Un grupo de empresas nacionales concretarán el próximo viernes la entrega de torres eólicas de fabricación argentina que serán instaladas en el Parque Eólico Arauco de La Rioja, adelantó Rubén Fabrizio, director ejecutivo de la Cámara de Industriales de Proyecto e Ingeniería de Bienes de Capital (CIPIBIC).
El acto de entregará se realizará en la empresa Metalúrgica Calviño, en Bosques, Florencio Varela; y estarán presentes el jefe comunal local, Julio Pereyra y el presidente de Parque Eólico Arauco, Juan Fernando Carbel.
Según la agencia Télam, el CIPIBIC concentra a más de 50 empresas nacionales para que futuros parques de energía eólica tengan una cadena de valor local en vez de importada, como torres, calderería pesada, transformadores y equipamiento eléctrico.
“Tenemos a las tres empresas nacionales que desarrollan tecnología eólica: Impsa, con desarrollo propio; Invap que está en el desarrollo de prototipo de alta potencia, y NRG Patagonia, grupo de PyMes de Comodoro Rivadavia y licenciataria de tecnología alemana”, dijo Fabrizio.
Estos parques eólicos de alta potencia están pensados para diversificar la matriz energética y entregar energía eólica a la red interconectada, a diferencia de los de baja potencia, que están concebidos para hacer provisión directa a una población aislada.
Fabrizio dijo que “la tarea básica es lograr el financiamiento para el desarrollador del parque, porque eso determina la viabilidad del proyecto y condiciona la provisión local del equipamiento. Como la energía eólica es dependiente del viento y el viento no es constante, no puede estar continuamente sustentada como energía de base, como la nuclear o la hidroeléctrica, pero todavía el recurso está poco desarrollado en el país respecto al 30% o 40% que representa en países europeos”.
Las zonas viables abarcan la Patagonia, los valles cordilleranos de La Rioja, Catamarca, Mendoza y San Juan, la zona de serranías del sur de la provincia de Buenos Aires y la costa atlántica.
El objetivo nuestro es la generación eólica con empleo argentino y tecnología nacional; estas empresas son de mano de obra intensiva y altísima calificación, de equipos no seriados, que paga salarios más altos que el promedio del sector industrial”, describió Fabrizio.
Unas 30 empresas conforman el Cluster Eólico Argentino. Su objetivo es alcanzar los 1.000 MW de energía eólica con equipamiento nacional, sustituyendo importaciones. Su potencial radica en que la industria eólica local tiene un potencial de generación energética 100 veces superior a la capacidad instalada actual.
Mientras el debate energético se recalienta tras la decisión del Gobierno nacional de participar de la producción de combustibles fósiles a través de YPF, un yacimiento inagotable de energía limpia proveniente del viento permanece sub explotado. La energía eólica tiene hoy en el país un potencial de generación de 2.000 GW (gigavatios), 100 veces mayor a la capacidad instalada, y superior al potencial petrolífero, según datos del Centro Regional de Energía Eólica (CREE).
Pero, además de buenos vientos, la Argentina cuenta con tecnología de alta potencia propia para la fabricación de aerogeneradores. Son varias las compañías que producen molinos de viento con componentes de industria nacional: Invap, NRG Patagonia, Emgasud, Impsa, y Sogesic, entre otras. Para proveer a esta incipiente industria, se conformó la Cámara de Industrias de Bienes de Capital (Cipibic), el Cluster Eólico Argentino, que agrupa a 29 firmas.
Los clusters son espacios de cooperación organizada entre empresas e instituciones de un mismo rubro. En el eólico, están representados integrantes de toda la cadena de valor: desde desarrolladoras de tecnología, hasta productores de torres, cables o transformadores.
“Hoy, se fabrican en el país prácticamente todos los componentes de los aerogeneradores. Sin embargo, hay muy baja integración nacional en los parques eólicos que están funcionando”, señala Rubén Fabrizio, director Ejecutivo de Cipibic. “La Ley de Compre Nacional fue en los hechos excluida en la licitación del Genren I por Enarsa. Por ello, el parque eólico Rawson (inaugurado en 2011) tiene un porcentaje bajo de componentes producidos localmente”, señala. Así, uno de los objetivos principales del Cluster es lograr que haya más tecnología y trabajo argentinos en los próximos parques eólicos que se construyan.
Como desarrolladora de tecnología, Invap fabrica aerogeneradores de baja potencia para establecimientos rurales y comunidades donde no llega el tendido eléctrico, desde hace una década. Más recientemente comenzó a desarrollar generadores de alta potencia, y su plan es construirlos con componentes nacionales. La compañía, creada en la década del ‘70 por un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la provincia de Río Negro, se especializa en la fabricación de satélites y reactores nucleares, pero en los últimos años decidió incursionar en el sector de las energías renovables. “Hemos presentado proyectos para la licitación del Genren II”, señala Hugo Brendstrup, gerente de Tecnología Industrial y Energías Renovables de la firma barilochense. El especialista lidera un equipo de cinco personas dedicadas a la energía eólica en una empresa con más de 600 empleados. “El negocio eólico es hoy marginal dentro de la facturación de Invap, pero tiene mucho potencial de crecimiento”, confía.
En el país, la ley 26.190 de fomento a las energías renovables, establece que, para 2016, el 8% del consumo energético nacional deberá provenir de fuentes limpias. Y los especialistas coinciden en afirmar que un 50% de esa nueva energía provendrá del viento. Según las proyecciones, sólo la fabricación local de componentes para los parques eólicos licitados en el programa Genren I y II, permitirá generar 10.000 empleos directos y otros 30.000 indirectos en los próximos ocho años.
Pero, más allá de proveer al mercado local, el desafío del cluster es que, desde Argentina se empiece a exportar tecnología y productos para la industria eólica, confiesa Fabrizio. Ya algunas empresas están exportando tecnología y know how al vecino Brasil. “En consonancia con el Plan Industrial 2020, aspiramos a la generación de 1.000 MW eólicos de producción nacional anual para dentro de ocho años”, destaca Fabrizio, el titular de Cipibic.
SICA Argentina es una de las integrantes de la primera hora del cluster eólico. Fundada en 1984, la compañía con sede en Esperanza, provincia de Santa Fe, se especializa en el diseño y fabricación de recipientes sometidos a presión y equipos para la industria del petróleo, gas, química y eólica. La firma emplea en forma directa a 185 personas y exporta un 40% de su producción a Paraguay, Brasil y Sudáfrica, entre otros.
En consonancia con un viraje mundial hacia las fuentes de energía limpias y renovables, “La compañía decidió crear una unidad de negocios especializada en energía eólica, construye y provee torres estructurales para aerogeneradores, conforme a los diseños y especificaciones del cliente”, explica su gerente, Esteban Weidmann.
Actualmente, SICA está fabricando torres de 83 metros para los aerogeneradores operados por Impsa, en el parque eólico Arauco, en La Rioja. “El cluster permite canalizar el intercambio de información y experiencias entre sus miembros, así como realizar gestiones institucionales necesarias para consolidar la actividad eólica”, dice Weidmann. “La Argentina tiene un enorme potencial en esta industria, capaz de generar miles de empleos y una oferta exportable importante”, destaca.
Metalúrgica Calviño, desde su planta en la localidad bonaerense de Florencio Varela, produce torres eólicas y estructuras de góndolas, rotores, estatores, turbinas y tapas para generadores eólicos. Esta pyme familiar, fundada por Manuel Calviño, en 1943, y comandada por sus nietos Gastón y Mauro Guarino, se volcó hacia la industria eólica en los últimos años, a partir de su actividad tradicional: la fabricación de puentes grúa y equipos de elevación para transporte.
En octubre de 2011, la firma inauguró una nueva nave productiva dedicada a componentes eólicos, con una inversión de $ 6 millones. Gastón Guarino explica: “Estimamos que, en los próximos años, la división eólica superará en facturación y ventas al negocio inicial de fabricación de equipos de elevación”. Metalúrgica Calviño es proveedora de IMPSA desde hace más de una década. Ambas firmas integran el cluster eólico y la fabricación de componentes se realiza mediante una alianza, en la que la compañía de Pescarmona asesoró en el montaje de la nueva planta y brindó capacitación técnica.
Con 80 empleados, la firma produce unas 40 torres eólicas al año. El plan es llegar a 100 unidades anuales, para lo cual la dotación de personal deberá incrementarse casi al doble.
8% del consumo de energía eléctrica, en la Argentina, deberá provenir de energías renovables en 2016, según lo dispuesto en la Ley 26.190.
– 6,5% de la demanda energética nacional se cubre actualmente con energías renovables, según un informe de Greenpeace.
– 2000 GW es el potencial eólico de la Argentina, 100 veces mayor a la capacidad instalada, según un reporte del CREE, Centro Regional de Energía Eólica.
– u$s 2.250 millones en importaciones de gas y fuel oil serán sustituidos por energía eólica, cuando finalicen las obras del programa Genren (Generación de Energías Renovables) I y II.
– 1,5 millón de personas se abastecerán con la energía del viento.
– 2,4 millones de toneladas de CO2, uno de los gases responsables del efecto invernadero, dejarán de ser emitidas por el reemplazo de energía fósil a energías limpias.
– 8.000 empleos directos y 30.000 indirectos se crearán para la producción y mantenimiento de energía eólica.
– u$s 100 millones llevan invertidos las empresas del Cluster Eólico Argentino.
– 29 empresas, en su mayoría pymes, conforman el cluster.
María Gabriela Ensinck, www.cronista.com