En Salaparuta, el viñedo Cantine Vaccaro convive en perfecta armonía con los paneles fotovoltaicos. La instalación forma parte de la iniciativa “Agrivoltaico Open Labs”, una serie de laboratorios de innovación al aire libre donde probamos la integración de la producción de energía solar, la agricultura y la protección de la biodiversidad.
¿Qué tiene que ver el buen vino con la electricidad renovable? La respuesta es mucho, y esto es gracias al Sol. De hecho, su luz y calor juegan un papel clave en el ciclo de vida del viñedo y en la maduración de la uva. Los rayos del Sol contribuyen a la fotosíntesis de la clorofila haciendo crecer las plantas, al mismo tiempo que son un recurso clave para generar electricidad, gracias a los paneles fotovoltaicos que pueden capturar energía solar.
Vino agrivoltaico
Entonces, buen vino y electricidad renovable. Esta combinación ganadora se puede encontrar en Salaparuta, Sicilia, un pequeño pueblo de la provincia de Trapani. Está situado en el Valle de Belice, un lugar que tradicionalmente ha producido vino y donde los viñedos se extienden sobre las colinas. Y aquí hemos instalado uno de nuestros cinco “Agrivoltaico Open Labs”, una serie de laboratorios al aire libre que se pueden encontrar en varias partes de Italia. Junto con diferentes socios científicos, instituciones de investigación, empresas emergentes y granjas, trabajamos en la integración entre la producción de energía solar, la agricultura y la protección de la biodiversidad.
Así, gracias a los paneles fotovoltaicos, la empresa no sólo produce uvas destinadas a convertirse en vino, sino también energía, reduciendo así costes y al mismo tiempo promoviendo la sostenibilidad.
La tecnología primero
La instalación agrivoltaica de demostración, que tiene una potencia máxima de 44 kWp (kilovatio pico), presenta la tecnología desarrollada por la startup italiana Sentnet con módulos fotovoltaicos de doble cara dispuestos verticalmente.
Por lo tanto, los módulos ocupan un espacio mínimo y están colocados de manera que no creen sombras para las filas paralelas de paneles.
Este tipo de tecnología permite una excelente integración con las actividades agrícolas, con un aumento del 90% de la superficie cultivable debido a la reducida huella de los paneles fotovoltaicos, en comparación con las tecnologías convencionales.
Al igual que en la instalación vertical de Colfiorito (en otra región italiana, Umbría), hemos adoptado el sistema patentado de captación de agua de lluvia de Sentnet, que está integrado con la instalación fotovoltaica. De esta manera, la lluvia se recoge en desagües debajo de los paneles y luego se conduce a tanques colectores. A partir de ahí, el agua se puede reutilizar para regar cultivos. La limpieza y el mantenimiento, en cambio, se ven facilitados por la posición vertical de los paneles. Además, la planta de Salaparuta cuenta con una red inteligente de sensores que monitorean tanto la energía como la producción agrícola, así como una variedad de parámetros ambientales y agrícolas, las condiciones climáticas, la humedad del suelo y la temperatura.
Los sensores se instalaron en dos zonas: la denominada zona de «control», que no está sombreada por los módulos, y una zona de prueba situada entre las filas para estudiar las diferencias y beneficios relacionados con la presencia de la instalación.
Miriam Di Blasi, responsable de Innovación en Medio Ambiente y Mitigación de Impactos de Enel Green Power, afirma: «Los Open Labs son un ejemplo práctico de innovación abierta, que nos permite trabajar junto con las comunidades locales y al mismo tiempo promover un enfoque científico sólido y colaborativo con granjas, apicultores , universidades, centros de investigación y start-ups con experiencia específica en estas áreas. También estamos trabajando con escuelas y otras entidades locales en actividades que promueven la formación y ayudan a difundir la palabra. Después de los primeros cuatro Agrivoltaic Open Labs, que se lanzaron en Italia En 2023, planeamos inaugurar el quinto y último laboratorio a finales de este año».