El jueves, la industria solar publicó sus prioridades políticas para la administración entrante y el Congreso, enmarcándose como una parte clave de una «estrategia integral» y un defensor de los empleos en el corazón de Estados Unidos.
En sus solicitudes de políticas, la Asociación de Industrias de Energía Solar (SEIA) dijo que la administración Trump debería «mantener los impuestos donde están», incluidos los incentivos de energía limpia bajo la Ley de Reducción de la Inflación que han ayudado a impulsar el despliegue de la energía solar en Estados Unidos. La solicitud se produce mientras los republicanos están sopesando si se deben rescindir partes de la ley climática.
Para sentar las bases de una economía energética fuerte, la industria solar propone una agenda organizada en torno a las siguientes 10 prioridades principales.
N.° 1: dominio energético estadounidense.
Estados Unidos es el n.° 2 en energía solar y el n.° 3 en fabricación solar a nivel mundial. La industria solar alimenta a más de 35 millones de hogares estadounidenses en áreas rurales y urbanas, ya que el costo de la energía solar se ha reducido a la mitad en la última década. La energía solar constituye ahora la mayoría de las nuevas fuentes que se incorporan a la red, y el almacenamiento de energía a bajo costo hace que la energía solar sea despachable y mejora la confiabilidad de la red. El camino hacia el dominio energético estadounidense
necesita una “estrategia que abarque todo lo anterior” que incluya industrias sólidas de energía solar y almacenamiento de baterías.
3: Impulsar la industria manufacturera estadounidense.
La industria solar y de almacenamiento ha construido o está construyendo más de 100 nuevas fábricas en 43 estados, creando 40.000 nuevos puestos de trabajo. Este renacimiento de la industria manufacturera apenas está comenzando. Las políticas sólidas para apoyar la fabricación y la demanda interna aumentarán nuestra flota de fabricación, crearán más puestos de trabajo y traerán miles de millones de dólares en nuevas inversiones.
2: Eliminar la dependencia de China.
La relocalización de la cadena de suministro solar estadounidense está en marcha y se espera que siga creciendo. Necesitamos apoyar a este motor económico que crea puestos de trabajo, apoya las economías locales y está listo para ingresar al mercado de exportación. Al continuar haciendo crecer nuestra industria solar, junto con el acero y la electrónica,
acabaremos con la dependencia de los productos solares chinos y brindaremos una fuente alternativa de paneles solares para nuestros socios comerciales internacionales.
4: Satisfacer los desafíos de demanda de los centros de datos, la IA y las criptomonedas.
La red eléctrica está experimentando el mayor crecimiento de la demanda desde la Segunda Guerra Mundial, debido a las nuevas instalaciones de fabricación, así como a las innovaciones estadounidenses de vanguardia en inteligencia artificial y minería de criptomonedas.
Las empresas necesitarán un enfoque que combine todo lo anterior para satisfacer estas demandas, y la gran mayoría está
exigiendo energía solar de bajo costo. La innovación estadounidense debe tener las herramientas que necesita para competir a escala global para satisfacer la demanda de energía, y la energía solar es la clave para liberar su potencial.
Diciembre de 2024 | seia.org
5: Reducir la burocracia en el sector energético.
En algunas partes del país, puede llevar siete años o más conectar nuevas plantas de energía a la red.
Esto es simplemente inaceptable. Para que Estados Unidos pueda competir globalmente y mantener las luces encendidas en casa, debemos aplicar políticas de sentido común para facilitar la incorporación de nueva energía a la red, permitir la competencia de nuevos recursos de bajo costo y evitar que las empresas de servicios públicos y los operadores de la red se muestren reticentes.
6: Reforma regulatoria y certidumbre.
La extralimitación regulatoria no discrimina. Debemos eliminar los esfuerzos derrochadores y onerosos para restringir las inversiones en infraestructura en tierras federales, sofocar la competencia e imponer reglas y regulaciones indebidas de la EPA
sobre los paneles solares usados.
7: Mantener bajos los impuestos.
Las políticas fiscales bipartidistas han alentado nuevas inversiones en energía solar durante dos décadas. La energía solar es
popular, emplea a más de un cuarto de millón de estadounidenses y es fundamental para la seguridad y el dominio energético.
Mantenga los impuestos donde están para que la industria solar y de almacenamiento continúe apoyando los empleos, las fábricas y las economías locales.
8: Respaldar la elección y la libertad energética.
Las baterías solares en los tejados y en los hogares promueven la libertad de elección del consumidor y la libertad energética frente a los monopolios de las empresas de servicios públicos. Cada 39 segundos se instala un nuevo sistema solar en los tejados. Los estadounidenses aman la libertad, la seguridad energética y los bajos costes energéticos. Si los consumidores quieren pasarse a la energía solar, el gobierno no debería interponerse en su camino.
9: Traer más puestos de trabajo al corazón de Estados Unidos.
Los promotores de proyectos solares tienen incentivos para construir nuevas plantas de energía en zonas rurales con trabajadores locales.
Hoy en día, los estados más grandes en energía solar son Texas (n.º 2), Florida (n.º 3), Carolina del Norte (n.º 4), Arizona (n.º 5), Nevada (n.º 6) y Georgia (n.º 7). Les debemos a estos trabajadores y comunidades mantener sus economías fuertes.
10: Proteger los derechos de propiedad privada.
Esta nación se fundó sobre la base de fuertes protecciones para los derechos de propiedad privada, pero los legisladores les dicen cada vez más a los propietarios de tierras lo que pueden y no pueden hacer con su propia propiedad, ya sean tejados o campos.
El pisoteo de los derechos de propiedad debe terminar y Washington debe enviar una señal de que la competencia, no los reguladores, establece las reglas del juego.