La Asociación Empresarial Eólica (AEE) celebra una nueva edición de la jornada ‘Eólica y Mercado’, con la participación de más de 200 expertos para analizar retos y oportunidades ante un nuevo periodo en la consolidación y avance de las energías renovables en el sistema eléctrico, en nuestra economía y sociedad. La regulación, la planificación, los procedimientos y, en definitiva, el enfoque de las actuaciones encaminadas a avanzar en la transición energética debe tener en consideración la autonomía industrial y tecnológica como uno de sus pilares fundamentales. Acelerar la tramitación administrativa de los proyectos eólicos, más digital, más coordinada y transparente, se presenta como una necesidad prioritaria para el sector. Trabajar en políticas de electrificación, solventar la judicialización de la tramitación de proyectos eólicos en algunos territorios, trabajar con rigor en pro de la aceptación social de los proyectos, velar por la cadena de valor eólica europea ante la amenaza desde terceros mercados y conseguir el despegue de la eólica marina, así como, avanzar en el despliegue de las redes y activar un ritmo estable de inversiones en almacenamiento de forma eficiente, son otros de los retos para el sector. La industria eólica en nuestro país es un pilar fundamental para el impulso económico, la creación de empleo cualificado y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y mantiene una firme convicción de seguir jugando un rol protagonista para el cumplimiento del PNIEC. La eólica aporta un 24% de la generación en España, siendo ya la primera tecnología de la matriz eléctrica. El sector emplea a 40.000 profesionales y las exportaciones superan los 2.500 € anuales, situándonos en el 5º puesto del ranking mundial. Por ello, velar por nuestra industria eólica es una prioridad. “El sistema eléctrico es un entorno de equilibrios inestables, donde la oferta debe estar equilibrada con la demanda, debiendo avanzar de la forma más acoplada posible. Si la demanda eléctrica no se incrementa, la generación eléctrica renovable no podrá disponer de contraparte compradora y podría enfrentarse a escenarios de pérdidas de rentabilidad. Trabajar en políticas de electrificación, que tengan efecto en el corto-medio plazo en los consumidores – tanto domésticos como industriales – es una de las tareas más importantes a las que nos enfrentamos como sector”, ha destacado Juan Diego Díaz, presidente de la Asociación Empresarial Eólica en la inauguración de la jornada ‘Eólica y Mercado’. “Este es el reto principal de este periodo: electrificar de forma eficiente, para los consumidores y para el sistema”. Díaz ha indicado que la diferencia entre generación y demanda no solo afecta al avance lineal de instalación renovable, sino que puede condicionar también el desarrollo de otros vectores como el almacenamiento, que es otro de los retos a los que el sector eólico se enfrenta. Es necesario profundizar en los escenarios para el despliegue del almacenamiento y extraer los mayores beneficios de estas inversiones muy intensivas en CAPEX. Además, el avance en el despliegue de las redes es prioritario con un desarrollo dinámico, ágil y adaptable a los diferentes escenarios, evitando congestiones estructurales que condicionen el desarrollo renovable y garantizando los estándares de calidad y seguridad de la operación del sistema. La nueva filosofía en la planificación de la red, sus tiempos, su flexibilidad, es uno de los puntos de debate de primera línea este año, ha destacado el presidente de AEE. Por su parte, Carmen Becerril, presidenta de OMIE, quien ha participado en la inauguración de la jornada, ha analizado la reciente reforma del mercado energético y el papel de la eólica. El PNIEC plantea que los 30.000 MW eólicos actuales se tendrán que duplicar a 62 GW en 2030. ¿Cuál es la situación de la demanda? Becerril ha destacado que ha sido la misma en 2023 que hace 20 años, manteniéndose plana, pero todo gira alrededor del concepto de electrificación de la energía, y ha de ser la gran apuesta del sector eólico con los más de 60 GW que habrá en 2030. La presidenta de OMIE ha afirmado: «Debemos ser más ambiciosos y pensar en la electrificación de muchos sectores y de consumidores domésticos, y debemos trabajar por la electrificación de nuestra economía. Necesitamos demanda eléctrica y almacenamiento, y llegar a un nivel de concreción al que aún no se ha llegado, pero hay un futuro brillante con más de 20 GW que ya tienen Autorización Ambiental aprobada». Prioridad en las Comunidades Autónomas: agilización de la tramitación La tramitación administrativa de los proyectos eólicos sigue siendo una asignatura a mejorar por parte de las empresas, las administraciones y los territorios. Acelerar la tramitación administrativa es crítico para nuestra resiliencia energética, económica, industrial y climática. Hay que tramitar más rápido y cumplir los plazos establecidos en la normativa europea con rigor, con criterios homogéneos y coordinación estrecha entre las Administraciones. Para ello, es indispensable que las Administraciones dispongan de las capacidades necesarias de forma integral: recursos materiales y herramientas, personas y la formación necesaria, con directrices únicas y claras, con estructuras organizativas realmente operativas, y con enfoques modernos y procesos eficientes. Y el sector debe contribuir con responsabilidad y rigor, priorizando aquellos proyectos más maduros y enfocando los esfuerzos en aquellas iniciativas que tienen menos riesgo. Para alcanzar en 2030 el objetivo eólico de 62 GW contemplado en la propuesta de PNIEC remitida a la Comisión Europea para su aprobación, habría que incorporar más de 4 GW al año, necesarios para el consumo directo de los hogares, las empresas y para consumos industriales de sectores clave como el hidrógeno renovable. Por tanto, si la eólica no pudiera cumplir con el ritmo de instalación adecuado, las implicaciones serían multisectoriales. Actualmente, en España hay más de 20 GW de proyectos eólicos con Autorización Ambiental aprobada, de los cuales 11 GW deben obtener la Autorización de Construcción antes de julio de este año. El RDL 8/23 de diciembre del año pasado estableció una extensión de plazos, tanto para obtener la Autorización de Construcción como para la Autorización de Explotación, pudiendo extender la puesta en marcha de los proyectos hasta el año 2028. Es primordial disponer de seguridad jurídica, que impida que proyectos que han obtenido todas las autorizaciones técnicas y ambientales y tras años de exhaustivo trabajo puedan ser paralizados posteriormente por criterios judiciales que modifican la interpretación de una norma que ha venido siendo utilizada hasta la fecha de forma satisfactoria. Paralizar instalaciones o proyectos en construcción tiene implicaciones graves en el empleo del sector, pero también en el empleo industrial que será consumidor de la energía generada por los mismos. En este sentido, al sector eólico le preocupa la judicialización de la tramitación de proyectos eólicos que se han venido desarrollando recientemente en algunos territorios, con aplicación de medidas cautelares de paralización de proyectos que ya cuentan con la autorización ambiental y de construcción. Afortunadamente, estas paralizaciones cautelares se están anulando por parte del Tribunal Supremo y esperamos que en breve se recupere la normalidad. “Estas medidas han supuesto un tsunami para las inversiones, para la creación de empleo de valor añadido, para los pedidos a la industria y para la atracción de consumo industrial al territorio”, ha puntualizado el presidente de AEE, “donde el daño generado es difícil de valorar, no sólo en lo económico, sino en ámbitos intangibles como la reputación, la aceptación social, la imagen de país o el coste para las generaciones futuras”. Otro de los temas prioritarios es la aceptación social de los proyectos en los territorios, donde la primera responsabilidad recae en el sector, el cual debe trabajar con sensibilidad y rigor, de forma anticipada en los territorios y siendo conscientes de las realidades locales, aportando información temprana sobre los proyectos para garantizar una tramitación saludable para todos los actores involucrados. Tenemos que seguir haciendo mucha pedagogía sobre la realidad de los beneficios que los parques eólicos trasladan al territorio, a su socioeconomía local y al cuidado del medioambiente. Los ingresos de los parques eólicos en los municipios suponen ya más del 10%. Defensa de la cadena de valor de la industria eólica europea: Wind Power Action Plan y Wind Charter España es un referente internacional porque es uno de los pocos países con el 100% de la cadena de valor de la eólica, y quinto país en el mundo con mayor exportación de aerogeneradores. La cadena de suministro del sector ha vivido años difíciles desde 2020 y debemos seguir avanzando de forma que velemos por toda la cadena de valor. La regulación, la planificación, los procedimientos y, en definitiva, el enfoque de las actuaciones encaminadas a avanzar en la transición energética debe tener en consideración la autonomía industrial y tecnológica como uno de sus pilares fundamentales. Ante la amenaza desde terceros mercados, principalmente China, la Comisión Europa comunicó en octubre del año pasado, el Plan de Acción de la Industria Eólica (Wind Power Action Plan) como mecanismo de emergencia para velar por la cadena de valor eólica europea. Se trata de un importante respaldo e impulso al sector eólico para garantizar su competitividad y cumplir con los objetivos de desarrollo de eólica en España y los objetivos de la Unión Europea en materia de clima y energía para 2030, y que llega en un momento clave en el que la industria eólica en España y en la Unión Europea sufre una extrema vulnerabilidad financiera, con limitaciones para poder invertir en ampliar sus capacidades de producción y en desarrollar nuevos productos, justo en el momento de mayor expectativa de crecimiento del mercado eólico europeo y cuando la industria asiática tiene la estrategia comercial de exportación eólica más agresiva de su historia. El Plan de Acción consta de 15 acciones divididas en 6 temáticas, entre las que se recogen aspectos como la aceleración de la concesión de permisos para los nuevos parques eólicos, la mejora de los diseños de subastas en la Unión Europea para que capturen el mayor valor de las tecnologías y no sólo el menor coste, favoreciendo a los actores europeos frente al resto. También se plantea mejorar y adaptar los instrumentos de apoyo financiero existentes para dar una mayor confortabilidad a los actores industriales. Todas las acciones están encaminadas a dar estabilidad a las cadenas de suministro y a garantizar un terreno de juego justo entre los diferentes mercados a nivel global. Este Plan se selló el pasado 19 de diciembre, durante el último Consejo de Ministros de Energía dentro de la Presidencia española de la UE, con la firma del “European Wind Charter” apoyado por 26 de los 27 Estados Miembros y por más de 300 empresas del sector eólico europeo. Ahora cada país tiene que desarrollar la regulación necesaria para cumplir los acuerdos del “charter”, a la espera de la llegada del Net Zero Industrial Act (NZIA), que concreta de manera jurídica y vinculante muchos de los compromisos que se han hecho para la UE y los Estados Miembros. Estamos, ante un periodo de necesaria defensa industrial y tecnológica en Europa, y con estas medidas se está velando por la seguridad energética nacional e internacional, así como que los beneficios socioeconómicos que supone el sector eólico (inversiones, empleo, fábricas, etc.) se queden en Europa. Otras asignaturas clave para el desarrollo La asignatura pendiente es el despegue de la eólica marina en España. Nuestro sector tiene una clara apuesta por el desarrollo de esta tecnología en nuestras costas, por su integración con las actividades prexistentes y por sus beneficios para las comunidades locales costeras. Nos encontramos a la espera de la publicación de la consulta pública sobre el paquete regulatorio, que entendemos debe ser una prioridad. Los inversores, la industria y, en general, toda la cadena de valor necesita visibilidad y seguridad en el potencial desarrollo de la eólica marina. El PNIEC identifica como retos específicos la instalación de al menos 3 GW de eólica marina en 2030 y para conseguirlo debemos disponer de la primera subasta a lo largo de 2024. La repotenciación, la hibridación, el almacenamiento y la economía circular son también temas clave para el desarrollo del sector eólico en los próximos años. Más de 200 profesionales en la cita de referencia del sector eólico Todos estos temas son protagonista en la jornada ‘Eólica y Mercado”. Más de 200 asistentes se dan cita para explorar los temas clave para el desarrollo de los proyectos eólico: perspectivas de mercado, hibridación, almacenamiento, PPAs, subastas y eólica offshore. La jornada ‘Eólica y Mercado 2024’ cuenta con el patrocinio VIP de EDP Renewables, FE Energy, Greenalia, Hitachi Energy, Iberdrola, Naturgy, Repsol, Siemens Gamesa Renewable Energy y Vestas; y como patrocinadores colaboradores a RWE, SSE Renewables, Axpo y Engie. |
Inauguración de la jornada de ‘Eólica y Mercado con Juan Diego Diaz, presidente de AEE, y Carmen Becerril, presidenta de OMIE. |