El 30 de junio se cumplieron dos plazos importantes. En primer lugar, los Estados miembros tuvieron que presentar sus Planes Nacionales de Energía y Clima (PNEC) revisados ??a la Comisión Europea. En segundo lugar, los gobiernos tuvieron que implementar las disposiciones sobre permisos establecidas en la nueva Directiva de Energía Renovable (REDIII). En ambos frentes, los Estados miembros se están quedando atrás. Deben tomar medidas urgentes. De lo contrario, los objetivos energéticos y climáticos de la UE para 2030 están en riesgo.
El 30 de junio, los 27 Estados miembros debían presentar la versión final de sus Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC). Esto se produce después de que la Comisión Europea revisara sus proyectos de planes. Los PNEC describen las estrategias nacionales que los países aplicarán para cumplir el objetivo de la UE del 42,5% de energía renovable para 2030. Los planes incluyen iniciativas en áreas políticas como electrificación, permisos, investigación e innovación y otras. Pero sólo seis países (Finlandia, Suecia, Dinamarca, Italia, Francia y los Países Bajos) han presentado sus PNEC. Eso es muy poco.
Los PNEC son clave para el despliegue de las energías renovables: los Estados miembros con planes suficientemente ambiciosos y creíbles atraerán más inversiones que otros. Sin visibilidad sobre las inversiones futuras y estrategias nacionales claras, la UE corre el riesgo de no alcanzar sus objetivos climáticos y de seguridad energética para 2030. Es fundamental que los países entreguen sus planes lo antes posible.
Los Estados miembros deben hacer pleno uso del “interés público superior”
Los permisos siguen siendo uno de los principales obstáculos para la construcción de nuevos parques eólicos. Los Estados miembros también tenían hasta finales del mes pasado para implementar las excelentes disposiciones sobre permisos previstas en la nueva Directiva sobre energías renovables (REDIII). Una de las medidas más poderosas de RED III para mejorar la concesión de permisos es la noción de “interés público primordial”. Pero sólo un puñado de países lo han implementado en su marco nacional. Sólo Alemania y Portugal lo han aplicado en la práctica.
Alemania fue especialmente rápida y decidida a simplificar sus procedimientos de permisos y aplicar el interés público primordial a los proyectos de energía renovable. Y los resultados son impresionantes: Alemania otorgó 7,5 GW de nuevos permisos de energía eólica terrestre en 2023, frente a 4,2 GW en 2022 y 2021 y menos de 2 GW en 2017-2019, respectivamente. Y en el primer trimestre de 2024, Alemania ya otorgó permisos para otros 2,6 GW de nuevos proyectos eólicos terrestres. El interés público primordial ha ayudado a desbloquear proyectos que se habían visto enredados en disputas legales. Y ha facilitado que los jueces y los agentes de permisos apoyen nuevos proyectos de energía eólica al equilibrar diferentes intereses públicos.
El aumento de nuevos permisos ha tenido efectos directos en las subastas. La última subasta alemana adjudicó 2,5 GW de proyectos eólicos. Y Alemania ahora es optimista y cree que podría adjudicar hasta 10 GW de nueva capacidad terrestre en 2024.
“La mayoría de los gobiernos nacionales no han hecho sus deberes lo suficientemente rápido. Los permisos están mejorando en algunos países, pero los volúmenes de permisos en toda la UE aún no alcanzan lo que necesitamos para alcanzar los objetivos climáticos y de seguridad energética de la UE. Los gobiernos deben transponer lo antes posible las nuevas y excelentes normas de REDIII, especialmente las que tienen en cuenta el interés público primordial. Es una de las herramientas más poderosas de la caja de herramientas. El ejemplo alemán ha demostrado lo que es posible. Otros gobiernos deben hacer lo mismo y aprovechar al máximo el interés público primordial”, afirma Guy Willems, Asesor de Medio Ambiente y Participación Comunitaria de WindEurope.