La nueva política industrial de Brasil, lanzada este martes (22), con directrices para el período de 2024 a 2026 y que incluye una serie de objetivos que el país debe alcanzar hasta 2033, contiene en su contenido algunos temas importantes para el sector de la energía solar.
En entrevista con Canal Solar, Adalberto Maluf, secretario del MMA (Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático), destaca los principales puntos que engloba al sector fotovoltaico en la nueva política nacional, cuyo principal objetivo es retomar el papel del poder público como una herramienta para el desarrollo de la industria.
Según el secretario, la iniciativa tiene un fuerte enfoque en promover las energías renovables y fomentar la bioeconomía. Dentro de esta estructura, uno de los primeros programas es la creación de una ciberinfraestructura nacional, financiada con recursos del FNDCT (Fondo Nacional para el Desarrollo Científico y Tecnológico).
En total, se destinarán más de R$ 335 millones para que las empresas brasileñas puedan ampliar su dominio tecnológico en la cadena de producción de energías renovables, con especial foco en la energía solar fotovoltaica y eólica.
“También tenemos algunos programas dentro de la misión de transición energética, el primero de los cuales es Energias da Amazônia, que se centra en la descarbonización de sistemas aislados, en los que la mayor parte de esta generación se produce con diésel”, dijo.
“Entonces, la descarbonización vendría haciendo sistemas solares aislados con sistemas híbridos, especialmente asociados al almacenamiento, que es una de las áreas que el Gobierno cree que tiene un enorme potencial de crecimiento”, destacó el secretario.
Otra novedad que destacó fue en relación al PADIS (Programa de Apoyo al Desarrollo Tecnológico de la Industria de Semiconductores). Maluf explica que el programa se ha ampliado para incluir nuevos componentes y dispositivos semiconductores.
“Esta es una demanda muy antigua de toda la industria para resolver parte de la distorsión que existía. Los que importaban directamente tenían REIDI y no pagaban PIS/COFINS, ya que los que fabricaban localmente compraban algunos de estos insumos con PIS/COFINS (…) Se esperan 2.100 millones adicionales por exenciones tributarias que se harán dentro del programa”, destacó la secretaria.
El profesional también comentó durante la entrevista que Brasil también extendió el plazo de estos incentivos hasta diciembre de 2026 y también otras acciones directas e indirectas para atraer inversiones en la fabricación de chips, proyectos, materias primas e insumos.
“Esta es una de las áreas en las que el Gobierno pretende centrarse y el objetivo principal es traer aquí la producción de células (fotovoltaicas). Entonces, hoy varias áreas del Gobierno estamos juntas tratando de que esto sea posible”, garantizó.
Otro ítem dentro del eje de compras públicas mencionado por Maluf fue la iniciativa del Gobierno de incluir la energía solar fotovoltaica en las obras Minha Casa Minha Vida, medida aprobada por diputados y senadores el año pasado con la Ley 14.620/23.
“El Gobierno estima que el país puede tener al menos 2 GW de energía solar fotovoltaica sólo en Minha Casa Minha Vida. Y, por primera vez, requiere contenido local y un margen de preferencia también en las compras que se ubican dentro del PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento)”, comentó.
Finalmente, otro ámbito que involucra al sector de la energía solar mencionado por el secretario es el desarrollo de la investigación y el financiamiento, con líneas no reembolsables. Es decir, recursos financieros concedidos sin exigencia de rentabilidad futura.
Este tipo de financiamiento se otorga a instituciones científicas y tecnológicas nacionales, públicas o privadas, sin fines de lucro, para la ejecución de proyectos de desarrollo científico y tecnológico, infraestructura de investigación, así como formación de recursos humanos.
Los mecanismos y criterios de evaluación, calificación y selección de proyectos son definidos por la Finep (Financiadora de Estudios y Proyectos), según lineamientos y temas estratégicos definidos en los órganos deliberantes relacionados con el origen de los recursos y teniendo como parámetros los planes y políticas de el Gobierno federal .
Los proyectos pueden ser realizados por instituciones solas, en grupos o en cooperación con empresas. “Dispondremos de recursos no reembolsables para el desarrollo de componentes y equipos renovables con foco en solar, eólica e hidrógeno”, concluyó Maluf.
La nueva política industrial lanzada esta semana está dirigida específicamente a seis áreas: agroindustria; bioeconomía; complejo industrial sanitario; infraestructura, saneamiento, vivienda y movilidad; transformación digital; y tecnología de defensa.
La propuesta fue elaborada durante el último semestre por el CNDI (Consejo Nacional de Desarrollo Industrial), integrado por miembros de 23 ministerios y 50 representantes de sectores productivos.
Durante la presentación del nuevo plan, también se informó que se pondrán a disposición R$ 300 mil millones en financiamiento hasta 2026 y que el monto será administrado, sobre todo, por el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social).