Un sistema robótico autónomo y sostenible para la limpieza de paneles fotovoltaicos, sin uso de agua. La nueva solución, desarrollada para Enel Green Power por una startup siciliana, cuenta una historia de innovación exitosa.
El «polvo» como enemigo de la fotovoltaica: no es un concepto banal, aunque pueda parecerlo, porque en realidad, el problema del ensuciamiento de las superficies con depósitos de polvo, tierra o arena, puede empeorar, incluso de forma significativa, el rendimiento de las centrales.
Es un tema que atañe, especialmente, a las zonas desérticas o con escasa pluviometría, o caracterizadas por la presencia de suelos muy polvorientos, donde el fenómeno puede tener un fuerte impacto en la producción. Pero, de todos modos, es de interés general, porque la limpieza de los paneles tiene costes, incluso medioambientales.
El enfoque normalmente adoptado consiste en limpiar las superficies con lanzas hidráulicas o tractores equipados con cepillos de agua, en cada caso, con consumo de agua y con emisiones de gases de los vehículos a motor utilizados.
Para desarrollar una solución diferente y sostenible, que también pueda adoptarse en grandes centrales, Enel Green Power, en colaboración con REIWA, una startup siciliana ya activa en el estudio y desarrollo de soluciones tecnológicas robóticas, ha perfeccionado SandStorm, un robot avanzado capaz de limpiar gracias a un sistema de cepillos especialmente diseñados y fabricados, pero sobre todo, capaces de moverse sobre las filas de paneles de forma autónoma –y de recargarse de forma autónoma– volviendo a su estación de atraque al final del recorrido.
Robusto y versátil, SandStorm se adapta, cuando es necesario, incluso a la alineación no homogénea de los seguidores de los paneles, consiguiendo moverse de forma autónoma de una fila de paneles a la contigua superando distancias superiores a 50 cm. Las ventajas de esta solución son múltiples.
- Funcionamiento: la limpieza robótica se puede realizar por la noche, en las horas improductivas, evitando también la sombra de los paneles que puede provocar desequilibrios eléctricos y daños en los mismos.
- Seguridad: no es necesaria la asistencia humana, por tanto, no hay riesgo para los operadores.
- Eficiencia de las centrales: los paneles se pueden limpiar, a bajo costo, todos los días, minimizando la suciedad.
- Sostenibilidad: nose consume agua ni gasóleo, eliminando así las emisionesde CO2 asociadas.
- Formación: se fomenta la formación de personal más cualificado (por ejemplo, para el mantenimiento in situ de dispositivos robóticos), con la creación de puestos de trabajo más especializados.
Luego de ganar un reto lanzado por Enel Green Power a través de la plataforma Enel Open Innovability, el sistema fue probado con éxito, primero en el Innovation Lab EGP de Passo Martino (Catania), y luego a escala industrial en una sección (1 MW) de la central de Enel Green Power en Totana, España.
Actualmente, EGP está escalando la aplicación, con un contrato inicial para la implementación de unos 150 robots en dos plantas fotovoltaicas españolas, Totana y Las Corchas, para una capacidad total de 135 MW. Además, gracias al apoyo técnico, comercial y estratégico de «Kilometro Rosso», uno de los distritos de innovación líderes en Europa (activo en Bérgamo desde 2003), Reiwa obtuvo el interés y la financiación del fondo de capital de riesgo Cycero, para iniciar la industrialización completa de la producción y responder a los volúmenes de servicios requeridos por la propia Enel Green Power.
Pero la tecnología nunca duerme. De hecho, acaba de completarse la validación de un róvercolaborativoen las instalacionesde EGP en Passo Martino: capaz de moverse de forma autónoma dentro de un sistema fotovoltaico, este robot sobre ruedas permitirá a los SandStorm (los robots «limpiadores») moverse entre las filas de paneles a limpiar, reduciendo el número necesario para cada sistema y, por tanto, también la complejidad operativa y la inversión inicial.
El caso SandStorm se muestra así como un caso de éxito, con todos los ingredientes adecuados: la colaboración entre realidades complementarias, la reducción de costes y el aumento de la producción renovable, el desarrollo de una tecnología eficiente y competitiva made in Sicily, el origen de una verdadera cadena industrial y, sobre todo, la reducción de los impactos medioambientales.
Porque es importante ser verde, pero más aún de forma sostenible.