Obtener el acceso a la red eléctrica es, en estos momentos, uno de los principales cuellos de botella que frena el despliegue de más megavatios renovables en Europa.
Y cuando digo acceso a red me refiero a que el TSO (Transmission System Operator) del país correspondiente te diga cuántos megavatios y en qué punto de la red puedes conectar tu planta.
Por poner un ejemplo, en el caso de España sería Red Eléctrica de España la encargada de otorgar estos accesos.
El caso es que a lo largo y ancho del viejo continente hay cientos de gigavatios a la espera de conectarse a la red. Hay sobrecarga administrativa y esto hace que los plazos del permitting se dilaten mucho más de lo deseado.
Aunque también es cierto que no es el único cuello de botella. Las declaraciones de impacto ambiental, por ejemplo, también lo son en muchos países europeos. Realmente cada país tiene su historia particular, ya que el proceso de tramitación de los proyectos es diferente (al menos algunas partes) en cada uno de ellos.
Con el objetivo de arrojar un poco más de luz en este asunto, WindEurope ha publicado un detallado informe “Grid access challenges for wind farms in Europe” en el que se desgranan los entresijos del acceso a red en Europa y también se describen las diferentes particularidades entre países, que no son pocas.
El siguiente mapa ofrece una visión general de la potencia eólica en la cola a la espera de conexión a la red. Es un mapa muy esclarecedor, aunque hay que interpretarlo adecuadamente, ya que las particularidades del proceso de permitting en cada país son muy relevantes para entender las cifras. Es decir, no son directamente comparables (tienen mucha letra pequeña).
En algunos países el acceso a la red es uno de los primeros hitos que se otorga a las plantas, mientras que en otros, es uno de los últimos. Por ejemplo, de los 191 GW eólicos en Italia claramente muchos proyectos jamás llagarán a construirse porque no serán capaces de superar otros hitos administrativos del proceso (impacto ambiental, por ejemplo).
El informe de WindEurope se centra en 4 puntos principales: planning y desarrollo de nuevas conexiones, costes de la infraestructura eléctrica, curtailment y vertidos e hibridaciones.
Planning y desarrollo de nuevas conexiones. Principales factores que retrasan la conexión a la red:
Costes de la infraestructura eléctrica. La conexión de plantas a la red tiene dos principales gastos: los asociados a la conexión de la propia instalación y los asociados al refuerzo general de la red eléctrica. Dependiendo del país, los desarrolladores participan más o menos en los costes:
- Super-shallow: los costes se socializan entre todos los consumidores a través de la tarifa.
- Shallow: el desarrollador paga los costes asociados a la conexión del proyecto, pero no los costes asociados al refuerzo general de la red.
- Deep: el desarrollador paga los costes asociados a la conexión del proyecto y los costes asociados al refuerzo general de la red.
Curtailment y compensación. El curtailment consiste en que una planta tenga que reducir su producción por que la red eléctrica, por el motivo que sea (falta de demanda, falta de capacidad en las líneas de transporte), no es es capaz de absorberla.
En algunos países de Europa esto se está empezando a convertir en un punto de incertidumbre a la hora de realizar las inversiones. Además, dependiendo del país, el curtailment se compensa económicamente o no se compensa.
Hibridaciones. Una de las formas de maximizar el uso de la red eléctrica existente, retrasar nuevas inversiones y reducir el curtailment es hibridar diferentes tecnologías de generación renovable (con o sin baterías), de tal forma que compartan el mismo punto de acceso a la red. Por poner un ejemplo: tener conectados 50 megavatios eólicos y 30 megavatios solares en un mismo punto de acceso a la red de 50 megavatios.
Sin embargo, la mayoría de países no incluyen esta posibilidad en su legislación. De hecho, España y Portugal son los más avanzados en este sentido, lo que ha llevado a que ya se empiecen a ver este tipo de instalaciones.
Como veis, cada país tiene sus particularidades y problemas.
La Unión Europea quiere aumentar la potencia eólica instalada de los 220 GW actuales a 425 GW para 2030 y 1.300 GW para 2050. Pero no será fácil.
Puedes leer el informe completo aquí (pdf)