Según estimaciones de los especialistas, la participación de las ERNC representa cerca del 3% de la generación eléctrica del país, que al compararla con la experiencia internacional, explica Edmundo Claro, director del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la U. Diego Portales, la cifra es mayor que el promedio mundial de 2,8%. Pese a ello, agrega que se evidencia una tendencia descendiente en su uso.
Un dato no menor considerando que en los próximos ocho años, se proyecta un crecimiento de la demanda energética sobre un 50%, en tanto que la potencia instalada requerida subirá de 15.000 MW a 26.000 MW en 2020. Por otro lado, para sostener un crecimiento de Chile de entre 5% y 6% es necesario aumentar 9.000 MW anuales de aquí a ese año. Por ello es que ya son varios los esfuerzos para impulsar este tipo de fuentes de energías renovables.
En septiembre de 2010 ingresó al Congreso el proyecto de ley que propicia la ampliación de la matriz energética mediante energías renovables no convencionales, el que en enero pasado fue aprobado por el Senado. Actualmente está en su segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputados. Más aún, el gobierno confirmó su interés en seguir adelante en esta materia al anunciar dentro de los ocho pilares de la Estrategia Energética, una meta ya conocida: lograr que el 20% de la matriz energética esté compuesta por energías renovables. Esto obliga a inyectar 4.700 MW en los próximos cuatro años a partir de biomasa, energía solar, eólica, geotermia, mini hidráulica o mareomotriz.
Respecto al desarrollo de las ERNC, los datos a enero de 2012 obtenidos del Centro de Energías Renovables (CER) del Ministerio de Energía, establecen que hay 700 MW proyectos en operación, 242 MW en construcción, 3.159 MW aprobados sin construir y 1.535 MW en calificación.
Por otro lado, los proyectos aprobados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), representan unos 2.500 MW, mientras que en estudio, ingresados o a punto de ingresar, otros 2.500 MW, según cifras entregadas por la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera). Un fuerte dinamismo vive el sector. En los últimos tres meses, a través del SEIA, se han aprobado cinco grandes proyectos de ERNC, los que, en conjunto, involucran inversiones por 1.052 millones de dólares, y una potencia proyectada de 435,6 MW. Casi la mitad de la capacidad instalada actual de este tipo de energías.
De los nuevos proyectos, dos corresponden a energía eólica. El 6 de enero pasado se aprobó el Parque Eólico Calama de E-CL, que contempla una inversión de 280 millones de dólares y una potencia máxima de 193 MW con 56 aerogeneradores con capacidad individual entre 1,5 y 2,3 MW. En diciembre, en tanto, se dio el vamos al Parque Eólico Ckani de AM Alto Loa, por una inversión de 500 millones de dólares y una potencia máxima de 240 MW, con 160 aerogeneradores eólicos.
En energía solar, dos entrarán al ruedo. Huerto Solar Fotovoltaico, de la empresa Fotovoltaica Sol del Norte, que con una inversión de 31 millones de dólares generará 8 MW de potencia cerca de Calama. Y la central fotovoltaica San Pedro de Atacama II de Element Power, en la segunda región. La inversión de 103 millones de dólares tendrá una potencia de 30 MW. En diciembre se aprobó la Central Santa Marta, a partir de biogás en la Región Metropolitana. Son 36 millones de dólares para una capacidad de 14 MW ampliable a 20 MW.
Y entre las iniciativas en calificación está el Parque Eólico Küref de EnorChile, en la VIII región, de 150 millones de dólares y una capacidad de 61,2 MW, entre otras.