Entre 2009 y 2010, la cantidad de electricidad generada mediante energía eólica en Centroámerica se incrementó en un 120%, según un estudio realizado por la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina (CEPAL). Durante ese período, la región que comprende Guatemala, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Panamá y Belice generó 237,2 GWh de energía eólica. Los proyectos eólicos más importantes se encuentran, sin embargo, en Costa Rica y Nicaragua.
En junio pasado, el gobierno hondureño anunció que invertirá 2.100 millones de dólares durante los próximos seis años en proyectos de energías renovables. Los 52 proyectos a ser desarrollados entre 2010 y 2016 generarán 250 MW, los cuales serán vendidos a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENE) a un precio promedio de 0,10 céntimos de dólar por kWh.
Héctor Borjas, vicepresidente de la Asociación Hondureña de Pequeños Productores de Energía, anunció la creación de 50 mil puestos de trabajo en más de 30 municipios. En esa misma línea, el Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos (Ex-Im Bank) ayuda a la empresa española Gamesa a vender 51 aerogeneradores a Honduras, los cuales serán producidos en una fábrica en las afueras de Philadelphia. Ex-Im Bank, con sede en Washington, financia con 159 millones de dólares del coste total de 300 millones del parque eólico 102 MW, el cual incluye turbinas eólicas G87 de 2-MW.
Una vez en funcionamiento, el parque eólico, ubicado a 20 kilómetros al sur de Tegucigalpa, en los municipios de Santa Ana y San Buenaventura, será el más grande de Centroamérica, con una producción cercana al 6% del suministro de electricidad de Honduras.
“Generalmente, las energías renovables son más costosas que el combustible fósil, pero en este caso, la energía eólica es una solución de bajo coste para Honduras”, señaló Fred Hochberg, presidente del banco. “Estamos a punto de crear puestos de trabajo estadounidenses, y no interesa si la compañía es estadounidense o española. No es tan fácil para una empresa energética centroamericana obtener un préstamo a 18 años por sus propios medios, y gracias a que lo garantizamos, logramos llevar adenta dicha transacción”.
La transacción fue una de las primeras exportaciones de las dos fábricas de Gamesa en Pennsylvania, y fue la primera vez que la empresa utilizó financiación del Ex-Im Bank. También fue el primer acuerdo de energía renovable del Ex-Im Bank utilizando los nuevos incentivos de la política de CO2, entre las que se incluye un plazo de 18 años para el pago.
En Costa Rica, los trabajadores están construyendo el primer parque eólico en el Valle Central del país, cerca de Santa Ana. Se espera que el proyecto entre en funcionamiento en agosto del 2012, según CNFL, filial de ICE, y producirá energía suficiente para abastecer a cerca de 6.000 hogares.
Mientras tanto, Blue Power & Energy ha firmado un acuerdo de financiamiento de 80 millones de dólares con el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) para completar un proyecto de energía eólica en Nicaragua. El parque podrá generar 39,6 MW de energía limpia, generando un ahorro anual de 22 millones de dólares, indicó el ministro de Energía Emilio Rapaccioli. Joaquín Cuadra, director de Blue Power, señaló que hasta el momento, “se han construido los cimientos para la instalación de tres turbinas eólicas y 13 kilómetros de caminos de acceso”.
El parque eólico requerirá de una inversión de 115,8 millones de dólares e incluirá 22 aerogeneradores de Vestas. Blue Power recientemente ha firmado contratos de venta con la distribuidora de energía Gas Natural, a un costo de 104,50 dólares por MWh producido. Esta será la tercera empresa privada en producir energía eólica en Nicaragua, tras Amayo I y II.
El pasado mes de mayo, la multinacional de energía AEI adquirió el 47,5% de Amayo I y II, que produce 63 MW de energía limpia. AEI compró las acciones a Arctas Capital Group, con sede en Texas. Luego compró un interés adicional del 47,5% en Amayo II a la firma guatemalteca Centrans Energy Services, por un monto no revelado.
Arctas dijo que el proyecto eólico Amayo, de dos etapas, representa una inversión de cerca de 150 millones de dólares. Un total de 71,3 millones de dólares fue proporcionado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la primera etapa. Actualmente se están realizando negociaciones para la obtención del préstamo para la segunda etapa, entre BCIE y otras dos o tres entidades crediticias.
Desde la inauguración del Parque Eólico Amayo hace dos años, Nicaragua ha ahorrado 58 millones de dólares en gastos de petróleo, informó en julio el periódico hondureño La Prensa. La producción en el parque eólico, el más grande de Centroamérica, con 250 millones de kWh por año, representa el 11,6% de la demanda total del país.
Manuel Callejas Montenegro, director del parque eólico Amayo, dijo que la energía producida en la central de energía eólica es 40% mayor a la producida en centrales eólicas estándar. Cada MWh producido por Amayo I cuesta 87 dólares, y cada uno producido por Amayo II, 92 dólares. Este coste es mucho menor al de las centrales estándar, donde la electricidad tiene un costo de 210 dólarespor MWh, en Nicaragua, y hasta 160 en la central Che Guevara en Albanisa.
No obstante, el mayor productor de energía eólica de todos puede terminar siendo Panamá, donde Energy & Environmental Engineering Corp. planea invertir 720 millones de dólares en dos proyectos eólicos en Anton Sur y La Colorada. Cada uno de estos proyectos eólicos se espera añadan 90 megavatios a la red de suministro de electricidad nacional de Panamá.
Se espera que los permisos para estos proyectos eólicos sean aprobados en diciembre de 2011. La construcción de las instalaciones eólicas debería comenzar a principios de 2012, la cual llevará aproximadamente 18 meses, según el sitio web breakbulk.com.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.