Han apostado por un modelo de subvenciones y deducciones directo. Eliminando para los eléctricos e híbridos enchufables el impuesto de matriculación y desgravando el IVA. Portugal nos aventaja mucho.
Esto es Electrip, la newsletter de nueva movilidad patrocinada por Michelin. Porque moverse es vivir y, desde 1889, innovan para que nuestra vida en movimiento sea más segura, más fácil y más responsable, independientemente de dónde estemos y de cómo decidamos movernos.Arrancamos la semana con un tema candente durante estos días en las redes sociales: la gran diferencia de la adopción del coche eléctrico en España y Portugal. Y por qué nuestros vecinos se llevan el gato al agua con una cuota de mercado que se acerca cada vez más a los europeos del centro y norte. También, la rebaja del Model Y en España, la guerra de precios, el consecuente enfado de Stellantis, nuevos modelos y la autonomía del Cybertruck en entredicho. Soy Izan González… ¡Empezamos!EL TEMA DE LA SEMANALa senda de la adopción del coche eléctrico en España sigue todavía muy lejos de la marcada por otros actores importantes europeos. Algunos, incluso, de menor talla económica como es el caso de nuestros vecinos de Portugal, que están consiguiendo escalar posiciones dentro del ranking de países donde este tipo de vehículos tiene más peso.Los últimos datos de la Asociación de Constructores Europeos (ACEA) son muy esclarecedores en este aspecto. En todo el año 2023, en Portugal —unos 10 millones de habitantes— se han vendido un total de 36.390 coches eléctricos, mientras que en España —47 millones— la cifra asciende a 51.612 unidades. Trasladado a cuotas de mercado, nuestros vecinos ibéricos alcanzan un 12% respecto al 5,4% del mercado español. No se trata tampoco de ser un país con mayor PIB per cápita, tal y como ocurre en el norte de Europa, porque en este caso España gana.Para dar más perspectiva al tema, los datos también reflejan que España tiene menos cuota de mercado de coche eléctrico que Estonia, Lituania, Eslovenia, Letonia o Rumanía. Que van del 6 al 10%. Lidera la clasificación Suecia con un 39%, seguidos por Dinamarca con 36% y Finlandia con 30%.Regresando a la Península Ibérica, los analistas coinciden en los motivos por los que Portugal aventaja a España en este sector tan importante de la movilidad. El primero de ellos, y quizá más importante para el usuario común, es que los lusos han apostado por un modelo de subvenciones y deducciones directo. Eliminando para los eléctricos e híbridos enchufables el impuesto de matriculación y la posibilidad de desgravarse de todo el IVA en la declaración de la renta.La diferencia con España es importante. El Plan Moves III se convierte a veces en un auténtico laberinto burocrático dependiente a su vez de cada Comunidad Autónoma para conseguir el descuento de 7.000 euros al comprar un coche eléctrico y achatarrar uno de combustión. Para intentar paliar esto, una de las medidas más reciente se ha centrado en la deducción de parte del IRPF y que estará disponible hasta el 31 de diciembre de este año.El de las flotas empresariales es otro de los puntos clave de la compra de coches a los que el común de los usuarios solemos ser ajenos. En Portugal las empresas que adquieran coches se pueden acoger igualmente a la deducción total del IVA, algo que no ocurre en España. Desde Anfac (Asociación Española de Fabricante de Automóviles y Camiones), han dicho que una buena parte de las ventas de eléctricos en el país vecino corresponde a las empresas.Las compañías privadas portuguesas compraron el 88% de los turismos electrificados hasta octubre de 2023, últimos datos disponibles. En España, en cambio, el porcentaje de ese canal de ventas fue del 62% en el mismo periodo.El último punto clave es la infraestructura de carga. En Portugal apostaron en 2008 por desplegar una red de carga nacional con el fin de garantizar la disponibilidad para los conductores. Crearon entonces una empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que gestiona actualmente 27 proveedores de energía y 73 operadores de estaciones de carga.Esto conduce inevitablemente a hablar sobre el caos en España con respecto a la gran cantidad de aplicaciones que hay que instalar en los móviles para conseguir cargar el coche. Una por cada compañía o marca a las que hay que ceder toda la información básica del usuario y los datos de facturación. Esto es algo que puede echar para atrás a algunos conductores menos hábiles con las nuevas tecnologías. En Portugal, fruto de esa empresa estatal, basta aprender a manejar una única app para gestionar todas las recargas. El mejor ejemplo de, cuanto más simple, mejor.SubscribedLO BUENO Y BREVE 548 Market Street PMB 72296, San Francisco, CA 94104 Unsubscribe |