El Consejo de Ministros aprueba el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de España

El nuevo PNIEC estima que para el año 2030 haya 62 gigavatios (GW) de eólica instalados, con 3 GW correspondientes a eólica marina ‘offshore’ -frente a los 50 GW del anterior PNIEC-, así como un enorme despliegue de la solar fotovoltaica hasta los 76 GW (incluyendo 19 GW de autoconsumo), 4,8 GW de termosolar, 1,4 GW de biomasa y 22,5 GW de almacenamiento -por los 20 GW del Plan anterior.
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con el que establece el camino a seguir para la descarbonización y un mayor uso de las energías renovables, sobre todo la fotovoltaica (PV), la energía eólica y el almacenamiento, en línea con los objetivos marcados por Bruselas.
De esta manera, se aspira a alcanzar los 105 GW de renovables nuevos en la década y 22,5 GW de almacenamiento energético en 2030, con un cese del carbón definitivamente que se adelanta a 2025.

En lo que respecta a la nuclear, se prevé ya la reducción con el calendario de cierre acordado de plantas -que arrancará en 2027 con Almaraz-, estando en 2030 todavía operativos 3.181 MW.

Este despliegue movilizará hasta 308.000 millones de euros, lo que repercutirá de forma positiva en el mercado laboral, creando hasta 560.000 empleos en el próximo año 2030 e incrementando en un 3,2% el Producto Interior Bruto (PIB) en ese mismo año respecto a un escenario en ausencia de estas medidas.


En esa actualización, el Gobierno español prevé un crecimiento de la demanda eléctrica del 34 % en 2030 respecto a 2019, frente al 5 % que calculaba en el PNIEC que elaboró en 2021 y que ahora se revisa, y también un aumento de la producción de energía autóctona, que alcanzaría el 50 % del total en 2030, frente al 27 % que representaba en 2019, lo que permitiría a España ahorrar 86.750 millones de euros en combustibles fósiles.
El PNIEC es el instrumento de planificación nacional propuesto por el Gobierno para cumplir con los objetivos y metas de la Unión Europea (UE) en el marco de la política energética y climática, que debe actualizarse y presentarse de forma periódica a la Comisión Europea.

La víspera se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la declaración ambiental estratégica de este plan en la que se establecen los objetivos generales para 2030, como la reducción de un 32 % las emisiones de gases invernaderos (GEI) respecto a 1990, el uso de un 48 % de energías renovables sobre el uso final de la energía o la utilización de un 81 % de renovables en la generación eléctrica.

Para cumplir con los objetivos generales se requiere conseguir una serie de metas desglosadas en varios puntos operativos como la descarbonización, la mejora de la eficiencia energética, la seguridad energética, un mercado interior de energía más competitivo o la mejora de la investigación.

A mediados de septiembre, la Comisión Europea urgió a los gobiernos que todavía no habían enviado la versión final de sus planes de energía y clima, entre ellos España, que lo hicieran lo antes posible puesto que representan un “paso clave” para que el bloque pueda cumplir con su objetivo de reducción de emisiones de 2030.

España había enviado el último borrador el pasado julio, pero era uno de estos 17 socios comunitarios que todavía no habían mandado a las autoridades comunitarias la nueva versión definitiva de su plan nacional de energía y clima (PNIEC).

Tras la aprobación por el Consejo de ministros, el gobierno enviará a la Comisión Europea este Plan, cuyo borrador fue presentado el pasado mes de diciembre y que mejora los objetivos de las primeras versiones.