China necesitará ampliar su actual capacidad de energía solar fotovoltaica y eólica entre ocho y diez veces para cumplir sus objetivos de neutralidad de carbono para 2060, según un estudio dirigido por la Universidad de California.
Lograr estos objetivos también requerirá la construcción a gran escala de líneas de transmisión, así como políticas más coordinadas a nivel nacional en lugar de decisiones locales improvisadas, según el estudio, publicado el lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Sabemos que China tiene un camino muy ambicioso para lograr la neutralidad de carbono. Queríamos saber exactamente qué implica eso”, dijo en un comunicado el autor principal Michael Davidson, profesor de política e ingeniería global en la Universidad de California (UC) San Diego.
Como China es actualmente el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, sus políticas tienen efectos significativos en el panorama del cambio climático global y brindan oportunidades de aprendizaje a otras naciones, señalaron los investigadores.
Para determinar exactamente qué se necesitará para que China alcance sus objetivos de emisiones netas cero, el equipo de la Universidad de California en San Diego trabajó con investigadores de la Universidad Tsinghua de Beijing para simular una red eléctrica neutra en carbono para 2060.
Su modelo se centró en los recursos de generación de energía y las instalaciones de líneas de transmisión, teniendo en cuenta parcelas de tierra tan pequeñas como de 20 a 30 kilómetros cuadrados o de 8 a 12 millas cuadradas.
Mientras ejecutaban el modelo, los científicos vieron que la costa este de China probablemente se quedará sin terreno que pueda dedicarse a sitios de energía renovable. Después de que eso suceda, la mayoría de las instalaciones solares en el área tendrán que ser instalaciones más pequeñas en tejados, según el estudio.
Para lograr el objetivo de neutralidad de carbono para 2060, China necesitará construir entre 2 y 4 teravatios de capacidad solar y eólica para ese momento, señalaron los investigadores.
En 2020, China había instalado 282 gigavatios de capacidad de energía eólica y 253 gigavatios de energía solar.
También será fundamental un aumento considerable en el almacenamiento de energía y en las líneas de transmisión de voltaje ultra alto, las cuales deberán duplicarse o triplicarse en comparación con la capacidad actual, según el estudio.
Mientras tanto, si las leyes actuales de uso de la tierra se aplican en 2060, alrededor del 80 por ciento de la capacidad solar y el 55 por ciento de la eólica deberán construirse dentro de 100 kilómetros, o 62 millas, de los principales centros de carga, señalaron los autores.
«El uso de la tierra será cada vez más polémico, una cuestión que hasta la fecha ha sido relativamente menor en China debido a la alta calidad de los recursos en áreas sin gran competencia por la tierra», advirtieron.
Por lo tanto, instaron a los líderes de China a promover políticas territoriales que apoyen tanto el despliegue de energías renovables a gran escala como la preservación de la agricultura.
Los científicos también sugirieron evaluar las implicaciones de los cambios en la combinación energética de China, examinar las reducciones de emisiones en sectores no energéticos y optimizar el suministro conjunto de electricidad y calefacción central.
«Lograr la neutralidad de carbono en China para 2060 requiere una transformación masiva del sector eléctrico», afirmaron los autores.
Para facilitar esa transformación, concluyeron, será necesario el despliegue de “un conjunto de tecnologías de generación de emisiones cero y negativas, así como infraestructura complementaria de almacenamiento y transmisión”.