El mercado energético de Japón ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, con el gobierno presionando para una mayor dependencia de las fuentes de energía renovable. Este cambio ha sido impulsado por una combinación de factores, incluida la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el deseo de reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados y las secuelas del desastre nuclear de Fukushima en 2011. Una fuente de energía renovable que ha atraído una atención considerable es la energía eólica marina, que tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la combinación energética de Japón.
La energía eólica marina tiene varias ventajas sobre otras fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica terrestre. Los parques eólicos marinos se pueden construir en aguas más profundas, donde las velocidades del viento son generalmente más altas y más constantes, lo que da como resultado una mayor producción de energía. Además, las turbinas eólicas marinas pueden ser más grandes que sus contrapartes terrestres, lo que aumenta aún más su capacidad de generación de energía. Además, los parques eólicos marinos tienen un impacto menor en las comunidades locales, ya que suelen estar ubicados lejos de las zonas residenciales, lo que reduce las preocupaciones sobre la contaminación acústica y visual.
Japón tiene una costa larga y varios lugares adecuados para el desarrollo de energía eólica marina. Las aguas del país se caracterizan por profundidades relativamente poco profundas y vientos de alta velocidad, lo que las hace ideales para la instalación de aerogeneradores marinos. De hecho, un estudio reciente de la Asociación de Energía Eólica de Japón (JWPA) estimó que Japón tiene el potencial para generar hasta 608 GW de energía eólica marina, que es más de seis veces la capacidad de generación de energía total instalada actual del país.
Al reconocer este potencial, el gobierno japonés ha establecido objetivos ambiciosos para el desarrollo de la energía eólica marina. En su Plan Básico de Energía de 2018, el gobierno describió el objetivo de aumentar la capacidad eólica marina del país a 10 GW para 2030 y a 30-45 GW para 2040. Para lograr estos objetivos, el gobierno ha introducido una serie de políticas e iniciativas destinadas en promover el crecimiento de la industria eólica marina.
Una de esas iniciativas es la introducción de un sistema de tarifas de alimentación (FIT) para la energía eólica marina, que garantiza un precio fijo para la electricidad generada por los parques eólicos marinos durante un período de 20 años. Esto ha proporcionado un flujo de ingresos estable para los desarrolladores y ha ayudado a atraer inversiones en el sector. Además, el gobierno ha establecido una oficina dedicada a la promoción de la energía eólica marina dentro del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) para agilizar el proceso de obtención de permisos y brindar apoyo a los desarrolladores.
A pesar de estos esfuerzos, todavía hay varios desafíos que deben superarse para aprovechar al máximo el potencial de la energía eólica marina en Japón. Uno de los principales obstáculos es el alto costo de desarrollar proyectos eólicos marinos, lo que se debe en parte a la falta de experiencia del país en el sector y a la necesidad de importar componentes clave, como turbinas, desde el exterior. Sin embargo, a medida que la industria madure y se desarrollen las cadenas de suministro nacionales, se espera que los costos disminuyan.
Otro desafío es la necesidad de actualizar y expandir la red eléctrica de Japón para acomodar la mayor capacidad de generación de los parques eólicos marinos. Esto requerirá una inversión significativa en infraestructura de transmisión, así como el desarrollo de tecnologías avanzadas de gestión de red para garantizar la estabilidad y confiabilidad del suministro de energía.
En conclusión, la energía eólica marina tiene el potencial de desempeñar un papel importante en el mercado energético de Japón, ayudando al país a reducir su dependencia de los combustibles fósiles importados y alcanzar sus objetivos de cambio climático. Si bien aún quedan desafíos por superar, el compromiso del gobierno de apoyar el crecimiento de la industria, combinado con las condiciones naturales favorables del país, sugiere que la energía eólica marina tiene un futuro brillante en Japón.