Iberdrola ha presentado su Plan de Transición Climática ante Naciones Unidas para alcanzar cero emisiones netas antes de 2040 en respuesta a la llamada del secretario general de la ONU, siguiendo una línea realista, ambiciosa y responsable.
El objetivo concreto se basa en alcanzar neutralidad de emisiones de carbono de las centrales de generación, su actividad de distribución eléctrica y sus consumos propios (alcances 1 y 2) a 2030 y emisiones cero netas en toda la cadena de valor antes de 2040, con un enfoque basado en la ciencia y una senda de hitos intermedia. Por un lado, un plan de inversiones y palancas de acción sólido, cuyos ejes son: alcanzar un 100% de energías renovables y redes inteligentes, e impulsar fundamentalmente compras verdes y soluciones climáticas para sus consumidores. Todo ello apoyado en sólidas alianzas tecnológicas e industriales.
En segundo lugar, un esquema de acción acelerada basada en valores fundamentados en la transición justa: esta tiene que ser “positiva para las personas” y positiva para la naturaleza”. Y por último una arquitectura de alianzas, colaboraciones y contribuciones en materia de participación pública a nivel local, regional y global totalmente alineada con un enfoque ambicioso en acción climática.
Gonzalo Saénz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola ha añadido que “la presentación de este Plan ante la ONU, ratifica el trabajo que desde hace años viene haciendo Iberdrola, con una apuesta clara por la aceleración de la descarbonización y la implementación de energías renovables que nos ayuden a luchar contra el calentamiento global de forma positiva para las personas y la naturaleza. Estamos en la mejor posición para trabajar junto a la ONU y en alianzas con terceros y dar ejemplo al resto del mundo”.
Ante el agravamiento de la crisis climática y la brecha existente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, tal y como ha mostrado el reciente informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Antonio Guterres hizo un llamamiento al sector empresarial para liderar la acción con la presentación de planes de transición climática acelerada antes de la cumbre climática que se celebrará el próximo septiembre en Nueva York en el marco de la Asamblea de las Naciones Unidas.
Estos planes, para avanzar hacia las emisiones cero netas, deben estar alineados con las diez recomendaciones del informe Grupo de Expertos de Alto Nivel impulsado por el propio secretario general. Dichas recomendaciones establecen los elementos para que los objetivos climáticos y los planes asociados sean íntegros y eviten el “green washing”: se deben alcanzar emisiones cero netas antes de 2050 a lo largo de toda la cadena de valor incluyendo una senda de objetivos intermedios; el plan debe ser transparente, estar fundamentado en la ciencia y estar respaldado por un plan de inversiones robusto basado en energías renovables y con un enfoque de transición justa y protección de biodiversidad; además, las actividades públicas y de lobby de las compañías deben orientarse en la misma dirección para promover la ambición climática a nivel privado y gubernamental.
Una línea de trabajo
Iberdrola presentó en la COP 27 de Sharm el Sheikh (Egipto) su Plan de Acción Climática, el más ambicioso presentado por una empresa en la Cumbre, que adelantaba el objetivo de neutralidad de emisiones de carbono de las centrales de generación, su actividad de distribución eléctrica y sus consumos propios (alcances 1 y 2) a 2030, y la descarbonización total de sus actividades antes de 2040. Con ello, la compañía se convierte en la energética con objetivos más ambiciosos en esta materia.
Iberdrola también presentó su Plan de Biodiversidad en la Cumbre Mundial de Biodiversidad de Canadá con el que se marcaba como objetivo alcanzar un impacto neto positivo en las especies y en los ecosistemas a 2030. El Plan aborda los impactos derivados de las actividades del grupo en la naturaleza a lo largo del ciclo de vida de sus instalaciones, considerando la cadena de suministro y creando valor medioambiental, económico y social a través de los servicios ecosistémicos.
Más allá de estos y otros planes, Iberdrola está impulsando a través de diversas iniciativas de colaboración en sus alianzas empresariales, como el Grupo Español de Crecimiento Verde o el Corporate Leaders Group la implantación de las recomendaciones del Grupo de Expertos de Naciones Unidas para que el sector empresarial acelere su transición a una economía libre de emisiones, más competitiva y robusta.