También este año los picos de temperatura estivales, agudizados por el cambio climático que estamos viviendo, no perdonan a las ciudades, transformadas en auténticas «islas urbanas de calor». Por ello, queremos recordaros las medidas de prevención y protección recomendadas por EGP para garantizar la salud de todos sus habitantes y reducir el riesgo de sufrir un golpe de calor durante la temporada estival.
Con el aumento de las temperaturas globales y valores estacionales de 1 grado o más por encima de los promedios históricos, el cambio climático genera, desde hace un tiempo, fuertes olas de calor, superando cada vez más los registros negativos del año anterior, y poniendo día a día el «sello» amarillo, naranja o rojo, en esta ciudad o en aquella, sin demasiadas distinciones entre el norte, el centro o el sur de Italia. El fenómeno tiene una dimensión nacional (y global) y, precisamente, el «sellado»sin discriminación geográfica es un síntoma preocupante de que los eventos climáticos «extremos», como los picos de temperatura estivales, son ahora un fenómeno generalizado, además de recurrente.
A este panorama ya preocupante se suma el fenómeno de las Islas de Calor Urbanas(Urban Heat Island, UHI): las ciudades se han convertido en lugares donde la competencia de varios factores «antropógenos»(es decir, provocados por el hombre), como el uso de materiales y revestimientos poco reflectantes en los edificios, la presencia de los llamados cañones urbanos, caracterizados incluso por edificios muy altos alineados en calles estrechas y mal ventiladas, la impermeabilización del suelo, todo esto conduce a nuevos picos de temperatura, más allá de los niveles «naturales» del área circundante (el llamado «campo») incluso 5-6 grados más, agravando los riesgos para la salud de la población que –recordemos– en Italia se concentra en más del 50 % en las ciudades.
Es posible mitigar estos fenómenos, incluso a corto plazo, haciendo que las ciudades sean gradualmente más sostenibles gracias a medidas concretas: el uso de materiales de construcción más reflectantes y revestimientos con menos ganancia de calor, la renaturalización –al menos parcial– de suelos urbanos, árboles. Sin embargo, y mientras tanto, no debemos subestimar los riesgos asociados con las altas temperaturas ambientales y debemos saber cómo defendernos de sus consecuencias que, lamentablemente, estamos leyendo cada vez más a menudo en las noticias estos días: una cifra para todos, los efectos de los picos de calor, en el verano de 2022 y solo en Italia (triste récord en Europa), costaron la vida a más de 18 000 personas: un poco como si toda la población de Voghera (Pavia), o Vasto (Chieti), o Fasano (Brindisi), ya no estuviera.
Es por eso que el Grupo Enel, que siempre ha estado comprometido con la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores, ha activado diversas iniciativas de comunicación e información, inspiradas en las directrices del Ministerio de Salud, no solo para quienes trabajan en ambientes al aire libre, expuestos por largos períodos a la radiación solar, sino para todos en la empresa.
Por eso queremos recordarles a todos nuestra campaña, porque el cumplimiento de algunas reglas puede marcar la diferencia:
- evitemos salir en las horas de más calor;
- protejámonos del calor en casa y en el trabajo;
- bebamos,al menos, un litro y medio de agua al día;
- sigamos siempre una alimentación correcta;
- prestemos atención a la correcta conservación de los alimentos;
- vistámonos con ropa de fibras naturales o que garantice la transpiración;
- protejámonos del calor mientras viajamos;
- practiquemos ejercicio físico en las horas más frescas del día;
- brindemos asistencia a personas de mayor riesgo;
- recordemos siempre proteger también a las mascotas.
¡Así nos ayudaremos a vivir el verano con serenidad, ganándonos una «estampilla verde» de buena salud!