REVE
Nayelli Hernández Crespo y Jorge García Rodríguez, egresados de la Universidad Anáhuac Mayab y Marista, respectivamente, sumaron su espíritu emprendedor, talento y visión para crear Kinergy, proyecto empresarial basado en la energía solar y eólica, el cual tiene presencia en el sureste del país.
La iniciativa surgió desde su periodo de estudiantes; hoy es un proyecto de vida y bandera. Ambos jóvenes, además de dirigir este negocio, gestan otras empresas, por separado, y son vicepresidentes en la Comisión de Empresarios Jóvenes de Coparmex para promover el emprendedurismo entre las generaciones de estudiantes.
Nayelli también es presidenta de la agrupación Voz y Valor Ambiental. Su propuesta recibió invitación de la Embajada Británica-Cambio Climático y sector privado + networking-CO2; también fueron invitados en el enlace comercial Taiwán-México, y Jorge participó como delegado nacional en la Cumbre del G20 YEAS (Young Entrepreneur Alliance Summit) en Moscú, Rusia, 2013, como especialista en el tema.
Génesis del proyecto
El proyecto tuvo sus antecedentes desde que estudiábamos la Licenciatura en Dirección y Administración de Empresas, cada quién desde su universidad.
Nayelli: Inicié desde los 19 años con un negocio de suministro, desarrollo y mantenimiento; en ese tiempo, con el equipo, trabajamos con industrias, empresas como Pemex y CFE; y mi ahora socio Jorge tenía una compañía de iluminación leds y señalamientos viales, alimentado con páneles solares, con otros compañeros, pero no procedió; no obstante, el tema de energía solar le interesó, y tras egresar de la carrera, estudió la Maestría en Línea de Energía Renovable de una universidad de España, y al darse cuenta del potencial de este negocio, me propuso fusionar nuestras empresas para capitalizar el giro de cada uno.
Posteriormente coincidieron en la Maestría en Alta Dirección y Negocios Internacionales de la Universidad Anáhuac Mayab en 2009, al siguiente año se incubaron en la Universidad Anáhuac.
¿Cómo fue su proceso de desarrollo?
No teníamos oficina, íbamos de empresa a empresa, con nuestro catálogo, explicando nuestro servicio… Fue duro, porque iniciábamos y no teníamos casos de éxitos como ahora, con cuatro años en el mercado. En ese proceso, ya en la maestría, entramos a la incubadora de la Anáhuac y fuimos de las primeras generaciones; nos ayudaron especialistas, en nuestro logo e imagen nos pusieron un asesor que nos indicó qué nos faltaba para que le diéramos formalidad; a partir de ese impulso atendimos nuestro primer proyecto con un empresario, y hasta ahora es el sistema de interconexión residencial o doméstico más grande del sureste; desde entonces comenzaron las solicitudes para otros servicios, se detonó y despertó el flujo, con un caso de éxito de respaldo.
¿El factor juventud, cómo influyó en su arranque?
Nos veían muy chavitos, fue difícil, un problema, hasta ahora; pero menos, porque tenemos un respaldo con nuestro trabajo. Posteriormente, ya con nuestro primer gran paso, se sumó al proyecto por invitación nuestra el ingeniero Efraín Hernández, recién jubilado de la CFE y ex superintendente general de la central Nachi Cocom, él se convirtió en la cara de la experiencia de Kinergy. Con esta alianza, presentábamos nuestras propuestas y luego el ingeniero hacía su intervención, les daba confianza y cerrábamos las ventas.
¿En qué momento su proyecto adquiere reconocimiento nacional e internacional?
Consideramos importante la difusión y metimos el proyecto en concursos; entre ellos el Premio Nacional del Estudiante Emprendedor en 2011, en aquella ocasión Kinergy fue la única empresa yucateca entre las finalistas en ese evento organizado por la Bolsa Mexicana de Valores, y quedamos entre los cinco primeros.
Luego fuimos invitados por el organismo Taitra, que vincula a las empresas tailandesas con las mexicanas, la cual nos eligió como una de las 12 que viajarían a Taiwán en la misión comercial… lo más interesante fue que nos dimos cuenta de la importancia del factor joven, porque ocho de cada 10 participantes lo son. En 2012 participamos en el Cleantech Challenge, donde se presentó un sensor de humedad para los campos de riego. En aquella ocasión llegamos a semifinales.
En junio de 2013, Jorge participó como delegado nacional en un encuentro en Rusia en la Cumbre del G20 YEAS.
¿Cómo enfrentan la escasa cultura “verde” de México?
Creyendo en el proyecto, no faltó quien nos dijera, esto no va a funcionar, eso sólo sirve en países primermundistas, aquí no existe la cultura por el cuidado ambiental, ni el poder adquisitivo, y mil fundamentos negativos y barreras; pero estamos aquí, y el 15 de julio cumplimos cuatro años como empresa y liderando con el mayor número de sistemas interconectados del sureste; acabamos de instalar el primero y más grande en Chetumal; lo hicimos también en Villahermosa y en Cancún, e incluso realizamos un servicio a la Comisión Federal de Electricidad.
¿De qué manera colaboran con las generaciones de empresarios jóvenes de Yucatán?
Nayelli: En 2012 me nombran vicepresidenta de la Comisión de Empresarios Jóvenes de Coparmex, encargada de proyectos de desarrollo sustentable, y a Jorge lo nombraron este año vicepresidente de la misma comisión, responsable del capítulo universitario para fomentar el emprendedurismo en casas de estudio.
Con esta responsabilidad, me tocó este año organizar el Cleantech Challenge (Desafío de tecnologías limpias), coordinando al nivel regional, y nosotros como Kinergy participamos como patrocinador.
Jorge: Estamos por iniciar un trabajo más cercano con universidades para orientarlos en el tema del emprendedurismo; ofrecemos pláticas sobre el tema de manera gratuita, para que se den cuenta de las oportunidades que existen para aportar a la sociedad.
¿Qué consejo comparten a los emprendedores?
Que elijan bien a su equipo de trabajo, es crucial para que el negocio funcione, tiene que haber equilibrio, incluso en lo emocional, porque cuando uno cae, el otro debe ayudar a levantarlo y salir juntos. Las incubadoras y organizaciones como Coparmex son útiles en desarrollo, sólo hay que aprovecharlas.