Salto de Chira avanza “a muy buen ritmo” para garantizar en 2027 un antes y un después para la energía sostenible y el agua en Gran Canaria

Las obras de la central hidroeléctrica de Salto de Chira inician el año “a muy buen ritmo y adelantándose a la planificación”. Este balance tras tres años del inicio de los trabajos ofrece garantías para cumplir con el objetivo de su puesta en marcha en 2027 para que Gran Canaria cuente desde entonces con una pieza decisiva para liderar la transición energética en el archipiélago, cubrir con fuentes renovables más de la mitad de la energía y generar un excedente de agua de 750.000 metros cúbicos para el sector primario, la reforestación y la lucha contra los incendios. 

Así lo explicó esta mañana el presidente del Cabildo, Antonio Morales, en la visita a la construcción junto a representantes de Red Eléctrica, que construye la central y la operará en el futuro. En el recorrido supervisaron los principales trabajos en ejecución, incluidos los destinados a la restauración e integración ambiental del dominio público hidráulico del barranco de Arguineguín, una de las prioridades establecidas desde el inicio. 

“Este es un proyecto extraordinario para el futuro de Gran Canaria. Es clave en materia energética y para garantizar la seguridad hídrica de la Isla”, declaró el presidente Morales. “Se trata de una actuación en un espacio medioambiental de gran valor que se hallaba altamente degradado, al estar ocupado por especies invasoras, y en el que, ahora, se está actuando para hacer posible que se eliminen esas plantas invasoras y que se trabaje en la que es la mayor intervención medioambiental de estas características en un espacio público en el Archipiélago”. 

Puso el acento, asimismo, en que se han ido cumpliendo los hitos más importantes del proyecto y que en algunos de ellos se va por delante de los plazos que se establecieron en la planificación inicial.  “Se está trabajando de manera intensa para hacer posible que, ya en este 2025, podamos ver entrar el agua en las presas y, por lo tanto, alcanzar ese primer objetivo de poder disponer de agua para luchar contra la sequía y contra los efectos del calentamiento global en esta zona de Gran Canaria y esperamos que, si las cosas van como van, podamos tener la obra totalmente terminada en el año 2027”, auguró. 

Por último, Antonio Morales puso en valor la compenetración que está existiendo entre el Cabildo de Gran Canaria y Red Eléctrica, el operador del sistema público español, “para hacer posible una de las obras más trascendentales de los últimos años en Canarias”, concluyó.

En este mismo sentido se manifestó el director de Infraestructuras en Canarias de Red Eléctrica, Daniel Pérez Varela, quien hizo hincapié en que este es “un proyecto muy innovador” y recordó cómo, “en su momento, Red Eléctrica solicitó el dictamen de la Oficina de Patentes y Marcas, que reconoció este proyecto como único en el mundo”. A este respecto, aclaró que “se trata de una patente abierta y Red Eléctrica no pretende comerciar con ella, simplemente queríamos estar seguros de lo que nos decían sobre que, aquí en Gran Canaria, estamos haciendo una instalación que no se ha hecho nunca en el mundo”.

Finalmente, en relación con la obra en sí, expuso que se ha configurado en dos contratos, el civil y el electromecánico, para las dos grandes piezas que conforman la Central, y refirió que, “habida cuenta de que íbamos tan por delante en la parte civil, ya hemos lanzado las fabricaciones, que estaban previstas para un poco más tarde, de las turbobombas y del resto de elementos para esta instalación que es tecnológicamente avanzadísima y que pondrá Gran Canaria a la vanguardia en materia de energía hidráulica”.

En la visita participaron igualmente representantes municipales, de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, empresariales y sindicales, entre otros sectores cuyo apoyo a Salto de Chira encarna el amplio respaldo social y ha resultado fundamental para el desarrollo de esta actuación que reducirá en más del 20 por ciento las emisiones de CO2 y ahorrará 120 millones de euros al sistema eléctrico insular. También se sumó a la comitiva personal del Cabildo y de las empresas constructoras: Dragados, Cobra Infraestructuras Hidráulicas, Obras Subterráneas y Sacyr. 

El presidente del Cabildo, el director de Infraestructuras en Canarias de Red Eléctrica, Daniel Pérez Varela, el director técnico de Salto de Chira, Yonay Concepción, y el director de proyectos de bombeo de Red Eléctrica, Sergio del Cerro, enumeraron los hitos, incluida la finalización de la desaladora de El Pajar, sometida actualmente a labores de integración paisajística, además de repasar los trabajos en curso y avanzar los pasos más inmediatos. 

Morales y el resto del grupo se adentraron en el corazón de las fases en ejecución, tareas en las que toman parte alrededor de 800 profesionales que hacen posible que el proyecto evolucione en tiempo y forma. Hace apenas unos días se completó la conexión de la excavación de los túneles de acceso a la central en una operación de gran complejidad técnica para la unión del túnel de acceso principal (Las Filipinas) y del túnel de acceso secundario (presa de Soria). Por ellos discurrirá parte de la conexión de alta tensión y la tubería de impulsión que conducirá el agua desde la desaladora a la presa de Soria.

Por su parte, la tubería de impulsión hasta el embalse de Soria está definida mediante un bombeo en dos etapas: Desaladora-El Caidero y El Caidero-Soria. Ambas avanzan a buen ritmo. El primero de los tramos, ejecutado a lo largo de 17 kilómetros del Barranco de Arguineguín, supera los 14 kilómetros de instalación de tubería y, el segundo tramo, de 3,4 kilómetros de longitud, tiene previsto el inicio en el primer trimestre de este año. 

Las obras subterráneas, los túneles de acceso y las galerías auxiliares para la construcción y explotación cuentan con más de 4,5 kilómetros terminados, lo que supone el 70% de la ejecución, por delante de lo planificado. 

La perforación piloto de la cavidad que alojará la central está finalizada y ha permitido comprobar las excelentes condiciones geotécnicas del terreno para cumplir con los plazos previstos. Mientras, el circuito hidráulico, la futura conexión de caudales entre Chira y Soria, se ejecuta desde ambos vasos. En lo relativo al embalse de Soria, la estructura de hormigón armado de la obra de toma, de 19 metros de anchura y 13 de altura, estará finalizada en verano. Destaca por ser la primera conducción de estas características que se ejecuta en Canarias.

La senda peatonal entre los núcleos de población comenzará su ejecución en febrero y permitirá a vecinos y vecinas disponer de una vía de comunicación y esparcimiento, permitiendo el uso diurno y nocturno al quedar iluminada. Además, se reordenarán los aparcamientos a lo largo de la carretera.

Por otro lado, una vez obtenida el pasado mes de diciembre la concesión administrativa para el emisario y el inmisario, de cara a captar agua marina con destino a la presa de Soria tras su desalación y la devolución de salmuera al océano, se están acelerando los plazos para comenzar la operación de fondeo de la torre de captación y los tramos de tubería apoyados sobre el lecho marino. De forma paralela, se analizan diferentes técnicas que permitan iniciar el llenado este año. 

Restauración del barranco a lo largo de 17 kilómetros 

Igualmente, Red Eléctrica invertirá 3,4 millones para convertir en un verdadero corredor ecológico el barranco de Arguineguín. “El objetivo es recuperar la funcionalidad del ecosistema y la biodiversidad del barranco. Para ello estamos eliminando especies exóticas e invasoras y potenciando la flora y fauna autóctona en 39 zonas funcionales comprendidas a lo largo de 17 kilómetros, desde El Caidero hasta la playa del Perchel”, señaló Pérez Varela.

El barranco de Arguineguín alberga ecosistemas ricos en flora y fauna, pero su desarrollo se ve limitado por la desconexión entre estas áreas y la dominante presencia de especies exóticas. La previsión es que, tras la restauración, los hábitats del barranco estén mejor conectados, mejore la fertilidad del suelo y quede reforzada la capacidad del ecosistema para hacer frente a perturbaciones como el cambio climático.

El plazo de ejecución de los trabajos (plantado y mantenimiento), que ya han comenzado, se prolongará durante 30 meses en los que se acometerá una batería de actuaciones medioambientales. De momento, se han iniciado los trabajos de desbroce y eliminación de especies exóticas como caña, acacia, rabo de gato y eucaliptos y se ha puesto especial atención en la protección de las autóctonas como el sao, la palmera canaria, el pino canario y el tarajal.

Durante el proyecto, también se reintroducirán otras especies autóctonas como el balo, cola de caballo, lavanda, cornical, esparraguera, leña Noel, pancratium, salvia, tabaiba y vinagrera. Estas especies ya se están produciendo en un vivero creado al efecto y que ya dispone de más de 14.000 ejemplares de una veintena de especies autóctonas del barranco. De estos ejemplares, a día de hoy, más de 2.000 han sido plantados a lo largo de 2 kilómetros.

Asimismo, y con el propósito de revertir la erosión, se combinarán ingenierías de retención de suelo con acciones biológicas de reforestación para combatir la desertificación y mejorar la protección del suelo.

Salto al futuro gracias a la planificación del pasado y la convicción de hoy

“La operación del sistema eléctrico requiere que la generación y la demanda sean iguales en todo momento y para nuestro pequeño y aislado sistema eléctrico, es todo un reto. La energía que consumimos se tiene que producir aquí, con nuestro sol y nuestro viento, y por su propia naturaleza no es gestionable, lo que significa es que no lo podemos controlar y, para tener garantía de suministro y seguridad en nuestro sistema eléctrico, necesitamos dotar a Gran Canaria del almacenamiento de Salto de Chira”, explicó hoy Yonay Concepción.

Precisamente sobre esta filosofía se sustenta este proyecto que tiene un presupuesto de 589 millones de euros y está cofinanciado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). 

La central aprovechará la energía excedentaria y elevará agua hasta el depósito superior, el de Chira, y, cuando el sistema lo necesite, descenderá hacia el depósito inferior de Soria y, pasando por las turbinas, generará la electricidad que requiere el sistema. Todo ello gracias a dos infraestructuras hidráulicas planificadas en los años sesenta. En definitiva, un salto al futuro que hunde sus raíces en la visión del pasado y la convicción del presente.