La última ronda de subastas de energía eólica marina de 3 GW de Dinamarca terminó sin ninguna oferta, lo que supone una enorme decepción para Dinamarca y para los esfuerzos de seguridad energética y electrificación de Europa en general. El hecho de no atraer ofertas es resultado del diseño de subasta de Dinamarca, incluida su oferta negativa no saludable sin límite. El gobierno danés ahora debe volver a licitar rápidamente los volúmenes perdidos y debe adaptar su diseño de subasta a las realidades del mercado. La industria necesita precios más saludables y una asignación de riesgos más justa.
Dinamarca es la cuna de la energía eólica marina. El primer parque eólico marino del mundo, Vindeby, se construyó allí en 1991. Desde entonces, Dinamarca ha seguido siendo líder en el desarrollo de la energía eólica en todo el mundo. Hoy en día, el país tiene 3 GW de capacidad eólica marina, que genera el 24% de la demanda de electricidad de Dinamarca. La energía eólica marina y terrestre combinadas generan el 55% de toda la electricidad que se consume en Dinamarca.
La Unión Europea tiene grandes planes para la energía eólica marina. Quieren tener al menos 88 GW, frente a los 20 GW actuales. En esta ambiciosa trayectoria, la UE no puede permitirse el fracaso de las subastas de energía eólica marina. Dinamarca, como parte de la Cooperación Energética de los Mares del Norte, aspira a 7,7 GW para 2030 y 35 GW para 2050.
En su última subasta de energía eólica marina, la mayor subasta de energía eólica marina en la historia de Dinamarca, el país ofreció 3 parques eólicos marinos adicionales de 1 GW cada uno. También permitió a los desarrolladores construir en las áreas en otro GW adicional.
Ayer llegaron los resultados de la subasta: no se presentó ni una sola oferta para ninguno de los tres sitios.
¿Por qué la subasta danesa no logró atraer postores?
La razón principal por la que la subasta danesa atrajo menos interés de la industria que subastas de energía eólica marina similares en Polonia, los Países Bajos y el Reino Unido radica en el diseño de la subasta danesa.
El sistema de subasta danés no prevé ninguna forma de apoyo estatal o modelo de estabilización de ingresos, como los Contratos por Diferencia (CfD) utilizados en muchos otros países europeos. En cambio, a los desarrolladores de energía eólica marina se les pide que paguen por el derecho a construir un parque eólico. La subasta negativa sin límite de Dinamarca crea una carrera a la baja poco saludable y aumenta innecesariamente los costos iniciales para los desarrolladores de energía eólica marina. Además, Dinamarca no paga por la conexión a la red a los parques eólicos marinos, en lugar de eso, los desarrolladores tienen que asumir estos costos adicionales.
Este diseño de subasta desfavorable se complica aún más por el hecho de que la demanda de electricidad de Dinamarca proveniente de la movilidad, la calefacción, los productores de hidrógeno y la industria no está aumentando lo suficientemente rápido. Dinamarca ya cubre con frecuencia su demanda de electricidad al 100% con energías renovables en la actualidad. Para los desarrolladores de energía eólica marina, esto crea incertidumbre sobre el precio al que pueden vender su electricidad en el futuro.
“La subasta de energía eólica marina danesa fallida fue decepcionante, pero lamentablemente no sorprendente. La subasta negativa sin límite no es un buen sistema. Aumenta los costos y el riesgo. Y es aún más difícil cuando los postores no saben quién va a comprar la energía que producen y cómo les llegará. El gobierno danés tiene que cambiar el diseño de su subasta. La mayoría de los demás países de Europa utilizan contratos por diferencias bilaterales en sus subastas de energía eólica marina”, afirma Giles Dickson, director ejecutivo de WindEurope.
Otra explicación de la falta de ofertas es que los costes de desarrollo de un parque eólico marino han aumentado significativamente debido a la inflación y al aumento de los precios de las materias primas. Asimismo, los tipos de interés son ahora significativamente más altos que hace unos años, lo que está ejerciendo presión sobre la economía de los proyectos.
No hay tiempo que perder en volver a licitar los volúmenes
Dinamarca está planeando una subasta marina similar de 3 GW para el 1 de abril de 2025. El Gobierno debe asegurarse de que el volumen no adjudicado en la ronda de subasta actual se vuelva a licitar en esa fecha. Mientras tanto, el Gobierno también debería hacer un balance del diseño de la subasta de Dinamarca y reflexionar sobre su adaptación antes de la subasta de abril.
De lo contrario, Dinamarca corre el riesgo de quedarse atrás como mercado de energía eólica marina. Una segunda ronda de subasta fallida en 2025 limitaría la exportación de electricidad verde y el potencial de producción de hidrógeno renovable de Dinamarca. Y eso significaría que Dinamarca seguiría dependiendo de las importaciones de energía fósil procedentes de países poco confiables fuera de Europa, lo que en última instancia debilitaría la seguridad energética del país.