Los empleos de energía solar fotovoltaica representaron el 44% de toda la fuerza laboral mundial de energía renovable en 2023, según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
En su 11.ª edición del informe anual “Energía renovable y empleo”, IRENA destacó que, directa o indirectamente, la energía renovable empleó a 16,2 millones de personas en 2023, de los cuales 7,1 millones de puestos de trabajo estaban en la industria solar fotovoltaica. La mayoría de las incorporaciones de empleo entre 2022 y 2023 provinieron de la energía solar fotovoltaica, que agregó casi 2,2 millones de nuevos trabajadores, como se muestra en el gráfico anterior.
Entre 2022 y 2023, la energía solar fotovoltaica (FV) agregó más de 2,2 millones de puestos de trabajo. Gráfico: IRENA
China representó más de la mitad de los empleos en energía solar fotovoltaica, con 4,6 millones de empleos, un aumento del 66% con respecto a los 2,76 millones de empleos en 2022. Su crecimiento en empleos en energías renovables fue impulsado principalmente por el crecimiento del país en las incorporaciones de energía solar fotovoltaica el año pasado y las expansiones de capacidad cada vez mayores en el frente manufacturero. Un crecimiento de capacidad que se prevé que continúe este año y alcance 1,2 TW de capacidad nominal anual en toda la cadena de valor, duplicando la capacidad instalada global prevista por BloombergNEF en 2024.
La división entre empleos de fabricación y construcción e instalación, incluidas las operaciones y el mantenimiento, en China es bastante similar, con 2,37 millones y 2,22 millones, respectivamente.
China representó más de la mitad de todos los empleos de energía solar fotovoltaica a nivel mundial en 2023 con casi 4,6 millones de trabajadores. Gráfico: IRENA.
Cuatro países entre los diez primeros se encuentran en Asia
En segundo lugar, y a mucha distancia, se sitúa la Unión Europea con 720.000 puestos de trabajo, más de 80.000 menos de lo que estima la asociación comercial SolarPower Europe (SPE) en su ‘Informe sobre empleos solares’ publicado a principios de esta semana. En 2023, Europa había superado los 800.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, según datos de la SPE. Separando por países, India y Estados Unidos ocupan el segundo y tercer lugar con más trabajadores, con 319.000 y 280.000, respectivamente. La fuerza laboral estadounidense en la industria solar aumentó un 5,9% en 2023, con más de 15.500 trabajadores más, según un informe reciente del Consejo Interestatal de Energías Renovables (IREC).
En general, de los diez países con más trabajadores en la industria solar fotovoltaica, cuatro son países asiáticos (China, India, Japón y Vietnam), tres en Europa (Alemania, Italia y Polonia), dos en América (Estados Unidos y Brasil) y, por último, Australia.
Francesco La Camera, director general de IRENA, afirmó: “La historia de la transición energética y sus beneficios socioeconómicos no debería centrarse en una o dos regiones. Si todos queremos cumplir nuestro compromiso colectivo de triplicar la capacidad de energía renovable para 2030, el mundo debe intensificar su labor y apoyar a las regiones marginadas para abordar las barreras que impiden el progreso de su transición.
“Una colaboración internacional fortalecida puede movilizar una mayor financiación para el apoyo a las políticas y la creación de capacidad en países que aún no se han beneficiado de la creación de empleo en el sector de las energías renovables”.
El desafío de los trabajadores cualificados
Uno de los desafíos que se destacan en el informe es la falta de trabajadores cualificados en determinadas áreas de la industria de las energías renovables, lo que podría obstaculizar la transición mundial. El rápido ritmo de incorporación de capacidad a partir de energías renovables es mucho mayor que el desarrollo de una fuerza laboral cualificada adecuada. “La falta de sistemas de previsión y seguimiento de las competencias dificulta aún más la capacidad de los países para identificar las carencias de competencias, analizar las necesidades futuras de formación y adaptar los programas de educación y formación a las demandas del mercado”, se lee en el informe.
Esto coincide con una de las recomendaciones de políticas de IRENA, que sugiere recopilar más y mejores datos que permitan a los países evaluar sus necesidades y tomar “decisiones informadas en materia de políticas e inversiones”.
Es necesario implementar medidas para desarrollar las competencias en las etapas de planificación de los marcos nacionales de transición, al tiempo que se alienta a las empresas y al sector a invertir en la mejora y el reciclaje de las competencias de su fuerza laboral.
Se puede acceder al informe completo aquí.
https://www.irena.org/Publications/2024/Oct/Renewable-energy-and-jobs-Annual-review-2024