
“Hoy, 75 años después de la Expropiación Petrolera, el país exige la misma decisión y determinación de aquel entonces. Por eso, el espíritu de la Reforma recupera lo mejor de nuestro pasado, para conquistar el futuro”, apuntó.
Añadió que esta Iniciativa de Reforma Constitucional será el primer paso para contar con un sector energético acorde al siglo XXI, competitivo y eficiente, que acelere el desarrollo del país.
Por su parte, Diana Sasse y Javier Estrada señalaron que Estados Unidos y Europa cuentan con una estrategia de seguridad energética, que determina requerimientos, capacidades de generación y mecanismos de aprovisionamiento, pero México aún no lo diseña.
Incluso, citaron, las redes de distribución de energéticos y combustibles ya son obsoletas. Afirmaron que en el caso de Pemex y la CFE hay que pasar de la autoregulación a un sistema integral de regulación.
Además, dijo, de “dejar un poco el monopolio” para captar las inversiones requeridas. Afirmaron que en 2017 Estados Unidos dejará de importar petróleo y lo exportará, lo que generará “nuevos roles” de operación de Pemex.
Coincidieron en que la modernización del sector energético mexicano enfrenta un proceso de transición muy largo y con muchos desafíos y “cuellos de botella”.
Sin embargo, consideraron que la potencialidad de los recursos disponibles y las reformas legales emprendidas permitirán dar certeza jurídica a las inversiones y aprovechar la Estrategia Nacional de Energía para apuntalar el desarrollo económico nacional con una mayor eficiencia, seguridad y sustentabilidad.