Aunque la construcción de un nuevo parque solar o eólico puede parecer una decisión que depende únicamente de los promotores y las empresas de servicios públicos, resulta que la planificación regional con un conjunto específico de datos puede cambiar drásticamente la eficiencia y la viabilidad económica de las operaciones de energía renovable. Según un nuevo estudio publicado en Cell Reports Sustainability, tener en cuenta los patrones meteorológicos detallados, el consumo de energía y el modelado del sistema energético puede mejorar significativamente el diseño de estas fuentes de energía limpia. Esto podría significar menos conjeturas y una ubicación más estratégica para futuros proyectos de energía renovable.
Los investigadores responsables del estudio, entre los que se encuentran Liying Qiu y Rahman Khorramfar del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT, utilizaron datos meteorológicos detallados del Laboratorio Nacional de Energías Renovables y los combinaron con un modelo integral del sistema energético. Su enfoque se centra en el concepto de «complementariedad de recursos», es decir, la idea de que los distintos tipos de energías renovables o sus distintas ubicaciones pueden compensar las pausas en la generación de energía de cada uno. «Podemos aprovechar la complementariedad de los recursos, lo que significa que los recursos renovables de distintos tipos, como la eólica y la solar, o de distintas ubicaciones, pueden compensarse entre sí en el tiempo y el espacio», dijo Qiu a MIT News. Esta sinergia podría llevar a una menor necesidad de inversiones considerables en almacenamiento de energía y, por lo tanto, disminuir los costos totales del sistema, al tiempo que se garantiza que la energía limpia esté disponible cuando más se necesita.
Un estudio reciente destaca la importancia de la planificación regional y el uso de datos de alta resolución para optimizar la producción de energía. En Nueva Inglaterra, por ejemplo, el análisis sugiere que los parques eólicos podrían ubicarse estratégicamente en áreas donde se producen fuertes vientos por la noche, lo que ofrecería un contrapeso ideal a la producción de energía solar durante el día. Los investigadores señalaron que los patrones de viento varían según la ubicación, ya que algunas áreas experimentan vientos más fuertes durante el día y otras durante la noche. Esta variación es crucial para determinar la ubicación óptima de los parques eólicos para maximizar la eficiencia energética.
En términos prácticos, esta nueva estrategia podría cambiar el paradigma de cómo los desarrolladores individuales y el sector energético en general abordan los nuevos proyectos renovables. En lugar de centrarse únicamente en las áreas con el mayor promedio de viento o luz solar, este método basado en datos adapta la ubicación de las instalaciones para integrarlas mejor en un sistema energético descarbonizado. El profesor Saurabh Amin del MIT afirmó: «El tipo de potencial de ahorro de costos que se obtiene al aprovechar la complementariedad en un día no era algo que uno hubiera esperado antes de este estudio». La investigación destaca un cambio que se está produciendo desde la maximización de la producción de energía renovable de forma aislada hacia la minimización de la brecha entre la oferta y la demanda de energía.
Un análisis de las diferentes regiones de Estados Unidos, como California y Texas, revela las diversas condiciones geofísicas y demandas de energía en todo el país. En Texas, el estudio descubrió que los vientos en el oeste alcanzan su punto máximo por la mañana, mientras que la costa sur experimenta vientos máximos por la tarde, lo que permite una complementariedad natural. «La importancia de la toma de decisiones basada en datos en la planificación energética», dijo Khorramfar del MIT. Con los datos y modelos correctos, los planificadores energéticos podrían reducir significativamente los costos del sistema y crear vías más rentables hacia la transición energética. A medida que las necesidades energéticas del planeta siguen creciendo y la urgencia de satisfacerlas de manera sostenible se intensifica, este enfoque podría representar un paso fundamental hacia un futuro energético más inteligente y limpio.