Datos del Ministerio de Energía y Minas (MEM) indican que hasta agosto pasado el 52% de la energía consumida en Nicaragua provenía de energías renovables, como la eólica y la geotérmica.

Las energías renovables (eólica, geotérmica y otras ) suponen el 52% de la electricidad generada en Nicaragua

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Datos del Ministerio de Energía y Minas  (MEM) indican que hasta agosto pasado el 52% de la energía consumida en Nicaragua provenía de energías renovables, como la eólica y la geotérmica.

Dicho potencial, más unas políticas de inversión favorables, hacen que sólo Brasil y Chile le superen a Nicaragua en el índice de energías limpias, señala el estudio de Climascopio 2013.

Sólo el 10 % de ese potencial de energías limpias de Nicaragua bastaría para satisfacer la demanda local, que en promedio es de 500 megavatios.

Del total de energías renovables que ocupa Nicaragua, un 18 % proviene de la generación geotérmica, otro 18 % de la eólica, 8 % de hidroeléctrica y 8 % de biomasa. La energía solar también se explota en Nicaragua, pero su impacto todavía no es medido.

En otras palabras, los volcanes, el viento, los ríos, la agricultura y el sol en este país están produciendo energía.

El gobierno nicarag ense apuesta a que el 90 % de la energía consumida en el país provenga de energías renovables antes del año 2020.

“Pero eso va a depender de si entra o no Tumarín, porque habría una nueva dinámica, si vamos a contar con una matriz basada en la energía renovable o si el país se va a ver tentado a tener que depender de combustible fósil” , dijo a Acan-Efe el economista Mario Arana.

Esto se debe a que Tumarín, un proyecto hidroeléctrico de 1.100 millones de dólares, planeado para producir 253 megavatios en la zona norte de Nicaragua, lleva dos años de retraso y necesitará cuatro para entrar en funcionamiento.

Por casos como este, Arana cree que el éxito de Nicaragua con las energías limpias estará en que brinde mejores precios que los derivados del petróleo, ahorre divisas al país y mantenga los costos energéticos estables.

Arana también considera que los recursos naturales no bastan para tener buenas valoraciones en el Climascopio, pues el país necesita tener un marco regulativo atractivo y un ambiente propicio para los negocios, lo cual ha sido bien visto hasta ahora por los creadores del índice, como son el Fondo Multilateral de Inversiones  (Fomin) , del Banco Interamericano de Desarrollo  (BID) y Bloomberg New Energy Finance.

“Lo importante es que este proceso de transformación de la matriz energética hacia energías limpias hace más competitivo al país, y Nicaragua tiene una oferta energética viable, el punto entonces será cómo se utiliza esa ventaja comparativa” , señaló el economista Sergio Santamaría a Acan-Efe.

Una forma de aprovechar esa ventaja es exportar energía a través del sistema de interconexión eléctrico para América Central, México y Panamá, denominado SI AP AC, comenta Santamaría.

Pero los alcances de la energía limpia van más allá del desarrollo de Nicaragua.

“La generación de este tipo de energía no solo es importante por los efectos positivos en la economía, sino también por la reducción de emisión de GEI en prácticamente 80.000 toneladas” , dijo el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Hasan Tuluy, en una visita reciente a Nicaragua.

No obstante, el valor de producir limpio para Nicaragua no está en reducir sus emisiones.

“Veo la estrategia como una oportunidad de adaptación al cambio climático, porque nicaragua sólo aporta el 0,03 % de las emisiones del mundo, al reducir la dependencia de combustibles fósiles lo que hace es abrir las posibilidades de inversión para el país y por lo tanto reducir la pobreza” , sostiene el experto en cambio climático José Antonio Milán en declaraciones a Acan.

De acuerdo con Milán, aún si las exploraciones de petróleo resultaran positivas para el comercio, es poco probable que el país decida depender en el futuro de este producto.

Mientras tanto, Nicaragua se encamina a marcar 2013 como el segundo año consecutivo en consumir un 50 % más de energía limpia que de derivados fósiles.

Todavía está pendiente ver si el país cerrará el año con 52 megavatios más de energías limpias e inversiones próximas o superiores a los US$300 millones  en proyectos de energía renovable.