Básicamente entre las diferentes fuentes de energía eléctrica se puede distinguir entre energías renovables y las no renovables. En el primer grupo se encuentran el carbón, el gas, el petróleo o el uranio, mientras que en el caso de las renovables están la hidráulica, eólica, solar y otras, que aunque minoritarias y en proceso de desarrollo, son las que más potencial de crecimiento tienen de cara al futuro como son la mareomotriz o la relacionada con el oleaje de los océanos y mares.
De acuerdo con el informe realizado por Red Eléctrica de España, la empresa que transporta la energía y opera en el sistema eléctrico español, a día de hoy la energía consumida en España procede de las siguientes fuentes energéticas: 19% ciclo combinado, 15% carbón, 21% nuclear, 11% hidráulica, 1% energía solar termoeléctrica, 3% energía solar fotovoltaica, 16% eólica, 2% térmica renovable y 12% cogeneración.
Este combinado de orígenes y fuentes energéticas es lo que conforma el denominado mix energético. Un mix que tiene un impacto directo sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). De hecho, para el año 2020, España se comprometió a que el 20% de la energía consumida tuviera como origen energías renovables, reduciendo también el 20% sus emisiones de GEI. Todos estos criterios fueron tomados en consideración en tiempos donde la economía crecía al 3% anual. Ni políticas disuasorias, ni legislación más restrictiva, ni incluso multas. El aliado perfecto para la reducción de emisiones ha sido, nuevamente, la crisis, haciéndose notar en la energía consumida en España.
Demanda energética
Según el Informe de 2011 hecho público por Red Eléctrica de España muestra que la demanda energética nacional a febrero de 2011 había descendido un 1,2% respecto al 2010. Un consumo, al finalizar el año 2011, que se situó en 255.179 GWh, valor muy similar al registrado durante el año 2006.
De todas las energías renovables, la eólica es la que genera más energía en España. Una fecha clave fue el pasado 6 de noviembre de 2011 a las 2.00h de la madrugada. En ese momento se registró un máximo histórico de generación y, por tanto consumo energético, procedente de la energía eólica. En esos momentos, el 59,6% del total de la energía eólica consumida en el Estado español provino del viento. O dicho de otra manera, 12.476 megavatios tuvieron como origen esta energía renovable. Atrás quedaba otro hito, el correspondiente al 9 de noviembre de 2010 cuando a las 3.00h de la madrugada el 54% del consumo español provino de la energía eólica.
De energía eólica hay básicamente de dos tipos: onshore y offshore. Los aerogeneradores onshore son aquellos que se encuentran en tierra. En España son la totalidad y se sitúan en zonas con viento suficiente para hacer la instalación viable. En cambio, los aerogeneradores offshore son aquellos que se sitúan en el mar, a cierta distancia de la costa.
La implantación de estos aerogeneradores siempre ha ido ligada a la polémica. Las zonas con una mayor eolicidad suelen situarse en altura, en las crestas de la montaña. Lugares con pocos obstáculos que eviten el paso de aire, pero muy expuestos al impacto visual, con accesos limitados y, en algunos casos, vías de aves migratorias. Unos motivos que han evitado la construcción de más de un parque eólico.
La Investigación, Desarrollo e Innovación, conocida como I+D+i, es constante en el sector hecho que ha incrementado de forma exponencial la eficiencia de los aerogeneradores. O lo que es lo mimo, generar más energía por giro de 360 grados del rotor. Muestra de ello, a finales del mes de marzo se inauguró la mayor turbina eólica del mundo. "Con una potencia unitaria de 6 MW, el nuevo aerogenerador Haliade 150 bate todos los récords por sus dimensiones: 150 metros de diámetro de rotor, equipado con palas de 73,5 metros de longitud, lo que permite mejorar su rendimiento en un 15% respecto al de turbinas de similares características", detalla la empresa Alstom, dedicada a la construcción de aerogeneradores. Cada uno de estos aerogeneradores puede producir energía para abastecer a unos 5.000 hogares.
La I+D+i de este proyecto ha sido la piedra angular. "Han participado 200 investigadores e ingenieros del centro de I+D de Alstom Wind ubicado en Barcelona. Las tres plantas españolas de Alstom Wind, en A Coruña, Zamora y Navarra han participado, a su vez, en la fabricación de diferentes componentes que completan la estructura del Haliade", aseguran desde la empresa.
El primer parque de aerogeneradores de nuestro país se inauguró hace ya treinta años. Hoy, El 16 por ciento de la energía consumida en españa tiene origen eólico.
Estas mismas páginas del domingo pasado dieron a conocer la importancia que tiene la energía eólica para España, no solo como fuente de energía renovable sino simplemente como fuente de energía. Según Red Eléctrica Española "el 16% del total de la energía consumida en España proviene del viento". Un porcentaje muy importante más teniendo en cuenta la evolución de esta tecnología que ha pasado de ser testimonial a ser esencial para el tejido energético e industrial español.
La evolución de esta energía ha sido espectacular. Hace 30 años los aerogeneradores a duras penas producían 30 kilowatios, es decir, la energía consumida por unas 20 casas. A día de hoy, los comúnmente llamados molinos de viento, han incrementado su producción eléctrica unitaria llegando a generar electricidad para 2.500 hogares. Un crecimiento que se ha visto acompañado de un incremento en las dimensiones de los aerogeneradores, superando, muchos de ellos, la envergadura de un Airbus 380.
Los orígenes de los parques eólicos en España se remontan tiempo atrás. Por aquel entonces, hace 30 años, fue cuando se inau-guró el primer parque eólico a nivel nacional. Fue en la Garriguella, provincia de Girona y fueron cinco aerogeneradores con una potencia unitaria de 24 kW. De este punto a la actualidad, ha sido clave la contribución de la investigación, desarrollo e innovación. La I+D+i ha sido y es vital para el incremento de eficiencia y la evolución de la técnica de los aerogeneradores. Uno de los últimos en presentarse ha sido ECO 122 de 2,7 MW de Alstom, empresa pionera en el sector eólico. "La investigación y la innovación constituyen la base de nuestro negocio. Con ECO 122 y el resto de turbinas de nuestra plataforma ECO 100 lideramos el desarrollo de una nueva generación de turbinas de alta capacidad y eficiencia para incrementar el valor de nuestros clientes", explica Alfonso Faubel, vicepresidente senior del negocio eólico de Alstom.
Echando una mirada por el territorio nacional, algunas provincias destacan como mayores productoras de energía eólica. Según apunta la Asociación Empresarial Eólica "en 2009, Castilla-la Mancha era el máximo generador de energía eólica de España con 3.415 megavatios (MW), seguida de Castilla y León con 3.334 MW y Galicia con 3.145 MW". A nivel europeo, la evolución registró un crecimiento negativo en 2010 respecto al año 2009, con la excepción de los aerogeneradores offshore, es decir, los ubicados en mares y océanos. En este caso, Bélgica, Reino Unido y Dinamarca incrementaron hasta en un 50% la potencia eólica instalada en este periodo.
Sin embargo, China es el país que empequeñece cualquier comparativa. El país asiático creció en 2010 un 62% de potencia instalada respecto al año anterior, superando incluso las previsiones más optimistas del Global Wind Energy Council (GWEC). O dicho de otro modo "en tan solo 2 años ha pasado de estar en cuarto lugar, tras Estados Unidos, España y Alemania, a llegar a la primera posición con 41,8 GW de potencia instalada", según se desprende del informe anual de GWEC correspondiente a 2010. Sin embargo, esta cifra rápidamente quedará atrás. En los planes quinquenales de la república Popular de China y correspondiente a los años 2011-2015, se prevé llegar a los 100 GW en 2015 y los 200 GW en 2020. Tanto el medio ambiente como España se benefician de estas medidas. Por una parte el gigante asiático evita la emisión anual de 90 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y el consumo de 31 millones de toneladas de carbón al año. Y por la otra, empresas españolas como Gamesa están implantando su tecnología en diferentes parques eólicos chinos.
Pero no todos los lugares son aptos para la instalación de un parque eólico. En el momento de decidir su construcción, hay dos puntos fundamentales a tener en cuenta. Por una parte, que haya viento. Por la otra, que esté relativamente cerca de la red eléctrica de distribución o de los puntos de consumo. Y es que la energía eléctrica no se puede almacenar y a medida que se transporta a través de la redes de distribución se va disipando, perdiendo potencia y, por tanto, valor.
La eolicidad o el tiempo que el aerogenerador gira y, por tanto, genera energía, es fundamental. Los aerogeneradores más conocidos son los de tres aspas. Pero no son los únicos. Para aquellos lugares donde existe una eolicidad menor, existen otros modelos, menos conocidos y comercializados pero que dan respuesta a condiciones específicas del terreno. Es el caso del aerogenerador Savonius. Consigue su máximo rendimiento a bajas revoluciones, debido a la gran resistencia que ofrece al viento. A pesar de haberse estudiado muchas variaciones, se utiliza testimonialmente. En cambio, el aerogenerador Darrieus tiene un funcionamiento diferente al Savonius. Requiere bajas velocidades de unos 5 metros por segundo y tiene un buen rendimiento. Tanto el Savonius como el Darrieus no necesitan una torre de gran porte como es el caso de los aerogeneradores tradicionales, no suponen ningún problema para la avifauna y necesitan una menor velocidad del viento para poder girar. En cambio, tienen una eficiencia del 50% respecto a los aerogeneradores tradicionales.