La energía solar fotovoltaica flotante se expande

La energía solar fotovoltaica flotante es una tecnología que permite instalar placas solares en grandes masas de agua, como embalses, lagunas y represas.

Esta tecnología, nacida en 2005 y expandida desde 2012, ofrece varias ventajas en términos de eficiencia energética y reducción del impacto ambiental.

Este sistema no solo representa un impulso de las energías limpias, sino que ayuda a mitigar el problema de espacio asociado a los paneles solares terrestres.
Según un estudio de Nature Sustainability, esta fuente de energía podría superar los 9.000 teravatios de energía, lo que permitiría la autonomía energética de algunas ciudades.

Gracias a la energía fotovoltaica flotante, se presenta una oportunidad para aumentar la capacidad de generación de energía renovable, crucial para acelerar la transición energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fuentes energéticas contaminantes.

En Portugal, el parque solar flotante de Alqueva, compuesto por 12.000 paneles, ha demostrado su eficacia, abasteciendo de electricidad a 1.500 hogares.

Este éxito ha impulsado a España a adoptar esta tecnología en sus más de 1.200 embalses, aprovechando su amplio potencial para la producción de energía renovable.

La implementación de parques solares flotantes ofrece varios beneficios significativos:

–Protección del agua: Las instalaciones solares flotantes protegen las masas de agua de la evaporación excesiva y del crecimiento de algas, además de evitar la erosión de las orillas.

–Mayor eficiencia: La cercanía al agua permite mantener los paneles a temperaturas más bajas, lo que aumenta su eficiencia en hasta un 10% en comparación con las instalaciones terrestres.

–Menor impacto ambiental: Al evitar la ocupación del suelo y la deforestación, estas instalaciones tienen un menor impacto negativo en el ecosistema terrestre.

Los estudios realizados en Países Bajos han confirmado estos beneficios, lo que refuerza la viabilidad de esta tecnología en diferentes entornos acuáticos.

Además, la eficiencia energética que ofrecen estas instalaciones ayuda a reducir el consumo de luz, lo que es beneficioso tanto para el medio ambiente como para el ahorro económico.

Aunque la inversión inicial es considerable, los costos de producción y mantenimiento son más bajos a largo plazo. La instalación y gestión de estos sistemas también es más rápida en comparación con los sistemas montados en tierra.

La clave del éxito de estas instalaciones radica en los sistemas de anclaje y amarre, que deben ser robustos para adaptarse a las variaciones del nivel del agua.

La adopción de la energía solar fotovoltaica flotante no solo ayudará a alcanzar los objetivos de descarbonización de los países, sino que también aprovechará de manera eficiente las superficies de agua inutilizadas.

América Latina y el Caribe están al frente en energías renovables. Solo en 2023, la región generó el 62% de su electricidad a partir de ellas, más del doble que el promedio mundial, según el quinto informe Global Electricity Review del grupo de análisis de datos Ember.