Gobierno Lula promueve la transición energética en la COP 29, mientras aumenta impuestos para frenar el crecimiento de la energía solar fotovoltaica

Aumento del impuesto a los paneles solares de la fotovoltaica contrasta con los compromisos climáticos asumidos internacionalmente por Brasil.

Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29), celebrada en Azerbaiyán, el gobierno brasileño destacó su compromiso con la transición energética. Sin embargo, una reciente decisión interna generó críticas de expertos y sectores de la sociedad. La publicación de la Resolución GECEX N° 666, del 12 de noviembre de 2024, incrementó el impuesto de importación de módulos fotovoltaicos del 9,6% al 25%, además de revocar cuotas previamente establecidas.

La Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (ABSOLAR) evaluó la medida como una contradicción entre el discurso ambiental y la práctica administrativa. Según la entidad, el aumento del impuesto podría encarecer la energía solar para los consumidores, provocar una caída de las inversiones en el sector, aumentar la inflación, generar fuga de capitales y provocar el cierre de empresas, con la consiguiente pérdida de empleos.

Un estudio de ABSOLAR identificó al menos 281 proyectos de plantas fotovoltaicas en riesgo. Estos proyectos suman más de 25 gigavatios (GW) de capacidad instalada y representan una inversión de R$ 97 mil millones hasta 2026. La realización de estos proyectos podría crear más de 750 mil puestos de trabajo y evitar la emisión de 39,1 millones de toneladas de dióxido de carbono.

La entidad destacó que la medida compromete el financiamiento de grandes plantas, que dependen de equipos importados para cumplir con los estándares exigidos por los inversionistas. Actualmente, la industria nacional no tiene la capacidad técnica ni productiva para atender la demanda interna, con una capacidad de producción anual de apenas 1 GW, mientras que las importaciones en 2023 superaron los 17 GW.

Además, la industria nacional se limita al montaje de módulos fotovoltaicos, utilizando insumos importados, lo que la hace menos competitiva en el mercado.

“El aumento de impuestos afecta directamente a los empleos en los sectores de distribución, comercialización e instalación de sistemas fotovoltaicos, que representan 28 de los 30 empleos que genera el sector”, afirmó Ronaldo Koloszuk, presidente del Consejo de Administración de ABSOLAR.

La decisión del gobierno llega en un momento en que Brasil busca consolidar su posición como líder en energías renovables. Los expertos señalan que la medida podría debilitar la competitividad del sector solar brasileño, aumentando la dependencia de fuentes de energía no renovables y comprometiendo los objetivos climáticos presentados internacionalmente.