Nuevo plan de energías renovables de China: perspectivas clave para las empresas

El nuevo plan de energía renovable de China tiene como objetivo impulsar significativamente el consumo de energía renovable del país, estableciendo objetivos ambiciosos para 2025 y 2030. A diferencia de los planes anteriores centrados principalmente en la instalación de capacidad, la nueva estrategia hace hincapié en maximizar la utilización de energía renovable a través de mejoras de infraestructura e integración sectorial en todas las industrias, incluidos el transporte, la agricultura y la manufactura. Se espera que este cambio cree importantes oportunidades comerciales en los sectores de las tecnologías verdes, la modernización de la red y la energía limpia.

China está remodelando el panorama energético mundial, poniendo la mira en una ambiciosa transformación impulsada por la energía renovable. En su última medida, el 30 de octubre de 2024, el gobierno chino dio a conocer las Opiniones Orientadoras sobre la Implementación Vigorosa de la Iniciativa de Sustitución de Energía Renovable (en adelante, el “nuevo plan de energía renovable”) para acelerar el consumo de energía renovable.

El nuevo plan de energía renovable, publicado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) y otras cinco agencias, apunta a aumentar el consumo anual de energía renovable a:

1.000 millones de toneladas de carbón equivalente estándar (SCE) para 2025, un aumento del 30 por ciento con respecto a los niveles de 2023; y
5.000 millones de toneladas de SCE para 2030, otro aumento del 36 por ciento con respecto a los niveles de 2025.

El nuevo plan de energía renovable marca un cambio estratégico que pasa de simplemente expandir la capacidad de energía renovable a fomentar la demanda sistémica. Al centrarse en la modernización de la infraestructura, la electrificación de las industrias clave y la promoción de tecnologías verdes, China está sentando las bases para su próxima fase de transformación económica.

Para las empresas y los inversores, las implicaciones son profundas. Abundan las oportunidades en la modernización de la red, la electrificación industrial, la producción de hidrógeno verde y los sectores florecientes de los vehículos eléctricos (VE) y la aviación sostenible. A medida que China redobla sus ambiciones en materia de energía renovable, quienes estén dispuestos a alinearse con esta visión se beneficiarán significativamente en un mercado en rápida evolución.

Este artículo explora los cambios políticos clave, su importancia económica y las oportunidades comerciales que abren para las partes interesadas nacionales e internacionales.

¿Cómo planea China hacer que la energía renovable sea más consumible?

China está trabajando activamente para mejorar el consumo de energía renovable a través de un enfoque multifacético, que combina la mejora de la oferta, el desarrollo de infraestructura, la gestión de la demanda y la regulación del sistema. Esta estrategia no solo tiene como objetivo aumentar la proporción de energías renovables en la combinación energética, sino que también busca crear un sistema energético más integrado y eficiente en general.

En primer lugar, el país planea aumentar significativamente su suministro de energía renovable mediante el desarrollo de bases de energía eólica y solar a gran escala, en particular en regiones desérticas y áridas, al tiempo que se centra en los parques eólicos marinos y la integración de la energía hidroeléctrica con la eólica y la solar. Además, China pretende promover el desarrollo de energía renovable distribuida y aumentar la generación de energía solar térmica y de biomasa. Para apoyar estas iniciativas, se implementarán tecnologías avanzadas para la evaluación de recursos, la previsión de energía y el control inteligente.

El desarrollo de infraestructura es otro aspecto clave de la estrategia de China. Se prioriza la construcción de infraestructura energética avanzada, incluida la transmisión de CC flexible y las redes inteligentes, para facilitar una mejor integración de las fuentes de energía renovable. La modernización de la red eléctrica principal y la mejora de los canales de transmisión interregionales optimizarán la distribución de energía, mientras que las mejoras en las redes de distribución aumentarán la flexibilidad y la capacidad, apoyando el rápido crecimiento de la energía renovable distribuida.

Por el lado de la demanda, China planea ampliar la gama de participantes en los programas de respuesta a la demanda, alentándolos a participar en el mercado de la electricidad. Estrategias como la fijación de precios máximos y los ajustes del mercado guiarán el comportamiento de los consumidores hacia un uso más eficiente de la energía, en particular en sectores clave como la industria, la construcción y el transporte.

Por último, mejorar la regulación del sistema es crucial para mejorar la estabilidad energética general. Esto incluye modernizar las centrales eléctricas de carbón para lograr mayor flexibilidad, optimizar su programación e invertir en energía hidroeléctrica de almacenamiento por bombeo y nuevas tecnologías de almacenamiento de energía. También se alentará a los proyectos de biomasa para que brinden servicios auxiliares, contribuyendo a un sistema energético más resiliente. A través de este enfoque integral, China pretende crear un panorama de energía renovable más integrado y eficiente.
Áreas clave de enfoque del nuevo plan de energía renovable

La integración sectorial de la energía renovable es un componente central del nuevo plan de energía renovable de China, que enfatiza la necesidad de un enfoque holístico en múltiples industrias críticas. En general, China planea acelerar la adopción de energía renovable en los siguientes aspectos:

Industria: El nuevo plan de energía renovable enfatiza la transformación del uso de energía industrial al guiar a industrias como la siderúrgica, la petroquímica y la textil hacia la transición hacia regiones con abundantes recursos renovables. Esto incluye la promoción de tecnologías como calderas y hornos eléctricos, y el desarrollo de sistemas de energía integrados en parques industriales para facilitar el suministro directo de electricidad verde. La iniciativa también fomenta el uso de hidrógeno con bajas emisiones de carbono en sectores como la producción de amoníaco y metanol, al tiempo que elimina gradualmente las calderas de carbón en favor de alternativas más limpias.
Transporte: El nuevo plan de energía renovable tiene como objetivo crear corredores de energía renovable y establecer estaciones de carga multifuncionales en centros de transporte clave. Promueve la electrificación del transporte público y el desarrollo de vehículos pesados ??eléctricos, junto con iniciativas para combustibles de aviación sostenibles y buques marítimos eléctricos.
Edificios: El nuevo plan de energía renovable integra la energía renovable en la planificación urbana, exigiendo que las nuevas construcciones cumplan con los estándares de construcción ecológica. Fomenta la instalación de paneles solares en los tejados y la electrificación de los edificios públicos, al tiempo que promueve electrodomésticos y sistemas de calefacción energéticamente eficientes.
Agricultura y zonas rurales: Se implementarán soluciones de energía renovable como la energía eólica y solar distribuida para modernizar la infraestructura energética en las regiones rurales, disminuyendo la dependencia del carbón y otras fuentes no renovables.
Nuevas infraestructuras: El nuevo plan de energía renovable enfatiza la integración de la nueva infraestructura con el desarrollo de la energía renovable. Esto incluye mejorar las estaciones de carga y reabastecimiento de combustible, optimizar el diseño de la nueva infraestructura y aprovechar tecnologías avanzadas como la IA y la IoT para profundizar la integración de los sistemas de energía renovable. En particular, el plan apoya la construcción de centros de datos en nodos centrales nacionales con recursos de agua fría, actualizaciones graduales de tecnología verde para estaciones base antiguas y centros de datos pequeños y dispersos, y un aumento anual constante en la proporción de energía renovable utilizada en los centros de datos de nueva construcción.

¿Cuáles son las medidas para apoyar el consumo de energía renovable?

El nuevo plan de energía renovable también detalla la estrategia y las medidas de China para apoyar el consumo de energía renovable a través de proyectos piloto innovadores, un marco legal y regulatorio mejorado y colaboraciones internacionales:

Innovación y proyectos piloto: para probar y ampliar las aplicaciones de energía renovable, se alientan proyectos piloto centrados en tecnologías emergentes, como parques eólicos marinos flotantes y producción de hidrógeno verde. Estos esfuerzos impulsarán la innovación y ayudarán a refinar modelos escalables para la sustitución de energía limpia.
Apoyo regulatorio y financiero: el nuevo plan de energía renovable describe la creación de marcos legales y mecanismos financieros para alentar la inversión en energía renovable. Esto incluye el desarrollo de certificados de energía verde y la mejora de las políticas fiscales que apoyan las actualizaciones de infraestructura y la adopción de tecnologías de energía limpia.
Mecanismos de mercado y precios: el nuevo plan de energía renovable estipula que China planea profundizar las reformas del mercado para la fijación de precios de la energía renovable, estableciendo mecanismos comerciales que se adapten a las características únicas de la energía renovable. Esto incluye facilitar las transacciones directas entre productores y consumidores de energía renovable, así como desarrollar mecanismos de mercado para la calefacción renovable y el biogás. Colaboración internacional: se hace hincapié en la ampliación de la cooperación en materia de energía renovable con los países de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI), con el objetivo de promover la difusión mundial de las tecnologías verdes chinas y fortalecer el comercio internacional de soluciones de energía renovable.
Participación y concienciación del público: la participación pública es fundamental. Las directrices destacan la importancia de educar e implicar a los ciudadanos en la adopción de prácticas de energía renovable, fomentando un cambio cultural más amplio hacia la sostenibilidad.

Perspectivas económicas en el sector de la energía renovable de China

El sector de la energía renovable surgió como una fuerza transformadora en la economía de China, dando forma significativa a su panorama de inversión y trayectoria de crecimiento. En 2023, la energía limpia contribuyó con un estimado de 11,4 billones de RMB (1,6 billones de USD) a la economía, lo que representa aproximadamente el 40 por ciento de la expansión del PIB. Esto subraya el papel central del sector en el impulso del desempeño económico de China en medio de los desafíos en industrias tradicionales como el inmobiliario.

En 2023, se produjo un aumento drástico de la inversión, y el gasto en energía limpia aumentó un 40 por ciento interanual hasta alcanzar los 6,3 billones de RMB (890.000 millones de dólares), según el análisis de Carbon Brief. Esto representó la totalidad del crecimiento general de la inversión de China en 2023, lo que compensó las disminuciones en otras áreas.

La energía limpia también representó una proporción creciente del PIB de China, que aumentó del 7,2 por ciento en 2022 al 9,0 por ciento en 2023. Sin esta contribución, el crecimiento del PIB de China habría caído significativamente por debajo del objetivo del gobierno.

Esta resiliencia posiciona al sector de la energía renovable no solo como una piedra angular de la transición energética de China, sino también como una salvaguarda para su estabilidad económica más amplia durante los períodos de ajuste industrial.

Estas industrias fueron fundamentales para impulsar las inversiones en energía limpia, lo que refleja el enfoque de China en la descarbonización de su economía a través de políticas innovadoras y mejoras sustanciales de la infraestructura.

Energía solar

La energía solar se destacó como el mayor contribuyente al crecimiento de la energía limpia en China en 2023, con un aumento de su valor total del 63 por ciento interanual, de 1,5 billones de RMB (207.010 millones de dólares estadounidenses) en 2022 a 2,5 billones de RMB (345,03 dólares estadounidenses) en 2023. Esta notable expansión fue impulsada por una combinación de iniciativas del gobierno central, como el programa de “energía solar distribuida en todo el condado” y la estrategia de “base de energía limpia”, que priorizó la ampliación de las instalaciones en todo el país.

En respuesta a una desaceleración del sector inmobiliario, a principios de 2023 se introdujeron nuevas políticas para promover el desarrollo de la industria solar en terrenos de construcción no utilizados y existentes. Para finales de año, China agregó aproximadamente 200 gigavatios (GW) de capacidad solar, más del doble de su récord de 2022 de 87 GW. Mientras tanto, 15 provincias incluyeron la expansión de la energía solar en sus agendas gubernamentales anuales, impulsando aún más el crecimiento.

El sector de fabricación de energía solar de China también experimentó un sólido crecimiento, con 340 GW de capacidad de producción de polisilicio y 300 GW de capacidad de obleas, células y módulos añadidos en 2023, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). Las exportaciones de energía solar fueron otra área clave de crecimiento, en particular a regiones como el sudeste asiático, África y los países involucrados en la Iniciativa del Cinturón y la Ruta. Si bien los volúmenes de exportación aumentaron, la caída de los costos de producción significó que los valores de exportación solo experimentaron aumentos modestos.
Almacenamiento de energía

China está avanzando rápidamente en sus capacidades de almacenamiento de energía como parte de su impulso más amplio para descarbonizar su sistema energético y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. El país está aumentando la capacidad de almacenamiento de electricidad para mejorar la estabilidad de la red, especialmente a medida que integra cantidades cada vez mayores de fuentes de energía renovables como la eólica y la solar. El almacenamiento de energía se considera una solución crucial para gestionar las fluctuaciones en la oferta y la demanda de electricidad, lo que permite una transición de las centrales eléctricas de carbón y gas a fuentes de energía más limpias y sostenibles.

Uno de los principales impulsores de la expansión del almacenamiento de energía en China es el almacenamiento hidroeléctrico por bombeo, una tecnología que permite almacenar el exceso de electricidad y utilizarla posteriormente para satisfacer la demanda máxima. En 2023, la capacidad de almacenamiento hidroeléctrico por bombeo en construcción creció sustancialmente, pasando de 120 GW en 2022 a 167 GW. Otros 250 GW se encuentran en la fase de preconstrucción, lo que indica que esta expansión continuará en los próximos años. El rápido crecimiento de este sector ha sido impulsado por la necesidad de almacenar las cantidades cada vez mayores de energía renovable intermitente que se generan, como la solar y la eólica.

Para 2023, se estima que la inversión en almacenamiento hidroeléctrico por bombeo alcanzó los 300.000 millones de RMB (41.400 millones de USD), y se supone que el gasto será proporcional a la construcción de nueva capacidad. Este nivel de inversión refleja la infraestructura a gran escala necesaria para esos proyectos de almacenamiento, que son parte integral de la estrategia de China de transición hacia una red energética más limpia y resiliente.

Junto con el almacenamiento hidroeléctrico por bombeo, China también está dando pasos importantes en las tecnologías de almacenamiento en baterías, que se utilizan cada vez más para almacenar electricidad generada a partir de fuentes renovables. La inversión en fabricación de baterías alcanzó los 300.000 millones de yuanes en 2023, impulsada por la expansión de la capacidad de producción para satisfacer la creciente demanda de soluciones de almacenamiento de energía. La Alianza de Innovación de la Industria de Baterías de Energía Automotriz de China ha informado de que se necesitan inversiones adicionales para construir la infraestructura necesaria para la fabricación de las baterías necesarias tanto para los vehículos eléctricos como para las aplicaciones de almacenamiento en red.
Vehículos eléctricos

El sector de vehículos eléctricos de China experimentó una notable expansión en 2023, con 9,6 millones de vehículos eléctricos producidos, lo que supone un aumento del 36% respecto del año anterior. Este aumento refleja la creciente cuota de vehículos de nueva energía (NEV), que incluyen vehículos eléctricos a batería e híbridos enchufables, que representan el 32% de todos los vehículos producidos en el país.

La mayor parte de estos vehículos se vendieron en el país, con 9,5 millones de vehículos eléctricos vendidos en China, lo que representa un crecimiento interanual del 38 por ciento. Cabe destacar que los consumidores chinos compraron 8,3 millones de unidades, lo que representa un tercio de las ventas totales de vehículos en el país. Mientras tanto, se exportaron 1,2 millones de vehículos eléctricos, un aumento sustancial del 78 por ciento con respecto a 2022, lo que destaca aún más la creciente influencia de China en el mercado mundial de vehículos eléctricos.

A pesar del fin de los subsidios gubernamentales para la compra de vehículos eléctricos en 2022 (aunque las políticas de exención de reducción de impuestos se han extendido a lo largo de 2023) —después de más de una década de apoyo—, el mercado se ha mantenido resistente, impulsado por la creciente demanda de los consumidores y la competencia de la industria. El cambio de incentivos impulsados ??por políticas a demanda impulsada por el mercado sugiere que el crecimiento de los vehículos eléctricos en China se está volviendo más sostenible, con un enfoque más fuerte en la dinámica del mercado a largo plazo.

El mercado de vehículos eléctricos de China sigue siendo altamente competitivo, con al menos 94 marcas nacionales que ofrecen más de 300 modelos diferentes. Los fabricantes locales dominan el mercado, con BYD, Wuling, Chery, Changan y GAC a la cabeza. Estas empresas representan en conjunto el 81 por ciento de las ventas totales de vehículos eléctricos en el país, lo que refuerza la sólida base de producción nacional.

Para sostener este crecimiento, China ha invertido significativamente en la fabricación de vehículos eléctricos. En 2023, las inversiones estimadas en capacidad de producción de vehículos eléctricos alcanzaron los 1,2 billones de RMB (165.590 millones de dólares), un aumento considerable respecto de los 700.000 millones de yuanes (96.600 millones de dólares) de 2021. Este aumento de la inversión refleja el cambio estratégico del país hacia la electrificación y el alejamiento de los vehículos tradicionales con motor de combustión interna.

La inversión también se extiende a la expansión de la capacidad de fabricación de baterías, que respalda la creciente demanda de vehículos eléctricos. Estas inversiones son cruciales para satisfacer las necesidades del floreciente mercado de vehículos eléctricos y se reflejan en el impulso más amplio hacia el desarrollo de infraestructura.

Mientras tanto, la rápida expansión de la infraestructura de vehículos eléctricos ha sido esencial para mantener el crecimiento en este sector. En 2023, se instalaron más de 3 millones de nuevos puntos de carga, lo que suma un total de 8,6 millones de puntos de carga para noviembre de 2023. Esto incluye estaciones de carga públicas y privadas, con la mayor concentración en las ciudades de primer nivel de China, como Pekín, Shanghái y Cantón, donde más del 80 por ciento de las áreas urbanas estaban equipadas con estaciones de carga.

Esta expansión de la infraestructura ha sido fundamental para que los vehículos eléctricos sean más accesibles y prácticos para los consumidores chinos. El desarrollo continuo de las redes de carga se considera vital para sostener el crecimiento del sector y garantizar que la adopción de vehículos eléctricos siga siendo sólida en el futuro.
Agendas políticas que dan forma a la transición energética de China

La transición energética de China está profundamente arraigada en su marco de políticas, que equilibra el crecimiento económico, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental. Un elemento central de esta transformación es el compromiso del gobierno de alcanzar sus objetivos de “doble carbono”: alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060. El sistema de políticas “1+N”, piedra angular de este esfuerzo, proporciona una orientación general junto con planes de acción específicos para cada sector para promover la descarbonización en los sectores de la energía, la industria y la infraestructura. El énfasis está puesto en reducir la dependencia de los combustibles fósiles, fomentar la tecnología verde y mejorar la eficiencia energética para construir un sistema energético limpio, con bajas emisiones de carbono y sostenible.

La seguridad energética sigue siendo una prioridad fundamental, en particular ante la creciente demanda de electricidad, los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el clima y la incertidumbre geopolítica. El 14.º Plan Quinquenal destaca el carbón como un “respaldo de la seguridad del suministro”, lo que refleja un enfoque pragmático para mantener la estabilidad energética mientras se realiza la transición hacia fuentes más limpias. Las políticas recientes incluyen mecanismos de capacidad para las centrales eléctricas a carbón e incentivos financieros para tecnologías de energía renovable como la solar fotovoltaica y la eólica. La energía nuclear también está ganando prominencia como parte de la matriz energética diversificada para garantizar una transición constante sin poner en peligro la fiabilidad del suministro.

La apuesta de China por la autosuficiencia es otro factor decisivo de su agenda energética. El país ha logrado avances importantes en la creación de capacidades nacionales en industrias de tecnología limpia, respaldadas por inversiones a largo plazo en I+D a través de iniciativas como los programas 863 y 973. Estos esfuerzos han llevado a China a la vanguardia de la tecnología de energía renovable, en particular en la producción de energía solar, eólica y de baterías. Sin embargo, el gobierno también está abordando las vulnerabilidades de sus cadenas de suministro, como la gran dependencia de minerales críticos importados como el níquel, el cobalto y el cobre. Las políticas que fomentan la exploración nacional y las inversiones mineras en el extranjero tienen como objetivo asegurar estos recursos esenciales para la transición energética.

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