En días pasados, el periódico The Wall Street Journal publicó que las nuevas regulaciones en materia de emisión de CO2 para producir energía, reducirán el uso del carbón como combustible, y alentarán otros combustibles, como el gas natural.
Según el rotativo, en Estados Unidos el 48 por ciento de la energía que se produce usa como combustible el carbono, mientras que la que se genera a partir del gas natural llegó a 19 por ciento, el 12 por ciento utilizando energía nuclear, el 1.5 el petróleo.
Señala que mientras el uso de combustibles fósiles se estabiliza o tiende a la baja, el de combustibles alternos como el gas natural es cada vez más solicitado, toda vez que emite sólo 17 por ciento de CO2 al medio ambiente, contra el 80.5 por ciento que produce el carbón.
En México, desde el 2003 se sabía que ese era el modelo a seguir. Ya lo señalaba la Secretaría de Energía proyectó en el documento “Perspectivas sobre la utilización de energías renovables en México. Una visión al año 2030”, cuyos resultados dieron fruto a una nueva legislación ambiental.
En el documento se habla de la propuesta de una nueva Ley, en la que se especificara que para el 2013 se debía aumentar la producción de energía por medio de combustibles menos contaminantes, como el gas natural.
De ahí que en la redacción de la nueva Ley de Cambio Climático, el artículo 37 sea muy específico; “Las nuevas plantas generadoras de energía eléctrica a partir de combustibles fósiles, evitarán aumentos de emisiones por cada kwh, que excedan las que se emitirían por el uso de tecnologías de ciclo combinado con gas natural”.
Ya lo señaló Víctor S. Peña en días pasados, “según la Perspectiva del Sector Eléctrico 2009-2024, en México las proyecciones internacionales indican que hacia el 2025 los combustibles de mayor utilización en la generación de electricidad seguirán siendo el carbón y el gas natural”
Escribe en específico de Coahuila, cuya Región Carbonífera subsiste gracias a producir el carbón que usa la CFE como combustible, lo cual, según publicó VANGUARDIA produce el 25 por ciento de toda la contaminación de CO2 en el País. El analista vislumbra los peligros, pero también los retos de voltear a nuevas energías renovables.
“Estaríamos a muy buen tiempo para incorporar dentro de la Agenda Pública el aprovechamiento de los recursos naturaleza renovables —Sol y aire, sobretodo— para mantener nuestro lugar como entidad productora de energía. Mantener y acrecentar los trabajos que se generan por la minería pero ir migrando, poco a poco, a generar más empleo y bienestar en actividades diversas a las ya existentes”, detalla.
No está muy lejos de lo escrito desde el 2003 en el documento ya mencionado de la Secretaría de Economía, donde detalla que las nuevas políticas energéticas podrían estar encaminadas al uso cada vez más frecuente de energías alternativas, como la geotérmica, hidráulica, a partir de biomasa, solar y eólica, especificando que éstas dos últimas tienen mayor potencial.
En Coahuila ya existen avances. Según el Infonavit, ya existen más de once mil viviendas ecológicas en el Estado, de las cuales sólo en Saltillo y la Región Sureste hay 4 mil, cuyo principal componente es el uso de calentadores solares.
Por otro lado, se anunció que la empresa alemana Sowitc inició este año las pruebas de generación de energía eólica en el municipio de Acuña, con la intención de instalar 20 torres eólicas para producir energía.
La geotérmica, hidráulica, a partir de biomasa, energía solar y eólica, especificando que estas dos últimas tienen mayor potencial, son las fuentes de energías renovables usadas.
La Agencia Internacional de Energía revela que el empleo de la eólica y la energía solar para producir electricidad, se ha duplicado a partir del año 2000 en todo el mundo.