La patronal eólica EGA lamenta la falta de avances en el desarrollo eólico en Galicia

El sector lamenta la falta de avances en el desarrollo eólico en Galicia en los últimos cinco años y asegura que los 2.500 megavatios (MW) en proyectos frenados por el poder judicial, en referencia a las suspensiones cautelares del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, están «rigurosamente autorizados» por la Xunta.
«Urge aplicar plenamente la directiva de la UE que atribuye a la energía el interés público superior», reclama EGA. «¿A quien le interesa o beneficia esta coyuntura?», cuestiona. «La transición energética y la electrificación de la economía con fuentes renovables son hechos irreversibles, por mucho que los opositores se revuelvan», remarcan los promotores.
Con motivo de la celebración hoy del Día de la Eficiencia Energética, EGA advierte que «las fuertes tensiones internacionales» por la guerra arancelaria y los conflictos bélicos «provocarán un nuevo aumento de los costes energéticos y mayor dependencia de los combustibles fósiles». «El viento es uno de los grandes recursos naturales de Galicia, con un potencial extraordinario en cuanto a independencia energética, desarrollo industrial y lucha contra el cambio climático», defienden. «Es —añaden los promotores— una evidencia que no necesita mayor explicación».

La repotenciación de parques eólicos representa una oportunidad crucial para el sector energético español, pero enfrenta importantes desafíos en su tramitación y rentabilidad. Actualmente, hay un 7% de la potencia eólica instalada en España (155 parques) que ya ha superado los 25 años de antigüedad, y un 30% que ha cumplido los 20 años, lo que abre la puerta a un proceso de modernización que podría incrementar significativamente la producción de energía renovable.

Sin embargo, para que esta oportunidad se materialice, es necesario que las administraciones públicas simplifiquen los procesos de tramitación y respeten la libertad de las empresas para decidir cuándo y cómo renovar sus instalaciones.

Escucha aquí el programa completo de Ondas del Viento sobre repotenciación con Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica y Heikki Willstedt, director de políticas energéticas y cambio climático de la AEE.

Según explica Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), «la repotenciación básicamente es la sustitución del parque antiguo, un parque que tiene 25 o más años, por un parque nuevo con máquinas nuevas que son más grandes, digitales y más eficientes. Convertimos un parque que ha funcionado bien en uno todavía más productivo, con menos aerogeneradores».

Para Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la AEE, esta renovación responde a dos grandes retos europeos: «Uno es nuestra dependencia energética. En Europa dependemos en más de un 60% de energías importadas. En España eso llega a más de un 75%. Y lo que estamos viendo es que la energía va a ser cada vez más un campo de batalla geopolítico». El segundo reto está relacionado con la lucha contra el cambio climático: «Necesitamos energías limpias y autóctonas».

La repotenciación permite obtener «entre un 30-50% más de energía con la misma potencia instalada», aprovechando que los primeros parques eólicos se sitúan en los emplazamientos con mejor recurso de viento.
Obstáculos administrativos: una tramitación excesivamente lenta

Uno de los principales problemas que enfrenta la repotenciación es la lentitud administrativa. «La directiva de renovables dice que se debería poder hacer la tramitación de forma acelerada, en un solo año como mucho, para los parques que se quieran repotenciar», señala Willstedt. Sin embargo, «no hemos traspuesto en España todavía la directiva de renovables. Los plazos no se cumplen y tampoco hay una legislación hecha ad hoc para las repotenciaciones».

El proceso administrativo actual puede alargarse entre dos y cuatro años, similar al de un parque nuevo, lo que supone un grave problema para las empresas.
La necesidad de incentivos

«Las compañías tienen que ser las que decidan en qué momento repotenciar un parque», afirma Márquez, quien enfatiza la importancia de la libertad empresarial en estas decisiones. Sobre los incentivos, explica que serían necesarios para compensar «ese ingreso que se va a dejar de percibir durante un tiempo para animar a las compañías a repotenciar lo antes posible».

Sin incentivos, advierte, «las compañías van a decidir extender al máximo el funcionamiento de sus parques y hasta que no llegue el momento en el que las cuentas les salgan, evidentemente van a seguir operando un parque».
El caso de Galicia

Respecto a la reciente ley gallega que obliga a repotenciar parques con más de 25 años, Willstedt considera que «va en contra de lo que es el libre establecimiento de las empresas y las decisiones empresariales tienen que ser absolutamente libres». Según explicó, «hay una vulneración tanto del derecho comunitario como del derecho español».

Márquez añade que estas obligaciones «no dan un mensaje adecuado a las compañías» y pueden afectar negativamente a futuras inversiones: «Estamos jugándonos mucho, mucha inversión futura que para que venga y venga con certeza y venga con rapidez, lo que necesitamos es seguridad jurídica».
Los avances tecnológicos: más energía con menor impacto

Los nuevos aerogeneradores representan un salto tecnológico considerable. «Son aerogeneradores de mayor potencia. En algunos casos multiplican por diez la potencia que tenía el aerogenerador antiguo y son capaces de generar, con la misma potencia instalada del parque, en algunos casos más del doble de la energía», explica Márquez.

Estas nuevas máquinas «entran a funcionar con menos velocidad de viento», lo que hace viables zonas que anteriormente no lo eran. Además, «están digitalizados, están conectados, hay incluso sistemas que te permiten generar gemelos digitales para simular el comportamiento del parque».

El impacto ambiental también mejora significativamente. Aunque las palas son más grandes (pueden pasar de 12 a 64 metros de longitud), hay menos aerogeneradores y las torres están más altas, lo que reduce el riesgo para ciertas especies de aves.